Tras el increíble Gran Premio de Holanda, la Fórmula uno ha tenido su esperada cita en el circuito de Monza. Llegábamos a Italia con mucha ilusión para los equipos más rápidos en línea recta, y terminaría finalmente con Verstappen 1º, Pérez 2º, Sainz 3º y Alonso 9º. El golpe en la mesa de Sainz en el Gran Premio de Italia es evidente, demostrando que merece algo más que estar detrás de Leclerc, el mimado de Ferrari.

Entre las noticias que rodean a la Fórmula 1 esta semana está la nueva prueba que realizará la FIA a partir del Gran Premio de Singapur, se trata del TD018, y va orientada a evitar que los equipos se beneficien de la flexibilidad de los alerones. Estos rotan y se deforman de una forma muy conveniente, y no puede ser detectado por las pruebas efectuadas actualmente, por lo que vendría a complicarle un poquito más el diseño a los ingenieros.

Los equipos italianos Ferrari y Alfa Romeo lucían nuevas decoraciones en este Gran Premio de Italia. El primero era para conmemorar la victoria en Le Mans de Ferrari, y el segundo era para promocionar su nuevo Alfa Romeo 33 Stradale. En este Gran Premio, también recuperamos la obligatoriedad de utilizar neumáticos duros en la Q1, medios en la Q2 y blandos en la Q3. La gran incógnita era cómo se desarrollaría la sesión de clasificación, ya que un rebufo en el momento adecuado podría inclinar la balanza hacia un coche que no necesariamente fuese el mejor.

Además de la sombra de los track limits en Lesmo 2, esos 3 segundos respecto al monoplaza que te precede demostró lo que se esperaba, con los Williams y los Ferrari rapidísimos en recta, en la Q1 la sorpresa fue con Stroll fuera, mientras que Alonso ocupaba la décima posición. El rendimiento en circuito rápido de los Aston Martin está claro que no es el mejor, y para la Q3 quedaría 10º, teniendo que enfrentarse a una carrera buscando la oportunidad y gestionar mejor que los demás.

Sainz conseguiría la pole por 13 milésimas, demostrando que es capaz de mucho más de lo que le tienen acostumbrado a permitir el equipo italiano. Y llegamos al domingo, Tsunoda abandonaría en la vuelta de formación, Sainz se mantendría en la primera posición a pesar de los intentos de Verstappen hasta la vuelta 15. Por su parte, Pérez adelantaría en la vuelta siguiente colocándose 4º, en una carrera donde hemos comprobado que los Ferrari son rapidísimos en línea recta, pero que no tienen mucho que hacer ante la capacidad de los Red Bull para cuidar sus ruedas.

Quizá ese momento habría sido el idóneo para lanzar un ataque, pero los italianos no aprovecharon la oportunidad y dejaron irse a un Verstappen imparable. Los McLaren se tocarían en una lucha absurda, y Pérez sufriría para ascender del 4º al 2º con los Ferrari. Una maniobra bastante dudosa de Hamilton hizo que Piastri acabase con el alerón frontal roto, lo que se solucionaría con una penalización de cinco segundos para el británico. Una lucha sin sentido entre los de Ferrari que parecen tener una sola preferencia, solamente cuando Sainz va delante se puede luchar, de forma “segura”, claro.

Esto debería utilizarlo el madrileño en futuras luchas innecesarias, que ha demostrado ser un luchador incansable, lo cual le puede venir muy bien de cara a su futuro. Verstappen conseguiría su récord de 10 victorias consecutivas, Red Bull sigue imparable, y no podemos entender la gestión del equipo Ferrari, lo único positivo que podemos extraer es que cada vez el resto de la parrilla está más cerca de los Red Bull, pero cada vez están más cerca de firmar el campeonato sin que los demás puedan haber hecho nada.