Si Jay Leno da espacio a un coche en su programa, es porque algo de especial tiene ese coche. Un criterio de selección a respetar y siempre a tener en cuenta de parte del aficionado del motor e histórico conductor de talk show norteamericano. “Más divertido con Jay”, decía en redes sociales el propietario de este hatchback asiático, protagonista de la última emisión del garaje más famoso de la televisión de Estados Unidos.

“Si fuera solo de tracción delantera, obtendrías ese tirón. Si fuera solo de tracción trasera, obtendrías ese empuje”, le apunta Randy Carlson a Leno, mientras éste acelera para comprobarlo: “Es como un avión, motor uno y motor dos. No vas a lograr eso en un CRX normal”. Claramente no se lograría, porque está claro que este Honda CR-X modelo 1984 no es ordinario, si es que la palabra le cabe hoy en día a aquel japonés infravalorado a pesar de su exitosa producción en serie, pero que hoy es reivindicado.

Lanzado como propuesta deportiva del Civic –del cual heredaba el tren motriz–, el Honda CR-X se destacaba por su equipamiento deportivo en un interior de dos plazas y este ejemplar, sin bien por ser del primer año de producción no revela las especificaciones propias adquiridas con la versión Si comercializada desde 1985 –techo corredizo eléctrico, espejos retrovisores exteriores remotos y alerón trasero en forma de pato–, presenta una configuración inédita, envidiable e incomparable con cualquier unidad que haya salido de fábrica en su momento.

Si no supiéramos absolutamente nada acerca de este coche y viéramos cómo Jay Leno acciona por duplicado el encendido, nos preguntaríamos qué demonios está ocurriendo. No, este Honda CR-X ya no lleva el motor delantero 1.5 original y no, la potencia no se envía toda a las ruedas delanteras. Todo partió de un proyecto a cargo de los colegas de Car and Driver y hay una innegable curiosidad acerca de cómo obtuvo la configuración mecánica que lo hace distinto.

Fotografía original de Car and Driver

Los secretos de este Honda CR-X con doble motor

De por sí, esa forma en la que Leno enciende el coche es curiosa. “Comienza girando la llave. Pon el pie en el freno, asegurémonos de que esté en posición Park –caja automática– y dale una vuelta”. Hasta ahí, todo normal. El motor delantero se ha encendido, pero el asunto no termina allí. La ecuación cambia cuando Carlson sigue con sus instrucciones: “Hay un interruptor de palanca justo aquí debajo”. Se refiere a una diminuta palanca ubicada en la zona baja de la consola. “Ve y gira ese interruptor, y luego gira la llave nuevamente”, completa Randy. El motor trasero adicional, la gran peculiaridad de este ejemplar, está entonces en marcha y en dos tacómetros se visualizan las revoluciones de cada motor.

Un ejemplar con una configuración mecánica inédita que se gestó en Orange Country, California. Fue para la casa Racing Beat, especializada más que nada en los motores rotativos de Mazda, todo un desafío. Fueron ellos quienes instalaron ese motor 1.8 de 12 válvulas que se descubre cuando ambos, conductor e invitado, levantan el capó. “Fue un poco extraño que hicieran un Honda, pero el dinero era bueno y estaban dispuestos a asumirlo. (…) Lo conectaron todo, hubo algunas modificaciones menores que tuvieron que hacer, como la caja de aire y otras cosas para que todo funcionara”, explica Carlson.

Al frente, un radiador algo más grande fue instalado para la refrigeración, no solo del motor delantero, sino también del trasero. Ante la inquietud de Leno, el propietario reconoce que es probable que el motor trasero “funcione un poco más caliente que el delantero”. ¿Cuál es entonces ese motor ubicado en la zaga? Cuando abren la tapa del maletero, este Honda simula ser un CR-X convencional, pues lo único que se revela es, precisamente, un maletero y una rueda de repuesto.

“Cuando hicieron este proyecto, realmente intentaron que pareciera algo de fábrica. Tapizaron esta linda caja en la parte trasera, hicieron una pequeña cubierta para la rueda de repuesto, incluso hicieron una pequeña bolsa para el gato. Parece como si fuera algo del CR-X de serie, pero el CR-X de serie tiene una plataforma plana”, señala sobre el espacio de carga. Debajo de esa caja tapizada que menciona es que se esconde el motor trasero, claro está.

Se retira la tapa principal y se accede entonces al motor trasero, que es idéntico al delantero, un 1.8, al cual también se accede de frente, aunque por un agujero más pequeño. Es este uno de los tres accesos, pues el tercero está en el interior, detrás de los asientos. Lo que no se duplica es el tanque de combustible. Un único tanque alimenta a ambos motores, aunque allí también hubo que hacer retoques, ya que al colocar toda esta caja trasera, el tanque se volvió inaccesible y eso llevó a tener que construir un nuevo tanque.

Por otro lado, no fue necesario cortar ni alterar de ninguna otra manera el chasis monocasco para poder agregar este 1.8 trasero. Para hacerlo, simplemente Racing Beat construyó una bastidor extra que lo sostiene y que permite girarlo, y todo va montado en la ubicación del soporte de amortiguación de la suspensión trasera.

De una desgracia ajena a convertir este Honda CR-X inédito

Les conté que ambos son motores 1.8, que le dan al coche una potencia máxima combinada de alrededor de 220 caballos. Lo que no les conté es que no hablamos de motores como los que el Honda CR-X ofrecía en sus tiempos de producción, sino de un par de cuatro cilindros con inyección de combustible tomados del Honda Accord. ¿Porque simplemente se les ocurrió? Lejos de eso. Lo atractivo de este ejemplar no es solo su configuración de doble motorización.

Car and Driver buscaba motores más grandes para el proyecto, que en realidad había comenzado con motores 1.5 tanto adelante como atrás. Por tal motivo se dirigieron a Honda, cuyos coches habían sufrido daños cuando un vagón del tren que los transportaba volcó. Entre esos vehículos dañados había unidades del Accord 1985 y fueron éstos los que donaron a este Honda CR-X sus motores y las cajas de cambio.

De una desgracia ajena a hacer de un modesto Honda CR-X un deportivo japonés con inédita tracción a las cuatro ruedas. Ante tanta mecánica abrumadora, su apariencia no se queda atrás. Son para destacar los cuatro escapes cromados y el kit de carrocería Mugen, empresa subsidiaria de Honda a la que reconocemos por el recordado NSX Mugen RR Concept, probablemente su aporte más importante.