Ya hemos hablado en alguna otra ocasión del Toyota MR2 y su posible regreso, unos rumores que, según parece, están confirmados por la marca. Afirmaciones, como siempre, que debemos “coger con pinzas”, pues por mucho que se asegure contar con declaraciones desde la propia marca, nada es oficial, son rumores, especulaciones o vete a saber. Pero no son declaraciones oficiales y eso es lo importante.

Muchos rumores han acabado por convertirse en realidad, eso es cierto, y por eso, intentamos analizarlos dentro de lo posible, algo que no siempre es sencillo porque hay muchas cosas “en el aire”. Con el Toyota MR2 ocurre algo del estilo, nos encantaría que la marca japonesa volviera a poner en circulación un nuevo roadster, pero se trata de un coche que, a día de hoy, no parece ser el más lógico ni el más rentable y en plena era de la electrificación la rentabilidad es importante, muy importante.

De todas formas, el tema de la rentabilidad podría estar refutado desde el comienzo del proyecto, pues Toyota trabaja, según se dice, con Suzuki y con Daihatsu. Esto también lo hablamos en su momento, porque ni Suzuki ni Daihatsu son firmas conocidas por sus coches deportivos, más bien lo contrario, son famosas por ofrecer vehículos económicos y versátiles, más centrados en labores profesionales en el caso de Daihatsu.

Dicha asociación, al parecer, es realmente una parte importante del proyecto, ya que ahonda en lograr un vehículo asequible. El Toyota MR2 –Mid-Ship Runabout Two-seater– no es un coche “para las masas”, es un automóvil de capricho, que no se compra por necesidad, sino por placer y, por tanto, las ventas nunca serán elevadas, que sea asequible debería aumentar ligeramente esas ventas, aunque nunca se alcanzarán cifras de récord. No obstante, ese objetivo de hacer un modelo asequible, tendrá resultados que no gustarán a todo el mundo, como la elección del motor. Los informes hablan de un 1.0 turbo, un tres cilindros de Suzuki con 998 centímetros cúbicos, 109 CV y 170 Nm de par, que en el caso del MR2 podría alcanzar los 150 CV. Apenas 10 CV más que la última generación del roadster japonés. Y contará con hibridación, aunque no se sabe si será hibridación ligera o convencional, procedente de la tecnología de la propia Toyota.

Se habla, igualmente, de un cambio automático con convertidor de par y seis relaciones, así que se descarta el cambio de tipo CVT que suele usar Toyota en sus híbridos, en favor de una transmisión más convencional. Igualmente, se habla de un cambio manual de seis relaciones.

Como cabe esperar, los costos de desarrollo se dividirán entre los tres fabricantes, lo que provocará que haya tres roadster similares en el mercado. Suzuki proporcionará el propulsor, mientras que Toyota se hará cargo de la arquitectura básica y la suspensión delantera y Daihatsu será la firma responsable del diseño, que luego se adaptará a las distintas marcas. No obstante, aquí debemos hacer un pequeño inciso, pues Daihatsu es propiedad de Toyota, que además, también posee el 4,9 de Suzuki. Es decir, en realidad, todo queda en casa para el MR2.

Se espera que comparta la plataforma con el Toyota Yaris normal, que en el que caso de la versión más ligera, anuncia 940 kilos y ofrece espacio para cuatro ocupantes y un maletero relativamente grande para su tamaño. Es decir, en el caso del MR2, el peso debería ser menor y eso es un dato importante para un coche que busca ser pasional y que, según la información disponible, “solo” tendrá 150 CV.

Otro aspecto importante que se baraja en el caso del MR2, es una puesta a punto en Nürburgring. No hablamos de un coche radical, capaz de dar vueltas en el viejo Infierno Verde a la velocidad del rayo –en su categoría, claro–, hablamos de un coche que contará con una puesta a punto muy enfocada a la diversión y al placer de conducir en carreteras de montaña. Por ende, se espera que sea un coche muy enfocado a los amantes de la conducción purista, como ocurre con el Toyota GR86.