Cierto, este artículo viene con algo de retraso, aunque más se ha retrasado el retorno del Toyota Supra: 16 añazos. Apareció por primera vez en el tope del gama del Celica en 1978, se repitió la fórmula en 1981 (A60) y a partir de 1986 (A70) se convirtió en un modelo independiente. El Supra pasó a ser un Gran Turismo de propulsión y motores longitudinales de seis pucheros (lo que ya era), el Celica un compacto con motores transversales y tracción delantera o total. En 1993 llegó el cuarto modelo (A80), que llegó a la cúspide de su popularidad próximo a terminar su vida comercial.
En 2002 terminó el sueño en Japón (en 1998 en EEUU), entre las normativas anticontaminación y la corrección política. Con el tiempo, el modelo más deportivo que tuvo Toyota en su catálogo europeo fue el Auris D-4D CAT (177 CV) y el más potente el Land Cruiser. También mordieron el polvo el Celica y el MR-2. La deportividad estuvo muy ausente en Toyota hasta la llegada del GT 86 en 2012, a su vez anticipado por tres prototipos. Era el principio de un cambio de planteamiento que va en múltiples direcciones.
No solo trajo Toyota un modelo a la vieja usanza, también volvió a las competiciones y desarrolló pimienta para algunos de sus modelos de producción masiva, véase el Yaris GRMN. Toyota quiere recuperar su reputación racing y para ello es imprescindible recuperar el Supra. Tendrá bastante genética alemana, ya que es un desarrollo conjunto con BMW, pero eso no tiene que significar nada malo. Al menos en esta categoría, los bávaros están respetando las normas del juego; en otras, psché.

El Toyota GR Supra Racing Concept mostrado en el Salón de Ginebra es un prototipo de coche de carreras, diríase homologado para competir. Tiene llantas monotuerca BBS, neumáticos Michelin, frenos Brembo, volante y asientos OMP, extintor, jaula de seguridad, escape de competición… Si le quitamos todas las piezas y la decoración de guerra se queda lo que tendrá el Supra de calle: la carrocería. Toyota no facilitó datos sobre el motor que tendrá, sus prestaciones, consumos, habitabilidad en plazas traseras, qué tecnología llevará…
En Ginebra hemos visto un aperitivo, no un coche de producción en serie
Una cosa tiene Toyota clara, “Supra” es sinónimo de reputación deportiva, y bien sabe lo que ha de agradecer a la saga “Gran Turismo” de Playstation y a las películas de “Fast and Furious” que aún se recuerde lo que significan esas cinco letras. Los quemados no lo vemos igual, porque la cuarta generación sigue hipercotizada, las generaciones previas no tienen ese halo y por tanto son mucho más económicos (también están peor conservados en general).
Probad a encontrar una unidad del Supra (A80) que esté en perfecto estado, sin tunear, y que no sea una estafa: son cinco cifras, y no precisamente cerca de 10.000 euros. Alguno se puede encontrar baratito si es atmosférico e inglés (volante a la derecha), pero los biturbo (330 CV de serie) están por las nubes aunque sean automáticos. El que consiguiese uno económico puede darse con un canto en los dientes, porque siendo la oferta tan limitada, los precios difícilmente van a bajar.
La generación A90 del Supra dará que hablar, desde luego a nivel deportivo. Este prototipo cuenta con el toque mágico de Toyota GAZOO Racing, que es el paraguas deportivo de la insignia de las tres elipses. El primer fabricante que se pudo jactar de destronar a la todopoderosa General Motors como primer fabricante mundial no se puede permitir el lujo de desatender una clientela potencial como la nuestra, los que tenemos el espíritu RACER en las venas.
Ahora bien, del modelo de serie no podemos esperar que sea asequible, porque no lo va a ser. Puede que cueste un poco menos que el BMW equivalente. Igual Toyota pone a la venta una versión de cuatro cilindros con turbo, por lo menos 240 CV, pero yo no lo imagino por debajo de 40.000 euros, y puede que tampoco por debajo de 45.000 euros, pero ya estoy siendo muy hipotético.
El historial deportivo de la saga Supra es modesto en la segunda y tercera generación: participó en las carreras IMSA americanas en los 80, alguna participación en el Rally Dakar, campeonato japonés de turismos (JTCC), lo mismo en Australia (ATCC) y Gran Bretaña (BTCC)… Es la cuarta generación la que además de participar, ganó cosas, como cuatro ediciones del GT500 japonés. Hay que citar algo casi olvidado, que un Supra A80 muy modificado e híbrido ganó las 24 horas de Tokachi en 2007. ¡Vaya!

Toyota sabe que la competición es algo más que marketing o postureo comercial, es tener la base para hacer coches fiables porque pocas cosas hay más estresante para un coche que las carreras (el 2000GT es un perfecto ejemplo), además de los atascos de la M-40. Si de esta forma Toyota quiere recuperar su reputación, lo va a lograr. Esperamos verle competir y haciendo buenos papeles.
En cuanto a la versión de calle, habrá que seguir esperando. Esta marca es muy poco dada a soltar detalles sobre sus productos de futuro, preguntar al respecto es perder el tiempo.
Javier Costas
Me gustan los coches desde que tengo uso de razón (o antes). Tras haber conducido más de 400 coches aquí sigo, divulgando y aprendiendo a partes iguales sobre las cuatro ruedas. Vosotros habéis hecho que se convierta en mi pasión.Me he quedado a cuadros con eso del Supra en el Dakar…
Y claro, no fue como Supra, sino como Celica XD
http://www.dakardantan.com/forum/toyota-celica-n170-fougerouse-de-belabre-vt279.htmlSe me fue la pinza. Quise decir rally…
Yo diría que acertaste igualmente…