El coche de los sueños. El que soñaron en Maranello, el que seguimos soñando. El que aparece con Hamilton cuando es presentado como piloto 2025, el que alguna vez fue el más rápido del mundo. Honestamente hostil, de sinceridad manual. La musa inspiradora sin fecha de caducidad. El que no necesitó rebajarse al plano de lo experimental –como sí lo fue la saga Testarossa–, pues nunca fue un servidor. El mejor de los años ochenta y no lo digo yo, sino los tifosis que votaron para que lo fuera. ¿Acaso necesitaba de esa confirmación? El Ferrari F40 fue siempre el coche y lo sigue siendo.
El F40 ha dado sobradas pruebas de que el tiempo no puede con él, de que lo ha vencido, y da la sensación de que los años seguirán pasando, de que las décadas seguirán pasando, y que, aun así, no habrá tecnología de avanzada que lo eclipse, como si llevara la palabra atemporalidad, vaya término exprimido hasta el cansancio cuando se habla de un clásico, grabada en la parte interior de alguno de sus paneles.
En Maranello, el paso del tiempo se mide por intervalos de diez años, porque los avances se congregan en el superdeportivo de época al cabo de ese período aproximado. Cada década tiene un representante en la mesa de los Big Six, y el Ferrari F80 podrá haber presumido y con las máquinas-pináculo futuras se seguirán agregando sillas de privilegio, pero el F40 seguirá siendo el coche. Incluso a pesar de la desventaja de poder frente a sus sucesores, todos ellos, a excepción del lanzado en 2024, con motor V12. Pero no importa, porque a su reputación no la afecta ninguna eventual comparación entre configuraciones mecánicas. Dicho esto…
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Junto al GTO, el F40 es el único supercoche de la marca italiana con motor V8, por lo cual vale igual hacerse la pregunta. ¿Sería compatible un doce cilindros detrás de los asientos de un Ferrari F40? El planteo ya se lo han hecho y se ha intentado resolver de diversas formas y por diferentes medios. Los antecedentes indican que sí, pero cada vez que ocurrió, se llevó a cabo con las modificaciones pertinentes. Por ejemplo, en el 2001 un taller británico de personalización obtuvo un chasis original del F40 que Ferrari había usado en pruebas de choques. Al momento de su reconstrucción en sus instalaciones del Reino Unido, el V8 biturbo de serie fue reemplazado por un V12 atmosférico heredado del Ferrari 550 Maranello.
El espacio de compartimento no debió haber sido un factor que implicara un retraso en el proyecto si consideramos que el V8 del F40 montan sus bancadas a 90 grados, mientras que las del doce cilindros del 550 lo hacen a 65 grados. Una clave debió estar en la distribución de peso, con los beneficios que permite en ese apartado un doce cilindros en V, y otra en poder soportar el peso extra, aunque a su favor coincidía en el bastidor tubular. Reformulo la pregunta: ¿Sería compatible un doce cilindros de la saga F140 detrás de los asientos de un Ferrari F40? ¿Cuánto influye el factor peso en esta seductora fusión?
Lo último vino de la mano de un youtuber que obtuvo paneles de carrocería del Ferrari F40, pero que debió replicar el chasis mediante escaneo 3D. Eso sí, la ocasión fue aprovechada al máximo, pues su chasis tubular recibió mejoras como para adecuarse a las demandas del F140 fundacional. “El punto de referencia para este proyecto fue un motor Enzo. Una versión de seis litros de este mismo motor que genera 660 CV”, explicó en su vídeo Mike Burroughs. Con un aumento que ya requería actualizaciones de chasis, el panorama debía cambiar cuando lo que consiguió fue la versión F140 GA, el V12 de 800 caballos y 6,5 litros tomado del Ferrari 812 Superfast.
Con el tiempo y los avances tecnológicos, los motores se volvieron cada vez más ligeros, porque lo que fue relativamente reveladora la confirmación de Burroughs al comparar pesos y notar que el V12 del Superfast registraba apenas 208 kilogramos. Esto ayudaría a compensar el desplazamiento superior del F140 GA en relación con la cilindrada del V8, mientras que, prescindiendo de los dos turbocompresores, su ligereza, con los ajustes y actualizaciones necesarias por tratarse de la unión de dos ingenierías distantes, sería suficiente para montarse en el chasis de un F40.
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Mauro Blanco
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