La próxima generación de deportivos será muy diferente a la que hemos visto hasta ahora. Hemos vivido una evolución en diseño y prestaciones que, sin lugar a dudas, ha sido interesante y hasta cierto punto emocionante, y los coches deportivos del futuro, o tan futuro, serán algo totalmente diferente. Las primeras señales ya han aparecido, como el adiós al mercado del Audi R8 sin reemplazo o la retirada de Europa del Nissan GT-R.
De hecho, esos coches han dejado el mercado, para regresar como deportivos eléctricos, la tecnología de moda, aunque una moda obligada, todo sea dicho. Son varios los fabricantes que han anunciado la llegada de diferentes deportivos eléctricos, como es el caso de Audi, pero también de Lamborghini, de Ferrari y por supuesto, de McLaren. No llegarán todos al mismo tiempo, pero no cabe duda de que marcarán el camino para todos los que vengan después y serán el centro de atención, tanto de los medios como de los propios fabricantes.
Vivimos un momento que podríamos catalogar como tenso. De aquí a unos años, la tecnología eléctrica debería estar implementada y debería ser aceptada como cualquier otra opción, pero aquí nada parece evolucionar como debería y los rumores que rondan la red de redes, adelantan cambios en la normativa para 2035. Sin embargo, al menos de momento, el río sigue su cauce y los fabricantes deben atender las exigencias y las tendencias de mercado. Exigencias y tendencias que gira en torno a la electrificación, ya sea parcial o total.
Por el momento, lo más extendido es la electrificación parcial, es decir, la hibridación, presente en todas las marcas en mayor o menor medida. Hay algunas que necesitan apretar un poco, como McLaren, pero en general, la hibridación es un paso lógico y además, con más aceptación que la electrificación total. Aun así, los deportivos eléctricos parecen tener un hueco en el mercado, aunque en el segmento más caro y exclusivo: Pininfarina Battista, Lotus Evija, Rimac Nevera, el Hispano-Suiza Carmen, el NIO EP9… y ahora, habría que sumar a McLaren a la lista, aunque por el momento, es todo especulación.
Michael Leiters, CEO de McLaren, ha estado hablando con la revista Autocar sobre la posibilidad de un superdeportivo eléctrico en la compañía y ofreció algunos datos interesantes. Por un lado, algo que ya se ha vuelto normal en la industria: los coches eléctricos son uno de los pilares en el desarrollo de trenes motrices en McLaren, los otros dos son los motores de combustión y los híbridos, tecnología que pretenden que domine el 90% de las ventas de aquí a cinco años.
No obstante, aunque la electricidad sea uno de los pilares de inversión de McLaren, hay cosas que todavía no convencen en la compañía, cosas como, por ejemplo, el peso. Según Leiters “no queremos fabricar un coche de 2.000 kilos y 2.000 CV, cualquiera puede hacer eso. Queremos hacer un automóvil que sea comparable al 750 en cuanto a peso; no necesitamos 2.000 CV. Estamos trabajando en conceptos para eso, estamos explorando eso y tenemos ideas realmente emocionantes al respecto. Pero tiene que superar lo que hacemos con un motor de combustión”. El caso es que Leiters no espera ver un coche de este tipo, con tecnología eléctrica, hasta finales de la década como pronto.
Otra cuestión que nadie parece darse cuenta, es que la demanda de coches superdeportivos eléctricos es muy reducida. Pagani, por ejemplo, dijo que ningún cliente había demandado todavía un eléctrico y ocurre lo mismo con McLaren: no hay demanda de coches deportivos eléctricos firmados por los británicos. Pero además, Leiters dejó unos comentarios que, quizá, deberían hacer pensar a muchos. Los coches que fabrica McLaren se usan poco y durante pocos kilómetros, y sería muy complicado compensar, durante el ciclo de vida del vehículo, las emisiones que se generan durante la fabricación de un coche eléctrico. Por eso, Leiters invita a pensar en las circunstancias y el entorno en el que se toman las decisiones.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS