Todos sentimos cierto cariño por el Mini original, un coche que popularizó a las masas durante décadas y que, gracias a un diseño sencillo y muy inteligente, permitió labrarse su propia reputación tanto en las calles como en el mundo de la competición. Ahora ha vuelto a la vida, con un sistema de propulsión 100% eléctrico y sin perder la esencia original. Este es el Swind E Classic Mini.

Los coches eléctricos pueden tener también alma, aunque el rugido de su mecánica no nos deleite acústicamente como lo haría un motor de combustión. Swindom Powertrain, una empresa dedicada a la ingeniería y tecnología con sede en Reino Unido, ha sido la encargada de gestar este Mini eléctrico. Antaño, la entidad se dedicaba al mantenimiento de motores de Fórmula 1 durante la década de los 70 y principios de los 80.

Presentado a Theresa May, primera ministra británica, durante el congreso mundial Zero Emission, el proyecto ya tiene la financiación suficiente para continuar adelante. El tren motriz es un diseño propio, hecho a medida por los propios ingenieros de la empresa. Además, la carrocería tiene protección anticorrosiva contemporánea para asegurarse de que no se oxide como un original de los años sesenta. La adición de nuevas piezas de freno y suspensión aseguran que, al conducirse, se sentirá como un coche relativamente moderno.

Aunque no esperes cifras que impresionen de este pequeño eléctrico. Bajo su carrocería, hay una batería de iones de litio de 24 kWh y un motor eléctrico que produce 110 CV, capaz de hacer cubrir el sprint de 0 a 100 km/h en 9,2 segundos. No son números que impresionen en el mundo de hoy, pero aún así es más rápido que el Mini con su motor de gasolina original. La velocidad máxima apenas llega a los 130 km/h, y su rango de autonomía se estima en unos 200 km, suficientes para los trayectos urbanos.

El peso es de tan solo 720 kg, 80 kg más que el Mini original, por lo que es uno de los coches eléctricos más livianos en venta

Los beneficios de modernizar y electrificar el Mini ayuda en otras áreas también. En el interior podemos encontrar un sistema de infoentretenimiento con navegación y compatibilidad con Apple CarPlay y Android Auto. Los puertos USB también forman parte de la dotación de serie, al igual que los asientos de cuero con calefacción. Curiosamente, el aire acondicionado es una opción.

Para realizar esta conversión, es necesario un Mini de partida, y cambiar su motor de gasolina, su caja de cambios y el depósito de combustible. Esto último permite al Swind E Classic Mini aumentar en 200 litros su capacidad de carga y mejorar su distribución de peso (57/43). ¿Su precio? En torno a las 79.000 libras, más de 90.000 euros al cambio. Tan solo 100 unidades verán la luz, y cada una tendrá garantía durante un año con kilometraje ilimitado. Se ensablará en Wiltshire y podrás elegir entre volante a la derecha o volante “en el lado incorrecto”, como dice Jeremy Clarkson.