Hace unos meses, Peugeot presentó la nueva generación del 308, un coche que sorprendió a todos por su apuesta estética y tecnológica, estrenando la nueva imagen de marca que ofrecerán todos los modelos a partir de ahora. Una imagen que tiene en el nuevo logotipo uno de los principales argumentos, junto con rasgos más agresivos y mucha más tecnología.
Las versiones más importantes de la gama serán, como cabría esperar, las híbridas. En este caso, Peugeot hace uso de la hibridación enchufable que, aunque como todos los enchufables pierde prestaciones cuando se agota la batería (tal como pudimos comprobar con la prueba del Peugeot 508 Hybrid), ofrece buenos resultados y también buenas prestaciones. Y si en el 508 Hybrid las sensaciones fueron buenas, en el Peugeot 308 deberían ser mejores, sobre todo con el motor de 225 CV.
Efectivamente y al menos por el momento, el Peugeot 308 Hybrid contará con la versión más potente de la gama, a la espera de un hipotético 308 PSE. Pero también contará con una versión un poco por debajo en cuanto a potencia, para ofrecer un mayor abanico de opciones en busca de llegar a más público.
Las variantes híbridas son importantes para los fabricantes, son las que ayudan a contener las emisiones de CO2. El problema de estas versiones es que son caras y hay que generar interés en los usuarios para que decidan llevarse una a casa, siendo la mejor opción ofrecer buenas prestaciones y un acabado más cuidado. Por eso, la gama híbrida del nuevo Peugeot 308 contará con la variante de 180 y con la de 225 CV.
En el caso de la versión menos potente, se compone del ya conocido PureTech gasolina con 1110 kW (150 CV) y por un motor eléctrico de 81 kW, acomplados ambos a la caja automática e-EAT8 (con ocho relaciones). La batería es de iones de litio con una capacidad de 12,4 kWh y acepta cargas a 3,7 kW y a 7,4 kW. Las emisiones homologadas, con batería totalmente cargada, son de 25 gramos de CO2 y la autonomía eléctrica de 60 kilómetros.
Para la versión más potente encontramos la misma combinación de motor de combustión, eléctrico, caja de cambios y batería, pero en este caso el PureTech de gasolina alcanza los 132 kW (180 CV) y las emisiones son de 26 gramos de CO2, mientras que la autonomía pierde un kilómetro.
La lista de equipamiento está al nivel que se espera de un coche actual, sobre todo de uno como el Peugeot 308, recién lanzado al mercado. Se trata de un lanzamiento tan reciente, que todavía cuesta ver unidades en las calles. Así, por tanto, no falta la instrumentación digital con la pantalla del sistema multimedia de gran tamaño, toda clase de asistentes a la conducción (cambio de carril semiautomático, la preconización anticipada de la velocidad y la adaptación de la velocidad en curva, control de crucero adaptativo con función Stop and Go y la ayuda al mantenimiento de carril, entre otras.).
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS