La historia no contada del Lexus LFA

La historia no contada del Lexus LFA

Es mucho más que un "simple" superdeportivo japonés, hay mucha pasión en su creación


Tiempo de lectura: 12 min.

En la industria del automóvil existe un denominador común: las grandes historias se iniciaron entre bastidores. Y cuando hablamos de historias, nos referimos a máquinas que, por un motivo u otro, han dejado su huella entre fanáticos, especialistas y entre los propios fabricantes, como el Lexus LFA. Automóviles que nacieron en la mente de ingenieros enamorados de su trabajo, capaces de crear un diseño en apenas días y de convencer, quién sabe cómo, a directivos más preocupados por los dividendos y su retorno que de hacer algo especial y que perdure en el tiempo.

Hay que entender, obviamente, que un fabricante de coches vive de vender coches. Cuantas más unidades se matriculen mejor para las cuentas de la empresa y más contentos estarán los accionistas. Al fin y al cabo, hay que satisfacer a muchos implicados que han invertido su dinero en una empresa internacional.

Es por ello que determinados modelos, aquellos muy exclusivos y que requieren de grandes inversiones (y de comercialización a precios muy elevados), no son interesantes de cara a los beneficios. Por lo general, son productos que no generan un gran retorno y este, principalmente, es el motivo por el cual cada día hay menos o por el que muchos se asocian para desarrollarlos.

Lexus LFA 7

Aún así, como decíamos al inicio, hay ocasiones en las que, tanto el proyecto como sus responsables acaban recibiendo el visto bueno de los que mandan y con ello, la inversión necesaria. Muchos grandes automóviles se han forjado así, a escondidas, fruto de una conversación o de un momento en concreto que tras sucesivas reuniones, documentos e incontables horas de esfuerzo, han tomado forma.

Y así nació uno de los deportivos japoneses más espectaculares de las últimas décadas, entre bastidores. Ese deportivo es el Lexus LFA, un modelo que aupó a la división de lujo de Toyota a lo más alto del panorama mundial en un tiempo récord.

“Tal vez podría ser la salsa secreta… la salsa secreta que le da sabor a cada automóvil” – Akio Toyoda

haruhiko Tanahashi

Haruhiko Tanahashi con el chasis del Lexus LFA – Bertel Schmitt (Wikimedia Commons) CC BY-SA 3.0

El circuito de pruebas de Toyota fue el detonante de todo

El proyecto del Lexus LFA escondía muchos secretos hasta hace muy poco, cuando la firma ha contado algunos de ellos. Sin embargo, y para dar una imagen general de lo que hizo Lexus, el coste total que necesitó el LFA sigue sin desvelarse. No hay que ser muy listo para saber que este superdeportivo le costó una fortuna a Toyota, pero el hecho de mantener el montante bajo “secreto de sumario” es un indicativo de lo enorme que fue.

Para conocer cómo se fraguó la gestación de un automóvil tan especial como el Lexus LFA, tenemos que viajar hasta Hokkaido, en Japón. Allí, Toyota creó uno de los centros de prueba más espectaculares de cuanto hay por el mundo, “copiando” diferentes secciones y tipos de asfalto de los circuitos más famosos y difíciles del mundo.

Se trata del campo de pruebas Shibetsu, el cual fue el detonante, la primera piedra que acabó siendo el Lexus LFA. Gracias a su diseño y a la combinación de diferentes trazados y sectores, hizo volar la imaginación de algunos ingenieros, entre los que destaca Haruhiko Tanahashi, responsable del desarrollo del Toyota Celica GT-Four ST165.

Es cierto que Toyota se ha centrado en ofrecer productos de cierta calidad y, sobre todo, de una elevada eficiencia. La firma japonesa se ha convertido en la abanderada de la hibridación descuidando su vertiente deportiva, un apartado donde la marca cuenta con un pasado respetable.

Pero los ingenieros que hicieron realidad algunos de los coches más famosos de la marca seguían en nómina y era de esperar que tarde o temprano volvieran a las andadas. Pasó con el GT86, ha ocurrido también con el nuevo Supra y sí, también tuvo lugar con el Lexus LFA.

Corría el año 2000 y Tanahashi se encontraba rodando en la pista de Shibetsu. Tras la jornada, se mostró encantando con las instalaciones y pensando en voz alta comentó a sus compañeros que las instalaciones serían un lugar ideal para desarrollar un superdeportivo. Lo mejor de todo es que no fue una de esas ideas que se lleva el viento, las palabras hicieron su efecto y pronto comenzaron a garabatear y a esbozar diferentes ideas sobre cómo debía ser ese superdeportivo. No fue en las típicas servilletas de papel, soporte que ha servido para iniciar proyectos mágicos, pero se encontraba muy cerca de serlo.

lexus lfa prototype

Al comienzo se pensó en un deportivo con el logo de Toyota

Todos los proyectos que se han iniciado así han acabado siendo algo muy especial. Ahí tenemos nada menos que el Volkswagen Golf GTI o, en el mundo de las dos ruedas, la Ducati Monster. No obstante, lo que se estaba gastando entre los implicados iría mucho más lejos. De hecho, el proyecto fue rechazado en varias ocasiones por el desproporcionado gasto que requería. No hay nada en el Lexus LFA que haya sido tomado del banco de órganos de Toyota-Lexus. Pero no adelantemos acontecimientos.

Con los dibujos y la idea plasmada, Tanahashi necesitaba aliados para su empresa, él no tenían la fuerza necesaria y había que convencer a alguien más para que apoyara la idea. Asi que acudió a mostrarle lo que tenía a Hiromu Naruse, jefe de pruebas e ingeniero jefe de pruebas de Toyota Motor Corporation, otro enamorado de su trabajo, de la técnica y de los coches de altas prestaciones.

Digamos que Tanahashi fue a lo seguro, busco a quien sabía que apoyaría un proyecto tan gordo y con tantos visos de no pasar del papel. Y como cabría esperar, Naruse se mostró emocionado y definió algunas características que acabarían en el modelo de “de producción” como un propulsor central delantero con el que obtener un buen reparto de pesos y además un chasis que daría grandes alegrías a los más volantistas, siendo al mismo tiempo indulgente con los menos talentosos. De esta forma, juntos iniciaron los planes y dejaron sentadas las bases para lo que sería uno de los coches con motor delantero central más espectaculares.

El caso es que todo seguía siendo mucho trabajo “clandestino”. La directiva desconocía los “tejemanejes” de dos de sus ingenieros más talentosos y sin luz verde de quien maneja el dinero, no habría forma de seguir avanzando. El problema era el enfoque que tenía la compañía en aquel momento, haciendo que el objetivo pareciese estar muy, muy lejos. Tenían que plantear a la directiva, la cual había centrado la producción en las grandes series, un proyecto que apuntaba hacia el lado opuesto.

akio toyoda

Akio Toyoda, presidente de Toyota Motor Corporation

No obstante, Naruse sabía perfectamente con quién se debía hablar para que todo siguiera su curso: Akio Toyoda. Muchos pensarán que por el simple hecho de llevar el apellido Toyoda la vía libre estaba asegurada, pero no. Akio comenzó en Toyota como un empleado más de producción y fue escalando poco a poco, además era un apasionado del automóvil y según aquellos que lo conocen, tiene una mente privilegiada para los negocios, facetas que Naruse conocía al haberlo tenido de pupilo; estaba convencido que solo él podría entender el concepto que estaban planteando.

Evidentemente, Akio Toyoda también se mostró entusiasmado, pero tuvo una duda que fue crucial. La idea de un automóvil como el que sus compañeros y amigos le plantearon era algo genial, una criatura que todo ingeniero apasionado por el automóvil quería crear pero, ¿dónde encajaría un coche así dentro de la compañía? El siguiente paso se puede catalogar como el sueño de muchos fanáticos de los coches; para entender lo que había en el mercado y obtener una dirección hacia la que dirigirse, se pusieron al volante de algunos superdeportivos para encontrar eso que les hizo “super”.

“Mientras más rodaba, más comprendía, y comencé a entender dónde podía encajar la visión dentro de Lexus” – Akio Toyoda

Toyoda fue quien se dio cuenta que Toyota no sería la firma ideal para un coche así, su lugar estaba en la gama de Lexus. La división Premium de Toyota había nacido en 1989 con el Lexus LS 400, un automóvil superlativo pero no especialmente deportivo. Además no se vendían Lexus en Japòn, se comercializada con el sello de Toyota y se estaba preparando el desembarco de la firma en aquel mercado. Un coche como este podría ser el buque insignia, un coche fuera de lo común que pusiera a Lexus en lo más alto del panorama mundial y demostrara las capacidades de su equipo técnico.

lexus lfa

Nadie quería llevar a cabo el proyecto, era tremendamente caro

Es a partir de aquí donde el verdadero camino de Lexus LFA empieza a tomar forma y, obviamente, a encontrar todas las complicaciones del mundo. Lo primero que hizo Toyoda fue organizar una reunión con la alta gerencia. En aquel momento Akio había sido ascendido a director de operaciones en China y, aunque no era un puesto de especial relevancia para estos menesteres, seguía siendo miembro de la familia Toyoda y su opinión era altamente respetada.

No obstante, todos en la junta directiva rechazaron el proyecto, incluso los responsables de I+D se opusieron al desarrollo. El problema era el enorme presupuesto necesario para llevarlo a cabo. Aún así, Toyoda se propuso hacer lo imposible y solicitó a Atsuki Takada un dossier sobre el proyecto.

El propio Takada recordó así aquellos días: “el LFA fue apoyado por muy pocas personas. Incluso los ingenieros querían detener el proyecto debido al costo. Se requerían enormes recursos: todos los componentes tenían que desarrollarse de manera única y no sería posible reutilizar sus partes”.

Lexus LF A Concept

Lexus LF-A Concept (2005)

No ha trascendido cómo lo lograron, pero finalmente, la junta acordó que la propuesta del Lexus LFA no se podía analizar con métodos tradicionales y en una reunión de muy alto nivel, con cerca de 100 personas presentes, Takada dijo: “solo hay un gerente de división, pero creo que vale la pena“. Poco después aparecieron rumores y comentarios asegurando que Toyoda y Atsushi lo habían conseguido, el Lexus LFA sería una realidad.

El proyecto Lexus LFA fue aprobado, pero se hizo con una “advertencia” y una condición: la producción se limitaría a 500 unidades. Tanahashi se vio un poco defraudado, pero un coche así podría servir para otorgar una imagen especial a Lexus.

Los primeros prototipos de LFA comenzaron a rodar en junio del 2003 y Haruhiko Tanahashi, ingeniero jefe del proyecto, se aseguro de que Toyoda fuera siempre el primer piloto de pruebas: “Puede que no sea ingeniero, pero sabe lo que le gusta y lo que no, y está entusiasmado”.

lexus lfa gazoo racing

El Lexus LFA fue el primer coche de GAZOO Racing

El resto ya es historia y acabó siendo uno de los deportivos japoneses más avanzados y especiales hasta la fecha. Pero además, también fue la primera piedra de algo que actualmente se está escuchando mucho en Toyota: GAZOO Racing. En 2007, tanto Toyoda como Naruse quisieron canalizar de alguna forma su pasión por el automovilismo y formaron un equipo de carreras con el objetivo de correr las 24 Horas de Nürburgring y para ello, emplearon dos prototipos de carreras del Lexus LFA. El primer concept se presentó en el Salón de Detroit en 2005 como LF-A Concept.

La primera prueba en la que estuvieron presentes fue en 2009, con dos unidades de competición del nuevo deportivo de Lexus y un equipo de reputados pilotos. Fue también un momento interesante, ya que el propio Akio Toyoda formaba parte del plantel de pilotos, pero se inscribió bajo el pseudónimo de “Morizo”, una popular mascota de dibujos animados japonesa. El mismo lo contó así: “habría sido duramente criticado si hubiera usado mi propio nombre. No por otros competidores sino por la junta. Se trataba de sentir el automóvil. Necesitaba desarrollar mis propios sentidos para construir un mejor automóvil”.

Ni Morizo (Akio Toyoda) ni el Lexus LFA ganaron nunca las 24 Horas de Nürburgring, pero sirvió para el desarrollo del modelo y para crear algo más importante: una imagen tecnológica y puntera para Lexus. No obstante, que el presidente de una compañía como Toyota Motor Corporation compita en pruebas de alto nivel, trae de cabeza a los accionistas. Kiyotaka Ise, director ejecutivo de Lexus en aquel momento lo recuerda así: “En cada reunión de accionistas me preguntaron si era seguro que el presidente compitiera. Y yo decía que lo hacíamos lo más seguro posible. Su carrera era buena para la marca”.

lexus lfa nurburgring edition

Sin embargo, el Lexus LFA tiene vinculada una nota amarga. Durante el proceso de desarrollo del deportivo nipón, falleció Hiromu Naruse, mano derecha, mentor y gran amigo de Akio Toyoda, sufrió un accidente de camino al circuito en el que perdió la vida. Para honrar su memoria se creó la edición especial “Nürburgring Edition”, limitada a 50 unidades, una versión más radical y puesta a punto para ser veloz en el mítico trazado alemán.

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Sobre mí

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

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GC Racing
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GC Racing

A mi gusto, junto al NSX, los japos por excelencia para sentir lo que es conducir.

Ni que decir lo brutal que suena este LFA.

pabeni
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pabeni

Motor Yamaha v8 que todavía monta Lexus, lo he escuchado, suena tremendo.

Javier Costas
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Se te han perdido un par de cilindros, jeje. El motor 1LR-GUE es exclusivo del LFA y V10, te confundes con el 5.0 V8 (2UR-GSE) de IS F y GS F.


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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

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