Cuando se presentó el Renault 5 allá por la década de los 70, se convirtió rápidamente en un referente y en un éxito de ventas. Pero no fue porque resultara una revolución técnica – no muchos usuarios se fijan en esas cosas–, pues compartía muchas cosas con el Renault 4. Fue por su diseño con paragolpes integrados – y fabricados en fibra, en lugar de los tradicionales metálicos–, por su llamativa y juvenil paleta de colores y por el planteamiento general del coche, absolutamente desenfadado, muy en línea con la cultura pop que se vivía entonces.

El coche pronto se colocó como un icono social, una representación del cambio que vivía la sociedad y en un “arma” más en la revolución femenina que empezó a producirse por aquel entonces. Definitivamente, el Renault 5 fue mucho más que un coche y es entendible, incluso lógico, que el Grupo Renault haya decidido recuperar el modelo, y en parte, su esencia, para encabezar lo que ellos denominan como la popularización del coche eléctrico, con el nuevo Renault 5 E-Tech.

No obstante, y esto es importante, no querido copiar y reeditar el modelo tal cual era hace décadas, no querían hacer algo “vintage” o con carácter nostálgico, han buscado, según declaraciones de Gilles Vidal, director de diseño de Renault, despertar emociones, un coche que “brillase”. Básicamente, por traducir un poco todo lo que dice la marca en su comunicado, se quiere lograr, al menos en parte, el mismo impacto y popularización que tuvo el R5 cuando salió al mercado en los 70. Un objetivo nada sencillo, sobre todo si tenemos en cuenta que es un coche eléctrico y que por mucho que aseguren un precio alrededor de 25.000 euros, las ventas serán mucho más limitadas que si fuera, por ejemplo, un híbrido. Y todo sea dicho, la compañía francesa tiene una tecnología híbrida que ofrece muy buenos resultados.

Frente a los cambios que está experimentado nuestra industria, este coche abre un nuevo camino para Renault. Está en el centro de la batalla por reinventar la industria europea frente a la competencia del Este y del Oeste. Con este coche, demostramos que producir en Europa ¡es posible!“. Luca de Meo, CEO de Renault Group

Adaptar un diseño icónico a los nuevos tiempos

La primera vez que nos mostraron el prototipo del Renault 5, ciertamente, su aspecto era bastante interesante. Recordaba claramente al “viejo” R5, pero no se limitaba a ser una simple copia. Con la presentación del modelo de producción, la marca nos ha contado algunos detalles de su concepción. Una de las premisas fue con convertir el coche en un nuevo objeto de deseo para quienes vivieron la época de aquel Renault 5 original, al tiempo que también conseguían el mismo efecto con las nuevas generaciones, acostumbrados ya a toda clase de avances e innovaciones. Objetivos más que complicado, si cabe, que hacer de un coche eléctrico un best seller en ventas, sobre todo si hablamos de los seguidores del pequeño Renault 5 original, quienes son más proclives a criticar un atrevimiento como el que ha tenido la firma francesa.

Así, el equipo de diseño adoptó un enfoque que en la marca denominan como “retrofuturismo”. Se han tomado algunos rasgos inequívocos del modelo original, pero no se han plasmado tal cual, se han reinterpretado y adaptado, no se quería, como hemos dicho antes, una simple copia, es una “evolución”, por así decirlo, de la líneas y formas básicas de la primera generación del utilitario de Renault.

Hemos reutilizado ingredientes de nuestra memoria colectiva, traduciéndolos de una forma muy contemporánea para proyectar el Renault 5 del futuro”. Gilles Vidal, director de diseño de Renault Ampere

Aquí podemos ver al Renault 5 original, lanzado en 1972, junto al concept car del Renault 5 E-Tech

Si conoces el R5 original, reconocerán rápidamente los rasgos y las formas del viejo modelo, desprende una clara sensación de familiaridad, aunque también contribuye a ello la fuerte apuesta en marketing que ha puesto en marcha la compañía. Incluso en el habitáculo, donde los cambios evolutivos del automóvil se notan más, han tenido el detalle de incorporar pequeños guiños al modelo original. No obstante, Renault destaca que se trata del primer vehículo diseñado sobre la nueva plataforma AmpR small, creada expresamente para vehículos eléctricos del segmento B. Al ser una plataforma específica para coches eléctricos, aprovecha las ventajas de este tipo de tecnología, como puede ser un piso totalmente plano o una larga batalla de 2,54 metros –necesaria para dar cobijo a la batería y aprovechada, de paso, para favorecer un buen espacio interior–. Por supuesto, el bajo centro de gravedad que se ha hecho famoso en los coches eléctricos será una de las características de este nuevo Renault 5 E-Tech, pero según promete la marca, no tendrá que lidiar con un excesivo peso, que sitúan por debajo de los 1.500 kilos.

Hay detalles muy curiosos en el diseño del coche. Por ejemplo, la rejilla de ventilación situada en el capó del viejo Renault 5, innecesaria en esta interpretación eléctrica, se ha transformado en un indicador de carga de la batería con la forma del número 5, que se enciende cuando el conductor se acerca al coche. Los guiños al modelo original están por todas partes, como los pilotos, que además están recubiertos de un cristal aerodinámico que optimiza el flujo de aire. Por otro lado, han colocado la matrícula en el paragolpes y no en el portón, como en el modelo de los 70, y, obviamente, también han eliminado los módulos para las luces de la matrícula, que, quizá, habría estado bien que los reinterpretaran –opinión personal, claro está–.

Interior puramente digital

Ya que se ha mencionado antes el habitáculo, merece la pena que nos detengamos un poco en un pequeño repaso, pues los detalles, como decíamos, son interesantes. De primeras, si conoces bien el Renault 5 de primera generación, te darás cuenta de que han reinterpretado el patrón del salpicadero frente al copiloto, un detalle de estilo agradable y bonito, en clara alusión al modelo de los 70. En la primera edición del modelo, aquella que tenía el selector del cambio directamente en el salpicadero –como en el Renault 4–, todo el panel tenía un patrón “de rayas”, por así decirlo, pero en la segunda fase del modelo, cuando pasó a tener el selector entro los asientos, el patrón pasó a estar solo delante del copiloto y es esa versión la que se interpreta en este nuevo R5 eléctrico.

Con respecto al resto, pues nada que realmente sorpresa, pues ya hemos visto cosas en otros modelos de la compañía francesa, como el volante o los mandos. Destacar, eso sí, los detalles “chic” que han desarrollado los diseñadores, como diferentes adornos para el selector del cambio –en la columna de dirección– o los adornos para el hueco portaobjetos entre los asientos, que hacen guiños al modelo y a su fecha inicial de lanzamiento –1972–. Por cierto, los asientos también son un guiño a los montados en los Copa y Copa Turbo.

El suelo plano permite que se acomoden cinco ocupantes con cierta comodidad, pero es evidente que cuatro irán mejor que cinco. Al menos las ventanillas parecen grandes, lo que asegura buena luminosidad y los asientos delanteros son delgados, lo que también permite que los pasajeros traseros vayan un poco más holgados.

Instrumentación y multimedia cuenta con sendas pantallas de gran tamaño, cuyo diseño sigue tendencias actuales y parecen colocadas a posteriori. Hay algunos mandos físicos colocados bajo los aireadores centrales, destinados al control de la climatización y el freno de estacionamiento, eléctrico por supuesto, está colocado en un lugar que, a simple vista, parece muy incómodo de accionar. No obstante, este elemento ha pasado a un segundo plano, pues los sistemas eléctricos se accionan y quitan por forma automática.

Renault 5 E-Tech 100% eléctrico es mucho más que un coche. Llega en un momento en el que millones de europeos están a punto de hacer el gran cambio hacia una movilidad eléctrica, conectada y sostenible. También ha impulsado la transformación de Renault Group en una empresa automovilística de nueva generación”. Luca de Meo, CEO de Renault Group

Potencias “lógicas” y cargas de hasta 100 kW

El Renault 5 E-Tech presume de ser un coche eléctrico “barato”, siempre que nos guiemos por los estándares de precios del segmento eléctrico, pero para ello, han tenido que tomar algunas decisiones como optar a motores con potencias que, por decirlo de alguna manera, son lógicas. Es decir, se huye de cifras que superen los 200 CV, innecesarias en un modelo con las aspiraciones populares. Por eso, la gama contará con tres niveles de potencia: 70, 90 y 110 kW, equivalentes a 95, 120 y 150 CV. Suficientes, a todas luces, para cualquier necesidad.

Según nos cuenta la marca, el motor eléctrico de este nuevo R5 es más compacto que el usado en el Mégane E-Tech, aunque mantiene su configuración de tipo síncrono con rotor bobinado –un tipo de motor que no emplea tierras raras–.

Por el momento, solo habrá una opción de batería con 52 kWh, que promete una autonomía de 400 kilómetros en el mejor de los casos. Incorpora un cargador de 11 kW en corriente alterna, y 80 o 100 kW en corriente continua.

Las versiones deportivas, que las habrá, será cosa de Alpine y ya conocemos como será, al menos sobre el papel y en torno a una serie de datos que la misma marca publicó. Así, el Renault 5 deportivo será, como todos ya sabréis, el Alpine A290, heredero espiritual de los Renault 5 Alpine y R5 Alpine Turbo, “nuestros” R5 Copa y Copa Turbo –que no del Renault 5 Turbo, que es el mítico “culo gordo”–, el cual, según se dice, rondará los 240 CV.

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