Sus declaraciones, expresadas a Automotive News, no contienen más detalles al no estar la contabilidad de la empresa desglosada; sus números se integran dentro de BMW Group, que posee la totalidad del fabricante inglés. Y anunciar beneficios en 2020 son palabras tirando a gruesas, ya que la crisis del coronavirus ha afectado a todos los fabricantes de automóviles. A los de lujo también. Pero la demanda de su clientela está volviendo a niveles normales, así se lo contó a la BBC.
BMW Group presentó sus resultados del primer semestre hace un mes. Entonces se anunció una cifra de 498 millones de euros de beneficios antes de impuestos (BAIT). Es una cifra en positivo, pero un 82,3 % inferior a la del primer semestre de 2019, que fueron 2.815 millones de euros. El beneficio neto en la primera mitad del año fue de 362 millones de euros.
Hablando concretamente de Rolls-Royce, las entregas a clientes se redujeron en los primeros seis meses del año a 1.560 unidades, es decir, un 37,6 % menos. La fábrica de Goodwood fue de las primeras en arrancar en el Reino Unido tras el lockdown británico -su confinamiento social y económico- y actualmente entre el 15 y el 20 % de sus trabajadores siguen operando desde sus casas.
El mayor palo a las cuentas de Rolls-Royce se dio, evidentemente, en el segundo trimestre (abril a junio), cuando se entregaron 707 unidades en vez de 1.330, una caída de casi la mitad (-46,8 %). Ahora mismo el modelo que más vende la marca del espíritu del éxtasis es el SUV Cullinan, que ha impulsado mucho las ventas del fabricante a pesar de su monstruoso precio.
El Ghost de primera generación ha sido el mayor superventas de Rolls-Royce desde su fundación, hace 116 años. Müller-Ötvös duda de cuál se acabará vendiendo más, si el Cullinan o el Ghost. Tal y como os contamos recientemente, la nueva generación del Ghost es una auténtica virguería técnica y artística.
Gracias al Ghost la edad media de los poseedores de Rolls-Royce ha bajado hasta los 43 años, lo que significa que muchos hombres -y mujeres, claro- de negocios que han tenido mucho éxito se han podido dar uno de los caprichos de sus vidas. Y es esta clientela la que ha pedido una imagen menos opulenta, Müller-Ötvös justificó así el movimiento “post opulencia”, por la cual el nuevo Ghost es un coche que pasa más desapercibido, cual fantasma, todo lo contrario a ser el coche de un fantasma.
Mejorar las cifras de 2019 parece difícil, pero acabar el año ganando dinero es sin duda una buena noticia
En este contexto, ¿qué pasa con los demás? Aston Martin Lagonda perdió 227,4 millones de libras antes de impuestos, bastante más que de enero a junio de 2019, cuando perdió 80 millones de libras. Vendieron 1.770 coches, un 41 % menos. Al menos en julio empezaron a entregar los DBX, que deberían evitar la quiebra de la compañía. Han anunciado 500 despidos.
En cuanto a Bentley, parte del Grupo Volkswagen, anunció un millar de despidos y que su modelo eléctrico se retrasará. Así esperan compensar las pérdidas provocadas por la pandemia de coronavirus. De sus 4.200 trabajadores indefinidos casi la mitad trabaja en la fábrica, 1.500 teletrabajan y 500 se encuentran en un equivalente al ERTE español. La marca vendió 4.569 coches en la primera mitad del año y perdió 99 millones de euros.
Javier Costas
Me gustan los coches desde que tengo uso de razón (o antes). Tras haber conducido más de 400 coches aquí sigo, divulgando y aprendiendo a partes iguales sobre las cuatro ruedas. Vosotros habéis hecho que se convierta en mi pasión.COMENTARIOS