Grande, ostentoso, tremendamente caro, pero además con hibridación suave. El Mercedes-Maybach GLS 600 es el rival más directo que ha tenido nunca el Bentley Bentayga, y también el Rolls-Royce Cullinan. Un coche que irá directo a las calles de Abu Dabi y a las amplias avenidas de Estados Unidos.
Mercedes, tras el pequeño intento de recuperar Maybach como su firma más excelsa, dio un cambio a su estrategia e hizo del exclusivo sello alemán, una opción más dentro de su propia gama. Algo similar a lo ocurrido con AMG, pero en esta ocasión, su única razón de existencia es el lujo y la ostentación. Su primera criatura fue el Mercedes-Maybach S 650, un Clase S donde sólo vale lo mejor de lo mejor, sin tener en cuenta costos.
La segunda opción dentro del catálogo de la nueva Maybach tiene formato SUV, aunque un SUV muy próximo a una limusina y también, a un todoterreno. Una combinación que hará las delicias de muchos acaudalados (muy acaudalados) conductores. No en balde, hablamos de un coche que mide 5,21 metros de largo y tiene una batalla de 3,13 metros que en su versión más “normal”, tiene siete plazas pero que para llevar el sello de Maybach, se conforma con únicamente cuatro plazas. Obviamente, las traseras dignas de la primera clase de un avión o puede que incluso mejores.
Normalmente, este tipo de automóviles son conducidos por un chófer, mientras el propietario viaja en unas butacas de excepción. Los asientos traseros del Mercedes-Maybach GLS 600 (colocados 12 centímetros más atrás que en el GLS estándar y desplazados tres centímetros hacia el centro) son sencillamente espectaculares, capaces de tumbarse completamente (con zona inferior para apoyar las piernas), están climatizados, puede incluir masaje, tienen todo tipo de regulaciones y, por supuesto, están tapizados en la piel de mayor calidad que se ha visto en un Mercedes.
Pero, la exclusividad del interior del Mercedes-Maybach GLS 600 no acaba aquí. El equipo de desarrollo, para otorgar al modelo un aura especial, de coche excepcional, han desarrollado un aroma específico que se incluye en la ambientación activa que incorpora de serie. Según afirman, desprende un olor floral de osmanto blanco, que se matiza con suaves notas de cuero y té aromático. Además, la insonorización ha sido especialmente cuidada para ofrecer un confort interior al alcance de muy pocos coches.
Con el objetivo, no solo de potenciar ese confort, sino de garantizar que el Mercedes-Maybach GLS 600 flote por encima del asfalto, sin que su enorme masa interfiera, monta el sistema AIRMATIC neumático con dureza variable o bien, en opción, el sistema E-ACTIVE BODY CONTROL, que gestiona cada rueda por separado empleando el conocido sistema ROAD SURFACE SCAN y que, además, añade la función CURVE, que inclina la carrocería para contrarrestar el balanceo y cabeceo durante la marcha. Llama la atención que se ha mantenido la función Offroad, aunque con sus llantas de 22 pulgadas y neumáticos 285/45 y 325/40 no son lo más indicado para salir del asfalto.
El peso tampoco es un gran aliado fuera del asfalto, como tampoco lo es sobre el mismo. El Mercedes-Maybach GLS 600 supera holgadamente los 2.000 kilos, llegando exactamente hasta los 2.785 kilogramos en orden de marcha. Poco más y se necesitaría el carnet tipo C para conducirlo. Sin embargo se mueve con suficiente soltura gracias al V8 4.0 biturbo escondido bajo el capó. Rinde 557 CV y un par de 730 Nm. Cuenta con un sistema eléctrico de 48 voltios y dispositivo que hace las veces de alternador arrancador, ofreciendo ayuda al motor de combustión en aceleraciones. Mercedes lo llama EQ-Boost y es básicamente una hibridación suave o micro hibridación.
La lista de equipamiento es absurdamente larga, incluyendo un sistema de iluminación ambiental con 64 colores, el equipo multimedia MBUX y una solución enfocada a hacer la vida más fácil a sus propietarios. Al ser un coche enorme, con una altura al suelo mayor que cualquier otro modelo similar, añade un escalón eléctrico de gran tamaño, que aparece de la zona baja del coche y que junto a la suspensión neumática, que rebaja su altura, hace que la entrada y la salida del mismo sea cosa de niños.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS