Los coches eléctricos serán una obligación, tendremos que comprar coches nuevos con motores eléctricos porque los que dirigen la Unión Europea, en un alarde de desconocimiento y ambición sin límites, han decidido que solo podremos comprar vehículos con motores eléctricos nuevos a partir de 2035. Una solución que a día de hoy no parece la más acertada, a tenor de la falta de infraestructura y los desesperantes tiempos de carga, pero que podría haberse alcanzado de otra forma, como desincentivar el coche privado con soluciones que sean realmente interesantes y viables, así como mejorando la infraestructura mientras tanto, en paralelo a la evolución de la tecnología.
Prohibir no siempre es la mejor solución, en realidad, la mejor solución nos la mostraron en países como Noruega, donde el coche enchufable supone una enorme mayoría en las ventas. De hecho, según un informe de Bloomberg NEF, el 97% de vehículos que se venden en Noruega son enchufables, ¡¡el 97%!!, de los cuales, el 80% son coches eléctricos y el resto, híbridos enchufables. ¿Cómo lo han conseguido? Pues muy sencillo: con subvenciones a la compra (por ejemplo, no están sujetos a IVA, que es del 25%), con el montaje de cargadores y con precios por recarga que, ocasiones, brillan por su ausencia y hasta circulando gratis por carreteras de peaje (se eliminó en 2017) o poder usar el carril bus para sortear atascos, aunque también es cierto que todavía no son mayoría por las carreteras. ACEA asegura que, actualmente, los coches eléctricos suponen el 12,1% de todos los vehículos que circulan por el país.
Así no hay que prohibir nada, los mismos usuarios acabarán por cambiar sin que nadie les diga nada, por simple interés propio. En Noruega, los vehículos con motor de combustión están gravados con una tasa a las emisiones de CO2, es decir, según contamina, así paga. Es decir, los coches eléctricos se vuelve todavía más interesantes. Pero, no obstante, el hecho de subvencionar los coches eléctricos de esta forma, ha supuesto un agujero en las cuentas del gobierno noruego. Sí, allí también exprimen al usuario de un vehículo privado como lo hacen en España y hasta el momento, han dejado de ingresar cerca de 1.880 millones de euros por la gran popularidad del coche eléctrico.
¿Qué supone esto? Pues que han decidido que los coches eléctricos más caros, paguen el IVA del 25% que no han tenido que pagar hasta el momento. Concretamente, los coches eléctricos pagarán “impuesto del valor añadido” cuando superen un precio de 500.000 coronas, algo más de 50.000 euros. De esta forma, por ejemplo, el Opel Granland híbrido enchufable, estará sujeto a IVA, pues tiene un precio de 529.900 coronas (unos 53.780 euros). El Ford Kuga, por poner otro ejemplo, con el grupo motor híbrido enchufable, se quedaría muy cerca de pagar impuestos con el acabado Titanium, pero con el acabado ST ya estaría sujeto a pagar el 25% de impuestos, Es decir, que no hablamos de coches muy “especiales”, sino de híbridos enchufables de categoría media. Ni siquiera hemos mirado precios de eléctricos, pero es evidente que se libran modelos como el Peugeot e-208 por nombrar alguno. Al mismo tiempo, se está barajando la posibilidad de poner impuestos a los coches enchufables vendidos de segunda mano.
Noruega es un ejemplo de lo que está ocurriendo con la subvención de los coches eléctricos y de lo que pasará en otros países. No olvidemos que Suiza, después de realizar un estudio, declaró que los híbridos enchufables son una estafa y que, desde ese momento, ya no contaban con subvenciones. Esto es algo que ya hemos comentado en alguna de nuestras pruebas de híbridos enchufables, aunque nunca los hemos tachado de estafa. En realidad, los híbridos enchufables son una gran solución siempre que tengas un cargador a mano, pero como todos sabemos, no hay cargadores para poder explotar las bondades de esta tecnología. Australia, por ejemplo, está estudiando poner una tasa por cada recarga, porque según algunos estudios, podrían llegar a recaudar unos 30 millones de dólares anuales.
En España, los coches enchufables también tienen incentivos para la compra, pero son incentivos poco interesantes, pues afectan a la declaración de la renta. Es decir, que el gobierno te ayuda a la compra del coche, pero luego, te pide que devuelvas esa ayuda, por tanto, no tiene esos problemas de ingresos con los coches enchufables. Tiene otros peores, como una infraestructura paupérrima.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS