Desde hace décadas, las marcas de automóviles han invertido con que la tecnología de los vehículos sea un avance por hacer la conducción más segura y cómoda para los conductores: GPS, conexiones USB, marchas automáticas, etc., pero muchos consideran que estos avances tecnológicos pueden suponer un peligro o una distracción en la conducción, creando accidentes o desastres automovilísticos, así que ¿es la tecnología insegura para la conducción?, ¿hasta qué punto es ventajosa y cuándo se convierte en una distracción?
Uno de los cambios que destaca en los nuevos diseños de los vehículos son las pantallas táctiles como parte de la instrumentación. Algunos modelos como el Tesla Model S, el Volkswagen Touareg o el Byton M Byte, incorporan pantallas desde las 17 pulgadas hasta las 49 del Model S de Tesla. Solo con este dispositivo innovador se pueden disfrutar de otras ventajas, de las cuales destacan la cámara de visión trasera, muy útil para maniobras con visión limitada y así evitar colisiones con vehículos, personas o animales; y por otro lado la posibilidad de atender llamadas en manos libre sin tener que estar atento al teléfono móvil, cuya gran ventaja es la de poder realizar llamadas sin apartar la mirada de la carretera y no poner en peligro una conducción segura manipulando el móvil, es sin duda un gran avance que ha reducido al número de accidentes en las últimas décadas, y trata de ser discreta, casi como si el conductor no se percatara de su presencia y que al hablar, pareciera que va sentado con la persona que está hablando en el asiento del copiloto.
Hace escasos 20 años, ningún vehículo incorporaba estas pantallas táctiles y solo disponía de la instrumentación tradicional y la radio para sintonizar música, pero ahora, la sociedad del siglo XXI es una sociedad en constante dependencia de la tecnología, y en cierta manera ésta está pensada para su disfrute y comodidad a la hora de realizar cualquier tarea diaria en cualquier lugar. En el plano de la conducción, ha supuesto una mejora en la seguridad del conductor y los ocupantes.
La tecnología avanza conforme a los tiempos; es un proceso natural desde los orígenes de la humanidad
En pleno 2022, no hay vehículo que nos sorprenda con lo que tiene y es que cada vez más marcas sorprenden con los avances que realizan, como Tesla, la cual lazó vehículos que incorporaban piloto automático haciendo que el vehículo marche solo sin ningún tipo de control humano que le dirija. Para muchos usuarios esto puede resultar un poco escandaloso y peligroso, un coche que anda solo; pues nada más lejos de la realidad, se trata de un fenómeno que irá abriéndose paso en nuestras vidas poco a poco.
Pantallas táctiles de 49 pulgadas, coches autónomos, vehículos eléctricos, ordenadores de abordo, etc. son tantos los cambios que se han ido produciendo en las últimas décadas que es imposible nombrarlos todos en un mismo artículo, pero aún así con solo mencionar unos pocos podemos ver la trascendencia de la tecnología en la conducción. Aún así, no todo es bonito y de color rosa para todos; muchas personas no confían en esta tecnología ya la consideran una distracción y que su presencia provoca accidentes y una dependencia excesiva que desemboca en desgracias.
Retomando las preguntas iniciales, ¿es la tecnología insegura para la conducción? y ¿hasta qué punto es ventajosa, y cuándo se convierte en una distracción?, en cierto modo ambas preguntas poseen parte de la razón y se trata de la dependencia excesiva que hay hacia la tecnología, y mucha gente, ya sea por desconocimiento, falta de experiencia o simplemente desconfianza, argumentan de que se trata de una distracción que puede costar la vida a otras personas. En parte estos argumentos llevan algo de razón pues la sociedad actual tiene una dependencia excesiva en la tecnología, y es en el momento en el que la tecnología desaparece de la ecuación, esas personas dependientes de ella, no saben valerse por sí mismas y rompen sus esquemas y en ocasiones puede ser peligroso, como es el caso de la conducción. Se trata de una razón de peso para estar en oposición a estos cambios, pero no se puede olvidar que la tecnología es el resultado de largos años de investigaciones destinadas a mejorar la vida de las personas, sin importar su estatus, condición física, estatura, etc. y en este caso para hacer que la conducción sea más segura y cómoda y pueda ser disfrutada por todos.
La tecnología es necesaria, pero no podemos depender de ella constantemente
Nos encontramos en un punto en que tenemos que empezar a darnos cuenta de lo que tenemos, y debemos saber administrarlo bien y en este caso es el turno de la tecnología en la conducción. Por lo tanto la pregunta “¿es la tecnología insegura para la conducción?” no debe de ser respondida desde una perspectiva negacionista y volver atrás a otros tiempos donde la tecnología era más limitada y simple, al contrario, los avances tecnológicos son necesarios porque nos hacen la vida más fácil y nos permiten hacer descubrimientos increíbles para el desarrollo de la sociedad; pero tampoco debemos caer en el exceso de confianza, no ser seres irracionales que no piensan y asegurarnos realmente que es la tecnología la que está al servicio de las personas y no al revés.
También es cierto que la proliferación de pantallas y la desaparición de botones físicos, conlleva una distracción en el manejo de algunas funciones cuando se conduce, una situación que puede acabar en accidente y es aquí, quizá, donde se encuentra el mayor peligro de los coches actuales, en la aparición masiva de pantallas desde las cuales, se controlan todas las funciones básicas como la calefacción o poner la radio. No obstante, esta tendencia no tiene pinta de desaparecer, sino más bien de ir a más y no queda otra que acostumbrarse a su presencia y aprender a usarlas cuando corresponde y como corresponde.
Jaime Peralta
Me llamo Jaime Peralta Sánchez y soy estudiante de Comunicación audiovisual en la Universidad Rey Juan Carlos.COMENTARIOS