Con la actualización de la gama del Lotus Emira, el foco se ha instalado con justicia en la versión Turbo SE, sobre todo en lo que respecta a mecánica y prestaciones. Sin embargo, aquí quiero dejar algo claro. El primer aspecto en el que esta variante aventaja a sus compañeros –Emira Turbo y Emira V6– es el que nos entra por los ojos. La pintura exterior estándar Vivid Red y, sobre todo, la azul disponibles en los Turbo y V6 convencen y dejan poco margen para la duda.
Ahora bien, el Turbo SE, la estrella de este triple lanzamiento, sabe lucirse a base de un acabado exterior bitono que combina los paneles grises Zinc de la carrocería y el techo negro con pilares incluidos. En la zona baja, esta configuración se potencia en las ruedas.
Por demás sobrias se nos presentan dentro de las llantas de los Emira Turbo y V6 –de 20 pulgadas de aleación ligera en plata brillante y 10 radios lineales– las pinzas de frenos negras en los discos de una y dos piezas perforadas y ventiladas respectivamente, pero las rojas en los del Turbo SE –también de dos piezas perforadas dentro de sus llantas forjadas en gris satinado y cinco radios en V (también de 20 pulgadas)– eran necesarias y terminan siendo superadoras. En ambos casos, evidentemente, Lotus fue a lo seguro y aplicando cada elemento en su debido lugar, acertó en la distribución de los estilos.
Lo interesante con relación al Turbo SE es que a estos discos perforados se les ha dado una mejora extra como parte del paquete exclusivo del que dispone. El Lotus Drivers Pack incluye además una configuración de suspensión deportiva. Es el Turbo SE lo más prestacional y todo lo descrito anteriormente acerca de las llantas y los frenos no es producto de un capricho, sino que tiene que ver con el aumento de potencia con que desembarca en el mercado.
Decía al inicio que la atención de la novedad se ha dirigido hacia la mecánica y el desempeño del Turbo SE. Esto se debe a que su motor no es el V6 3.5 cortesía de Toyota del que se sirve la versión V6, sino el cuatro cilindros turbo 2.0 de AMG que cuenta con una configuración optimizada que lo lleva 40 caballos y 50 Nm más allá respecto de los 360 CV y 430 Nm del Emira Turbo de acceso a la gama, igualando de esta manera las cifras de potencia del V6.
Ambos transmiten al eje trasero 400 CV, pero el Turbo SE se impone al V6 con 60 Nm más, firmando un total de 480 Nm contra los 420 Nm que ofrece el seis cilindros. Lo más prometedor, lo que mayor expectativa genera en nuestra espera por probarlo, no está en la velocidad –lo que de todos modos hay que destacar, ya que llega con 18 km/h extra para una máxima de 290 km/h–, sino que radica en la aceleración, pues el Turbo SE anuncia un 0 a 100 en cuatro segundos, lo que significa que lo cumple dos décimas antes que el V6.
Por supuesto que la diferencia se vuelve ínfima cuando agregamos en la comparativa otras posibles prioridades. Los números por sí mismo no definen a un coche en su totalidad. El Turbo SE saldrá de fábrica únicamente con caja automática de ocho velocidades y doble embrague, clave para ganar en aceleración, ya que supone transiciones más rápidas entre marchas. El V6, en tanto, podrá obtenerse con caja manual o automática, ambas de seis velocidades. Como de costumbre, en estos casos la preferencia en el manejo es un factor que no se debe desestimar. Eso sí, de momento, nos quedaremos con las ganas de llevarlos a la pista, pues las regiones seleccionadas en principio para su puesta en circulación han sido Medio Oriente, África y los países asiáticos del pacífico.
Redaccion
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