Lamborghini trabaja en el desarrollo del sustituto del Aventador, un modelo que ha sido el buque insignia de la firma italiana desde hace ya bastantes años y que, para su próxima generación, mantendrá el bloque V12 aunque no estará en solitario, pues adoptará una configuración híbrida. No es una solución que agrade a todo el mundo, pero al fin y al cabo, las condiciones del mercado y las normativas obligan a cambios como este. Al menos, pues no todo es malo, seguirá confiando en el motor que todo el mundo considera como la cumbre de las mecánicas de combustión, que no es poco.
Sin embargo, no todo será igual, porque el Lamborhgini Huracán, que lleva en el mercado desde año 2014, cuando ocupó el lugar del exitoso Lamborghini Gallardo, no correrá la misma suerte y verá como su propulsor V10 desaparece en favor de uno más pequeño. Así al menos lo afirman desde la publicación norteamericana Motor Trend, quienes mencionan algunos detalles que podríamos ver en la próxima generación del modelo italiano que, como cabe esperar, no se llamará Huracán. Los de Sant’Agata nunca ha reutilizado un nombre de una generación a otra, a excepción del modelo especial para conmemorar el aniversario del Lamborghini Countach.
Lamborghini quiere que todo su catálogo esté electrificado para 2024 y junto con el sustituto del Aventador, se espera que el Urus y el reemplazo del Huracán también adopten un grupo motor híbrido. El primero es un hecho y es totalmente oficial, ya que la propia marca lo anunció hace tiempo, pero los otros dos son meros rumores de los que todavía no hay confirmación oficial. Respecto al Urus, es cierto que se han visto mulas circulando por vías públicas del que será, supuestamente, la versión híbrida, pero del Huracán todavía no se conoce dato algunos.
Según Motor Trend, el sustituto del Huracán montará el mismo propulsor del Urus híbrido, el cual, estará compuesto por un bloque V8 gasolina sobrealimentado por dos turbos, asistido por un grupo eléctrico que, se espera, monte un solo motor eléctrico intercalado entre el motor y la transmisión. Esto permitirá un sistema de tracción total prescindiendo de todo el conjunto necesario en cualquier vehículo con motor de combustión y ayudando a reducir el peso y la gestión del eje delantero. De la batería ni siquiera hay datos especulativos.
Si se dice, no obstante, que, en teoría, los turbos solo funcionarán entre 7.000 y 10.000 revoluciones, donde se sitúa la línea roja. Un funcionamiento cuanto menos peculiar, pero que se puede entender por la presencia del grupo eléctrico, que hacen prescindible la asistencia de los turbos a bajas revoluciones. De esta forma, el V8 funcionará como un motor atmosférico hasta su máximo rango de revoluciones y se asemeja bastante a la configuración que tiene el Ferrari SF90 Stradale, lo que podría explicar por qué fue vista una unidad del modelo del Cavallino en las instalaciones de Lamborghini.
Por otro lado, la plataforma será una evolución de la actual, algo totalmente lógico, pues, el Audi R8 será un coche eléctrico y no se podrá compartir gastos de desarrollo, como se ha hecho hasta el día de hoy, tanto en el caso del Gallardo como del Huracán. El problema de esta plataforma es que se diseñó sin tener en cuenta la electrificación, así que su adaptación podría limitar el tamaño de la batería y posiblemente, el sustituto del Huracán no sea un híbrido enchufable.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS