España es el segundo fabricante de vehículos en Europa y el noveno a nivel mundial; somos una potencia mundial en cuanto a fabricación de automóviles y pronto, también lo seremos en cuanto a fabricación de coches eléctricos. Algunas marcas ven en España un lugar perfecto para iniciar la producción de coches eléctricos, los que moverán a los usuarios en el futuro.
Sin embargo, aunque somos una referencia en cuanto a producción, no lo somos en cuanto a cultura en torno a los coches. En España, los usuarios se decantan, en la mayoría de las ocasiones, por las versiones más “normales”, aquellas con motores poco potentes y las más baratas de adquirir. Tiene su lógica, los precios son los más accesibles, pero eso demuestra también una falta de información porque hay otras formas de acceder a otras versiones más interesantes, como la subasta de autos.
Los usuarios españoles estiran mucho la vida de sus coches y recurren siempre a los más económicos, aunque podrían cambiar las tornas si tuvieran como posible opción la subasta de coches, pues las subastas ofrecen un amplio catálogo de modelos a precios más que interesantes. Además, el ser una subasta le otorga un interés adicional: si nadie más está interesado, podríamos estar ante una compra muy, muy económica.
Las subastas son un modelo interesante para adquirir buenos vehículos a un precio bajo
Hasta hace unos años, el automóvil español estaba caracterizado por ser, en su mayoría, del segmento B o del segmento C, es decir, o utilitarios o compactos. En esto se parecía mucho al resto de países europeos, donde los utilitarios y los compactos dominaban las ventas. Son coches que siempre han ofrecido una buena relación entre espacio interior, precio y prestaciones, con un diseño que, en ocasiones, resulta de lo más atractivo.
Ahora, sin embargo, al igual que ocurre en Europa, el coche español es un SUV, por lo general, y como ocurría antes, del segmento B o del segmento C. Coches utilitarios y compactos, con los que se busca una buena relación entre precio, espacio interior y prestaciones. El caso es que los SUV, de media y sin importar el segmento o la versión, son más caros que cualquier coche compacto o que cualquier utilitario. Al menos, los usuarios españoles se han dado cuenta de que hay tecnología, como la hibridación, que resulta muy interesante en el día a día, aunque todavía falta comino por recorrer en estos aspectos.
No obstante, todos estos SUV híbridos, son coches caros, más caros que sus homólogos en el segmento de los compactos. Buscar la oferta, el descuento y la “guerra” de precios entre concesionarios siempre ha sido lo más recomendable, pero también es recomendable abrir el abanico y pensar en cosas como las subastas. Lo hemos dicho antes y lo volvemos a decir, las subastas ofrecen la posibilidad de acceder a ese coche que tanto nos gusta, pero por un precio algo más contenido.
El siguiente paso en España es la adopción del vehículo electrificado, del coche con grupo motor híbrido, híbrido enchufable y sobre todo, del coche eléctrico, en especial, en las grandes ciudades.
Redaccion
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