Rolls-Royce vive una era dorada bajo el amparo de BMW. Sus coches son más apreciados que nunca gracias, entre otras cosas, a un nivel de lujo inigualable. Ciertamente, BMW ha sabido como darle una nueva vida a una marca tan “añeja” como Rolls-Royce. Hacía tiempo que la británica iba de capa caída, con modelos anclados en el pasado y con una evolución casi paralizada, que BMW espoleó hasta conseguir que Rolls sea lo que es hoy.
Ver un Rolls-Royce por la calle es todo un acontecimiento, tanto por la clase que desprende como por lo raro que resulta encontrar uno de estos coches por la calle. No se compran como cualquier otro, no basta con ir al concesionario y elegir el que tengan en stock porque así te lo dan antes, no, un Rolls-Royce se hace a la carta y tarda meses en ser montado. No tienen unidades “en stock” y sus clientes no quieren tenerlas, prefieren esperar y poder llevarse a casa coches como el Rolls-Royce Dawn Silver Bullet, una edición muy especial del Dawn de la que tan solo habrá 50 unidades.
Tomando como base el Rolls-Royce Dawn “normal”, el Silver Bullet se recrea en los detalles más llamativos que un descapotable de más de cinco metros (5,28 metros) puede tener. Para empezar, han desaparecido las plazas traseras y ahora es un estricto biplaza. Es uno de los descapotables con dos asientos más largos del mercado, pero sin embargo es elegante y muy equilibrado. A simple vista, los asientos están en el centro del coche, teniendo la misma cantidad de vehículo por delante y por detrás.
El equilibrio de líneas es algo que favorece a un coche tan grande y de formas tan cuadradas como el Rolls-Royce Dawn, no obstante, ya resulta un coche muy logrado en este aspecto sin modificaciones como esta. Pero no es solo la ausencia de plazas traseras, sino las dos jorobas que se han colocado donde deberían ir esos asientos, creando un auténtico Speedters de máximo lujo. Jorobas finamente tapizadas en piel de color marrón igual a la empleada en los asientos. La cubierta de la capota también está tapizada en piel marrón. Ojo, los asientos traseros siguen estando ahí, bajo la cubierta con las jorobas.
Aunque se trata de un coche elegante, con clase, también hace uso de la fibra de carbono para determinados elementos. Por ejemplo, la cubierta trasera (que se llama Aero Cowling, por cierto) está realizada con este ligero material y con titanio, al igual que algunos componentes que dar forma al salpicadero. Respecto a la carrocería, tal como indica la denominación, está pintada en “Silver Bullet” (bala de plata) desarrollada en exclusiva para esta edición.
Lujo extremo como solo Rolls-Royce sabe ofrecer, animado por un V12 de 6.6 litros, 571 CV y 780 Nm de par. Un propulsor que tiene que lidiar con 2.635 kilos, y a los cuales es capaz de mover a velocidades escandalosas, alcanzando los 100 km/h desde parado en 4,9 segundos y chocando contra el muro de la electrónica a 250 km/h.
Rolls-Royce afirma que es un biplaza descapotable que toma como inspiración las líneas de los roadster de la década de los años 20. No hay precios, sin embargo, se dice que si preguntas por el precio es que no lo puedes pagar.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS