El nuevo Vantage S no grita, susurra: más rápido, más fino, más Aston

El nuevo Vantage S no grita, susurra: más rápido, más fino, más Aston

La “S” podría ser de “Superman”


Tiempo de lectura: 9 min.

Si llevas tiempo metido en el mundo de los deportivos, sabrás que la “S” en Aston Martin no es solo una letra más. Es una firma que indica que ese modelo lleva algo extra, que no es el coche estándar con algunas pegatinas molonas. Es más potente, sí, pero porque ha llevado un trabajo serio en motor, chasis y electrónica para conseguir un conjunto mucho más pulido y efectivo.

El Vantage S no es coche para un pintas cualquiera, ni lleva alerones estrambóticos ni un sonido descomunal. Más bien es un susurro sofisticado, una manera de decir “aquí hay algo especial” sin necesidad de hacer más ruido del que debe hacer un coche de su nivel. Sus 680 caballos son pura fuerza contenida que se manifiesta en la respuesta inmediata y en la sensación de control absoluto que transmite en cualquier situación.

Este coche es el resultado de décadas de perfección. Aston Martin no se ha limitado a subir cifras de potencia por puro marketing, sino que ha afinado cada detalle para que ese motor V8 biturbo de 4.0 litros AMG funcione con la precisión de un reloj suizo atómico y que esa potencia llegue siempre en el momento justo y con la progresividad que esperas cuando quieres disfrutar al volante.

Así que olvídate de gritos, aspavientos, y de esa moda hortera del chándal de colores de los nuevos ricos. El Vantage S te habla en voz baja, pero con una autoridad que pocas máquinas pueden permitirse. Es el arte de la discreción aplicada al rendimiento más puro.

Aston Martin Vantage S (2)

Un linaje que pesa

El nombre Vantage tiene peso, y no es casualidad. Apareció por primera vez en los años 50 para identificar versiones mejoradas y más potentes de los Aston Martin de competición. Desde el DB2 Vantage hasta el mítico DB5, ese coche que todos conocemos por James Bond, la “S” y el apellido Vantage han ido siempre ligados a la deportividad y el carácter.

El V8 Vantage fue un superdeportivo en toda regla durante los 70. No solo era una referencia en Gran Bretaña, sino para el mundo entero, al que sorprendía con versiones que rozaban los 274 kilómetros por hora y que demostraban que Aston podía competir con lo mejor en tecnología y prestaciones.

Luego llegó el siglo XXI, la llegada del V8 Vantage moderno sentó las bases para el éxito global de la marca gracias a un motor exclusivo hecho a mano que ofrecía una combinación difícil de igualar: potencia, sonido y una conducción precisa y gratificante.

El Vantage S que se presenta este 2025 es la continuación lógica de esa historia de éxito refinado. Hereda lo mejor del pasado, pero incorpora avances tecnológicos actuales, fruto de la alianza con Mercedes-AMG, que no solo le dan potencia, sino un tacto y una respuesta únicos.

Aston Martin Vantage S (3)

Motor y transmisión: pura precisión

El motor V8 de 4.0 litros biturbo es la joya de la corona. Presumiendo de 680 CV y 800 Nm de par, no solo sube la cifra respecto al modelo anterior, sino que lo hace con una puesta a punto que consigue que ese extra se note en la entrega, y no solo en el papel.

La electrónica se ha recalibrado por completo para que la respuesta del acelerador sea directa pero controlable, y el sistema de Launch Control te permite hacer el 0 a 100 km/h en 3,4 segundos. Los números hablan por sí solos, pero la verdadera historia está en cómo se siente el coche al ponerlo a prueba en carretera o circuito.

La caja automática ZF de ocho velocidades está situada en la parte trasera para mantener una distribución de pesos perfecta, lo que se traduce en un comportamiento más equilibrado y estable. Las transiciones entre marchas son rápidas y suaves, y se adaptan a cada modo de conducción para maximizar la eficiencia y el rendimiento.

No se trata solo de potencia, sino de cómo esa potencia se controla y se transmite. El Vantage S no te lanza de golpe al asiento como en esos vídeos virales, sino que te lo hace disfrutar desde el primer metro hasta que paras.

Aston Martin Vantage S (5)

Suspensión y chasis: sin miedo al éxito

Aston Martin ha apostado fuerte con amortiguadores adaptativos Bilstein DTX. No son poca cosa: se adaptan al instante a las condiciones del asfalto y al estilo de conducción, para ofrecer un equilibrio excelente entre comodidad y agarre.

El cambio más interesante está en el subchasis trasero, que ahora va montado directamente a la carrocería sin silentblocks. Esto reduce el filtrado de vibraciones, sí, pero a cambio aporta una precisión y un feedback que pocos coches ofrecen, y hace que la conducción sea mucho más comunicativa y directa.

Los muelles traseros son más suaves para compensar y mantener el confort, y la geometría del eje delantero se ha ajustado a la perfección para mejorar el agarre en curvas rápidas, con un tacto de dirección más rápido y sensible.

Todo este trabajo conjunto hace que el Vantage S se perciba en las manos del conductor como un coche pensado para disfrutar a fondo pero sin perder ni una pizca de confort en el día a día.

Aston Martin Vantage S (4)

Aerodinámica sin estridencias

El alerón trasero del Vantage S no es un adorno para ir de malote. Genera más de 40 kilos de carga aerodinámica a máxima velocidad y, junto con las mejoras en el suelo del coche, suman más de 100 kilos, lo que es un dato clave para la estabilidad a fondo.

Las tomas de aire sobre el capó cumplen doble función: mejoran la refrigeración del motor y aportan un toque visual que rompe con la monotonía sin parecer un pegote. El acabado en fibra de carbono o gloss black las hace aún más elegantes.

Esta aerodinámica tan cuidada no solo ayuda a que el coche se agarre más, sino que reduce el esfuerzo necesario para mantenerlo estable a velocidades altas para que la emoción al volante no vaya de la mano de pegarte un buen piñazo.

Uno de los puntos fuertes de este cohete de barrio fino es que no hay exageraciones visuales; todo está pensado para funcionar y mantener la línea de diseño limpia, que es uno de los sellos de Aston Martin.

Aston Martin vantage S (1)

Interior y acabados: detalles que cuentan

El Vantage S mezcla por dentro materiales como cuero y Alcantara con detalles en fibra de carbono, lo que resulta en un ambiente deportivo pero acogedor. Nada de estridencias, solo calidad palpable en cada rincón.

Los bordados “S” en los asientos son obra artesanal: 2.500 puntadas para dejar clara la exclusividad del coche (casi nada), y no solo eso, los reposacabezas llevan el logo bordado con técnicas que combinan relieve y hueco para un acabado impecable.

El programa Q de personalización eleva esto aún más, y te permite elegir colores, acabados y detalles que hacen de cada Vantage S un coche único, hecho a medida para su propietario. Su configurador te permite dar rienda suelta a tus fantasías más bondescas. ¿Quieres cambiar los colores de los bordados? ¿Redefinir los tonos del interior por completo? Puedes, por un precio.

Este equilibrio entre lo deportivo y lo artesanal es parte de lo que siempre hace que conducir un Aston Martin sea una experiencia diferente, y es lo que se aplica en el Vantage S.

Aston Martin vantage S (2)

Tecnología pensada para el conductor

El sistema de infoentretenimiento no busca ser un escaparate tecnológico, sino una herramienta útil y accesible. La pantalla táctil de 10,25 pulgadas integra las funciones básicas y conectividad sin complicar la vida al conductor.

Los controles físicos permanecen, algo que muchos pilotos agradecemos, porque no quieres estar perdiendo tiempo mirando una pantalla cuando estás conduciendo rápido. Lo último que quieres es tener que explicarle a la enfermera que has chafado 200.000 euros de coche por quitar a Bad Bunny.

Además, el paquete de asistentes a la conducción está completo, pero es discreto: frenado autónomo, aviso de cambio de carril y cámara 360°, entre otros, pero sin meterse demasiado en la experiencia de conducción pura.

Este enfoque se nota: Aston Martin apuesta por una conducción sin distracciones, con apoyo tecnológico justo donde se necesita.

Aston Martin Vantage S

El estreno en Goodwood

No es casualidad que Aston Martin haya elegido el Festival de la Velocidad de Goodwood para mostrar el Vantage S. El coche ha demostrado allí frente al público experto que no es solo bonito, sino efectivo y serio.

Los comentarios han sido unánimes: es rápido, preciso y más refinado que nunca, sin perder la esencia de lo que debe ser un Aston Martin.

Goodwood es un buen banco de pruebas porque pone a prueba tanto la ingeniería como la sensación de conducción, y en ambos terrenos el Vantage S ha dejado huella.

Es un coche pensado para los que valoran cada detalle, no solo las cifras. Como se suele decir, lo bueno está en las distancias cortas.

Competencia y posicionamiento

Si te gusta comparar, verás que el Vantage S está en la misma liga que el Porsche 911 Turbo S, el Mercedes-AMG GT o el Ferrari Roma pero sin ser un calco de ninguno.

El Porsche apuesta por la eficiencia y la tecnología, el Mercedes por la potencia bruta, y el Ferrari por la pasión italiana. El Vantage S, en cambio, combina potencia con refinamiento y ese punto de clase británica que no se puede imitar.

Se estima que el precio en España estará por encima de los 200.000 euros, es decir, un rango en el que el cliente busca algo más que un simple coche rápido: quiere historia, exclusividad y una experiencia de conducción que destaque frente al exceso porque sí.

Para quienes valoran la velocidad con clase, el Vantage S es una opción muy atractiva.

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Sobre mí

Jose Manuel Miana

Ando loco con los coches desde que era pequeño, y desde entonces acumulo datos en la cabeza. ¿Sabías que el naufragio del Andrea Doria guarda dentro el único prototipo del Chrysler Norseman? Ese tipo de cosas me pasan por la cabeza. Aparte de eso, lo típico: Estudié mecánica y trabajé unos años en talleres especializados en deportivos prémium.

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

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Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

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Soy un apasionado de los coches desde que era muy pequeño, colecciono miniaturas, catálogos, revistas y otros artículos relacionados, y ahora, además, disfruto escribiendo sobre lo que más me gusta aquí, en Espíritu RACER.

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Veo arte en los coches y en sus diseños una potencia que va más allá de las cifras. Ex conductor de Renault 12 rojo modelo 1995 de épicos e imprevisibles episodios, al que recuerdo por la hostilidad de su volante, pero, sobre todo, por nunca haberme dejado en el camino.

Jose Manuel Miana

Ando loco con los coches desde que era pequeño, y desde entonces acumulo datos en la cabeza. ¿Sabías que el naufragio del Andrea Doria guarda dentro el único prototipo del Chrysler Norseman? Ese tipo de cosas me pasan por la cabeza. Aparte de eso, lo típico: Estudié mecánica y trabajé unos años en talleres especializados en deportivos prémium.