Volkswagen Tayron, así es como se llama, desde ya mismo, la nueva entrega del Volkswagen Tiguan Allspace. Un cambio de denominación que implica muchas cosas, como un nuevo posicionamiento en el catálogo de la marca, un escalón por debajo del Touareg y unas aspiraciones mucho más premium que antes. No obstante, aunque se busca una personalidad diferente, incluso más campera –la misma marca se ha implicado en ello con sus fotos oficiales–, en el fondo es un Tiguan, con todo lo que ello conlleva.
Parece ser que los SUV serán la base de cualquier catálogo automovilístico, a no ser, claro está, que hablemos de automóviles deportivos, en cuyo caso, la cosa cambia. Pero no es el caso, Volkswagen no fabrica deportivos y aunque capacidades para ello tienen –o tenían, que nadie se olvide del Volkswagen W12–, su parcela de mercado es otra bien distinta: las ventas en masa. Volkswagen es un fabricante generalista que lleva mucho tiempo en límite del segmento premium, donde parece encontrarse muy cómodo y es ahí donde busca ganarse más adeptos con el que, ojo al dato, se convierte en su octavo SUV. Podríamos decir que la marca alemana va camino, como otros tantos, de convertirse en un fabricante de SUV…
Es cierto que Volkswagen ya no es tan Volkswagen, o dicho de otro modo, los alemanes ya no tienen ese aura de una referencia en todo lo que hacían, ya no desprenden esa imagen de coche aspiracional. Son buenos, como siempre, y en algunos casos superiores a la competencia, pero no con tanta claridad como antes. Sin embargo, eso no quiere decir que vaya a dejar de intentarlo y el nuevo Tayron es un claro ejemplo, y no porque lo digamos nosotros, es la misma marca quien lo afirma: “Volkswagen incorpora un octavo miembro a su familia SUV para atacar el mercado premium”.
Las declaraciones son concisas, pero los precios también. La marca anuncia unas tarifas que se inician en los 42.100 euros para el Tayron eTSI con 150 CV y cambio DSG y de 40.500 euros para el Tayron eHybrid con 204 CV, aunque aquí hay truco, pues los precios publicados por la marca llevan descuentos aplicados y en el caso del híbrido, incluso se tiene en cuenta el Plan MOVES.

El nombre de Tayron ya lo usaba la marca en el Tiguan de siete plazas comercializado en China
Un diseño sin nada realmente llamativo o especial
Hablar de diseño, por lo general, es meterse en camisa de once varas –para gustos, los colores–, pero en ocasiones merece la pena. Sobre todo cuando hablamos de Volkswagen, una firma que nunca se ha destacado por tener diseños muy llamativos o atrevidos, pero que, por otro lado, sí que ha puesto en el mercado coches con diseños equilibrados y hasta podríamos decir lógicos y coherentes. Y ese es el caso del nuevo Volkswagen Tayron, un diseño coherente y de volúmenes equilibrados, pero como siempre en la marca alemana, discreto, muy correcto.
Con este coche, y en general, con la nueva línea estética de Volkswagen, se producen sensaciones encontradas. Al contrario de lo que ocurre con algunos rivales como Peugeot, los alemanes han huido de formas exageradas, tecnológicas y recargadas, como siempre han hecho, pero también se han dejado por el camino la personalidad. Miras las fotos y no hay un coche feo, pero tampoco hay nada que realmente llame la atención, no hay originalidad, da la impresión de que falta algo. ¿Carácter? ¿Fuerza? Y además, con tanta obsesión por los SUV, se ha permitido cierto ingenio en los dibujos de los coches –sin contar a BMW, claro–.
Opiniones que quizá no compartas, pero que hablan de rasgos intrínsecos a la marca y que también se trasladan al habitáculo, la parte que más ha cambiado en los Volkswagen modernos y no siempre para bien. Buen, en realidad, el diseño de los interiores afecta a todas las marcas, que se han decantado por realizar líneas anodinas y simples, al tiempo que se centra todo el interés del interior así como la interacción con las funciones y sistemas a la ya casi insoportable pantalla central, que en este caso alcanza las 12,9 pulgadas y que, en opción, puede llegar a las 15 pulgadas. La instrumentación es una pantalla de 12,3 pulgadas.
Curioso es que pongan un mando físico para el volumen, los modos de conducción y la luz ambiental, pero la climatización o la calefacción de los asientos se gestiona mediante la pantalla y a través de mandos táctiles…

A veces las cosas no se entienden. ¿Para qué facilitar el manejo de cosas básicas como la calefacción, si es mejor que puedan cambiar los colores de las lucecitas del interior?
Hibridación, turbodiésel, tracción total… Opciones para todos los gustos
Para muchos será una sorpresa que todavía se ofrezcan motores diésel, pero habría que recordar que Volkswagen fue, durante mucho tiempo, el paladín de los motores turbodiésel. Por eso, en la gama del nuevo Tayron hay dos opciones turbodiésel, una con 150 CV y otra con 193 CV y tracción total 4MOTION, opciones, ambas, basadas en el 2.0 TDI con diferente configuración cada uno.
Sin embargo, las opciones que más interés tendrán, con toda seguridad, serán las híbridas, tres opciones en total: 1.5 eTSI con 150 CV, eHybrid con 204 CV y eHybrid con 272 CV. Estos dos últimos, híbridos enchufables, se componen del motor gasolina 1.5 TSI con 150 o 177 CV, según la potencia final, junto a un motor eléctrico de 116 CV y una bate´ria de 19,7 kWh que se puede cargar a un máximo de 11 kW en corriente alterna o bien, a 50 kW en corriente continua. La autonomía en modo eléctrico es de 124 y 119 kilómetros. La marca dice que son 900 kilómetros de autonomía en total, algo que no está nada mal, pero que ya se lograban con los motores diésel hace ya un buen puñado de años.
El motor más potente estará ligado a las versiones más equipadas, concretamente al acabado R-Line, que también es el más deportivo. El acabado de acceso es el “Más”, que ya llega muy completo en lo que se refiere a equipamiento.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS