General Motors, el quinto fabricante mundial en 2019 y el más grande en Estados Unidos, ha sido el último en anunciar sus planes para el abandono de los motores de combustión interna en sus vehículos. La compañía aseguró en un comunicado que ha marcado 2035 como límite para vender vehículos ligeros que no sean de cero emisiones, al menos en vehículos ligeros.
Cinco años más tarde, tiene previsto conseguir la neutralidad en carbono en toda su actividad mundial. Para lograrlo, GM descarbonizará su catálogo, donde irán ganando presencia paulatinamente los vehículos eléctricos o de otra tecnología sin emisiones, véase pilas de combustible. El fabricante invertirá 27.000 millones de dólares en el desarrollo de vehículos eléctricos y autónomos.
Lanzará 30 nuevos vehículos eléctricos a nivel mundial en los próximos cinco años, que abarcarán una amplia gama de precios y segmentos. Con ellos, pretende que el 40 % de sus modelos tengan una versión eléctrica pura. Además, se han comprometido a abastecer sus instalaciones a nivel mundial únicamente de energías renovables para el año 2035, adelantando en cinco años la fecha inicialmente prevista para dar este paso.
También afirma GM que colaborará para construir una infraestructura de carga adecuada para los vehículos eléctricos y promover la transición de los clientes hacia este tipo de coches de cero emisiones. A pesar de estas medidas, GM asume que tendrá que pagar créditos de carbono o compensaciones para poder neutralizar las emisiones restantes, según el comunicado.
De esta forma, el principal fabricante estadounidense se une a los anuncios que han hecho en la misma dirección otros grandes actores del sector. El Grupo Volkswagen hizo pública su intención de alcanzar la neutralidad en carbono en 2050. A ello se le suma el objetivo de que el 40 % del catálogo de todo el Grupo VW sea eléctrico en 2030. El final de la venta de modelos con motores de combustión no está confirmado oficialmente, pero el directivo Ralf Brandstätter estimó que sería en torno al 2040.
Toyota, por su parte, no ha realizado estimaciones de cuándo terminará la comercialización de unidades de potencia de combustión interna. En 2017 publicaron sus planes de electrificación para la próxima década, en la que ya estamos inmersos. En ellos, afirmaban que para el año 2025 se abandonaría la venta de modelos con motores de combustión pura, ofreciendo así exclusivamente vehículos híbridos, eléctricos y de pila de hidrógeno. En 2050 sabemos que piensan ser un fabricante sin emisiones netas.
El tercer fabricante mundial, la Alianza Renault Nissan Mitsubishi, no ha publicado un plan u objetivos conjuntos sobre este tema. No obstante, sí conocemos las intenciones de la marca principal de estas tres, Renault. En palabras del director de ingeniería de la marca, Gilles Le Borgne, Renault abandonará la fabricación de turismos térmicos puros en 2025, pasando a estar su catálogo compuesto exclusivamente por modelos híbridos y eléctricos.
Otro de los principales fabricantes mundiales es el Grupo Hyundai, con esta marca y la también coreana Kia. En una reunión con sus inversores el pasado diciembre, el Grupo Hyundai dejó entrever que dejará de desarrollar motores diésel. La comercialización de modelos con motores de combustión terminaría alrededor del 2040 en los principales mercados, como el europeo, el estadounidense o el chino.
Las marcas del antiguo Grupo PSA, ahora dentro de Stellantis, también tienen planeado abandonar el diésel en 2025, y que esté disponible en toda su gama una versión electrificada o eléctrica 100 %. Sin embargo, no piensan aún en una fecha definitiva para el cese de sus modelos de gasolina puros.
El fabricante que más rápido quiere dar el salto a lo eléctrico es Honda. Según afirmó uno de sus directivos a Autocar, la compañía japonesa dejará de vender coches de combustión interna pura en Europa a finales del 2022, quedándose así únicamente con vehículos híbridos y eléctricos en el Viejo Continente.
Como podemos ver, las principales empresas de la industria automotriz hablan en la misma línea, aunque pocas se atreven a marcar una fecha límite para los motores que no sean de cero emisiones. Uno de los principales motivos que impulsan este “espíritu de cambio” es el endurecimiento de las regulaciones por parte de las autoridades políticas.
California, que suele estar a la vanguardia del resto de Estados Unidos, ya anunció que prohibirá la venta de cualquier turismo que no sea de cero emisiones a partir del 2035. Es el principal mercado automovilístico del país. A este hecho se suma la llegada a la presidencia de Joe Biden, y el retorno del país a las políticas en pro del medioambiente, como fue el regreso al Acuerdo de París para evitar que la temperatura media del planeta pase de 1,5 ºC.
Fuera de EEUU, algunos países ya han anunciado sus fechas límite para la venta de vehículos de combustión interna. Reino Unido estableció también el año 2035 como el último en el que podrán comercializarse modelos con un motor de combustión interna, incluidos los híbridos. Francia, por su parte, estableció por ley que la venta de estos vehículos llegaría a su fin en 2040.
En el resto de los países, no existe una normativa oficial estableciendo cuándo se prohibirá la comercialización de estos vehículos, pero los rumores apuntan a unos plazos similares en la mayoría de los casos. El último en lanzar una propuesta al respecto ha sido Japón. Su gobierno, según Reuters, estaría planteándose que la venta de coches no electrificados termine dentro de 15 años.
Resumiendo, se ha formado un círculo virtuoso entre gobiernos y fabricantes para acelerar la transición hacia la electromovilidad. Dejará de tener sentido invertir en una tecnología que no puede mejorar mucho más, dirigiendo la industria de forma prioritaria al mismo objetivo. Hasta hace relativamente poco, sin políticas anti-combustión, la transición estaba viniendo de mano de un segmento de mercado más bien cerrado y ceñido a clientes de alto poder adquisitivo.
Luis Martínez
Cuando era un niño, no podía pasar una semana sin el nuevo número de mi revista de coches favorita. De adolescente, descubrí que me apasionaba escribir, divulgar y comunicar ideas. Ahora me encuentro dando mis primeros pasos en la profesión que me apasiona de la mano de la afición que ocupó buena parte de mi infancia, toda una suerte que demuestra las vueltas que puede dar la vida.COMENTARIOS