Ciertamente, no me gustaría estar en el pellejo del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez. Está soportando más presión que los tornillos de un motor RB26DETT apretado a más de un millar de CV. En teoría, va a ser el próximo presidente del Gobierno, pero todo apunta a que la primera investidura no tendrá los apoyos necesarios, y la segunda intentona, ya en septiembre, es toda una incógnita.
Nos guste o no, el programa electoral del PSOE viene con más cambios para el sector del automóvil en una buena temporada. Son cambios de calado: igualdad fiscal de gasolina/gasóleo (“impuesto al diésel”), potenciar un cambio industrial importante hacia la electromovilidad, sentar las bases para el despegue definitivo de los vehículos eléctricos, endurecer la legislación contra los infractores viales, descarbonizar la industria a largo plazo, etc.
En su contra están claramente posicionados varios partidos políticos. El PP hace oposición frontal escudándose en lo que es “bueno para España”. Ciudadanos es rehén de sus palabras y no puede abstenerse en la votación -por eso de la coherencia-, tampoco puede decir que sí, y si dice que no, les tacharán de bloquear la formación del Gobierno. Vox a lo suyo, todo lo que está a la izquierda de Ciudadanos puede contagiar de algo al respirar el mismo aire.
Pero también están amenazando con decir que no sus aliados “naturales”. Unidas Podemos quiere sillones y la cópula (¿o debería decir cúpula?) necesita tener algo de relevancia, que el chalé de Galapagar no se paga solo, y hay que recuperar confianza de todos los votantes que les han dado de lado por sus incoherencias. Las fuerzas secesionistas vascas y catalanas piden un precio más alto que el que dijo a un rey que le diera 2n granos de trigo por cada casilla del tablero de ajedrez, incluyendo que Sánchez se pase por el forro la separación de poderes. Navarra Suma votará que no si el PSOE entrega la comunidad a los herederos de los abertzales. Podría seguir, pero no quiero aburriros.
Los empresarios también presionan, quieren estabilidad para que la economía tenga menos incertidumbres. SEOPAN -patronal de constructoras- vuelve a dar la matraca con lo del repago en las autopistas (peajes en autopistas públicas, a la portuguesa) aunque toda la sociedad dependa de ellas. Los fabricantes y patronales automovilísticas piden planes de estímulo y que se aclare el marco normativo. Ecologistas en acción recuerda que en 2018 “45 millones de personas respiraron aire contaminado en el Estado español”. La DGT tiene paradas reformas por la parálisis política mientras suben las muertes por distracciones y salidas de vía.
Tiene mérito no volverse loco con tanto frente abierto. Aunque hoy día se menosprecia bastante todo lo asociado a la veteranía y la madurez, los políticos actuales -que son de los más jóvenes de la historia patria- igual tendrían que aprender del espíritu de consenso que hubo en la transición, donde gente que hoy no se podría ni ver se puso de acuerdo en pro del bienestar de todos. La política de frentes, cordones sanitarios y de no hablar con Fulanito por si se me contagia algo nos tiene en una parálisis desde hace tiempo. Igual el bipartidismo fuerte al estilo Estados Unidos no es una fórmula tan mala, me lo estoy pensando.
El mundo no va a esperar a que Pedro Sánchez tenga un gobierno estable y mayorías parlamentarias. La Unión Europea es como un transatlántico, lleva mucha inercia y cuesta pararla, y al margen de lo que se dedica en Bruselas los chinos y los norteamericanos son superpotencias y arrasarán con los rezagados que haya en su camino. O nos unimos al tren, o lo perderemos.
Pedro Sánchez no parece temer otras elecciones, aumentaría sus votos y sus enemigos quedarían debilitados, y algún “amigo” también
Y es que el mundo está cambiando a un ritmo vertiginoso. Marruecos, Argelia, Túnez, Egipto… son países que están geográficamente cerca y empiezan a tener una incipiente industria automovilística, como la tuvo Turquía en su momento, y acabarán siendo competidores. El este europeo se está plagando de fábricas de vehículos y de componentes, también son/serán competencia. Los únicos que quieren quitarse de en medio son los británicos, que como consumen el Brexit van a flipar con las consecuencias (y nosotros, ojo).
Por lo expuesto, la clase política española tiene que espabilar, y rápido. Hay reformas que tendrán que hacerse sí o sí, ideologías al margen, como poner un “Madrid Central” en todas las grandes ciudades (75.000-100.000 habitantes hacia arriba), avanzar en la electromovilidad, reducir el consumo de energía fósil y ser más independientes, ser más competitivos, modernizar la economía con robótica, inteligencia artificial, investigación operativa y una legislación laboral en condiciones…
Puede que estéis pensando: “vale, ¿y eso en qué nos afecta?” Pues hay que hacerse oír, que la democracia no consiste exclusivamente en ir a votar. Los 350 escaños del Congreso están ocupados por personas que cobran un sueldo muy jugoso por representarnos. En la siguiente página web están hasta las redes sociales de muchos de ellos (310 ahora mismo). Podéis trasladarles vuestros pensamientos, su trabajo es hacer algo con ellos.
Si nuestros políticos no hacen adecuadamente su trabajo, habrá que pasarles un recordatorio
Desconozco si Pedro Sánchez será presidente o no, si estará cogido por las pelotas por los nacionalistas, por Podemos o por Ciudadanos, o si el 10 de noviembre nos tocará ir a votar otra vez. Hace falta un gobierno, no tiene que ser débil, y se necesitan consensos para llevar a cabo esas reformas que o bien el país acomete, o nos quedaremos en una segunda fila.
España es el quinto mercado europeo en importancia en matriculaciones, el segundo productor europeo, y una de las locomotoras económicas de la zona del Mediterráneo. Somos importantes, necesitamos representantes a la altura de esa posición, ese poder, y esa responsabilidad. Retomo un eslogan de Pirelli que es fantástico para esta ocasión:
“La potencia sin control no sirve de nada” – Pirelli
Javier Costas
Me gustan los coches desde que tengo uso de razón (o antes). Tras haber conducido más de 400 coches aquí sigo, divulgando y aprendiendo a partes iguales sobre las cuatro ruedas. Vosotros habéis hecho que se convierta en mi pasión.Artículo digno para dar columnas a mansalva en un periódico puntero. Nada objetable por mi parte, estoy de acuerdo en todo, está de pm.