Es cierto que Rolls-Royce no es una marca que se alinee mucho con los gustos de la redacción. Ofrece coches de una calidad altísima, un lujo desbordante y detalles que solo se pueden obtener a base de pagar muchísimo dinero, cosas que apreciamos y sabemos valorar. Pero sus coches no tiene ese espíritu RACER que nos da nombre, aunque no por ello estén faltos de pasión. Su pasión es distinta, más enfocada a disfrutar de lo máximo que puede ofrecer la vida a base de dinero.
Sin embargo, es justo reconocer que bajo el capo tienen un motor descomunal, un V12 turbo capaz de superar los 550 CV sin tener que ir más allá de las 5.000 revoluciones, o de rendir 850 Nm de par a menos de 2.000 revoluciones. Un motor espectacular, pero también enorme, con 6.749 centímetros cúbicos, aunque es evidente que va totalmente a juego con el talante de Rolls-Royce –y que, de otra forma, no podría mover con soltura los coches de la marca, todos muy por encima de los 2.000 kilos de peso–.
Ya no hay motores así, ni los habrá, porque la propia marca ha anunciado que después de la actual generación de modelos, no se volverá a fabricar motores de combustión y se centrarán únicamente en coches eléctricos. Esto no ocurrirá ya mismo, todavía quedan años para verlo, pero los motores de alta cilindrada y muchos cilindros, están abocados a decir adiós antes de que finalice la actual década.
Aunque pueda ser una auténtica faena para los amantes del motor de combustión, se trata de un movimiento lógico. Desde el Parlamento Europeo se ha confirmado, definitivamente, que a partir de 2035 no se podrán vender motores de combustión nuevos, al tiempo que se ha aprobado una reducción de las emisiones del 55% para el año 2030. Puede parecer mucho tiempo, pero los coches de Rolls-Royce tienen una vida comercial muy larga, más de lo normal porque no tienen la necesidad de evolucionar tan rápido y además, por lo general, el equipamiento ofrecido por la firma británica es cuantioso y siempre con lo último en tecnología, al menos desde que están bajo el amparo de BMW.
Por tanto, desde finales de 2030, todos los Rolls-Royce serán eléctricos, confirmado por el CEO de la compañía, Torsten Muller-Ötvös, quien también confirmó que la actual generación de modelos contará con renovación y que serán los últimos equipados con motores V12. Además, pasarán del motor de combustión al eléctrico directamente, sin paso previo, como pueden ser los híbridos.
Cuando se dé por concluida la era de combustión, los Rolls-Royce no cambiarán sustancialmente, seguirán la misma senda del Spectre, es decir, primero se diseñarán como un Rolls-Royce y luego como un coche eléctrico. De hecho, parece que ha sido todo un acierto crear el coche de esta forma, pues algunos clientes comentaron a la marca que habría comprado el Spectre si hubiera llevado un V12.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS