El MINI Countryman ha cumplido 60 años. Apareció por primera vez en 1960, aunque no era como lo conocemos actualmente y ni siquiera era un MINI, sino un Austin Seven Countryman y un Morris Mini Traveller. Dos coches, las versiones “familiares” de ambos modelos (Austin Seven y Morris Mini), destacaban por una estructura trasera fabricada con madera y totalmente a la vista. Era decorativa, el modelo tenía un chasis autoportante de chapa de acero, pero suponía su característica más notoria.
La siguiente generación del Countryman, si es que podemos considerarlo así, llegó en el año 2010, con la denominación de MINI convertida directamente en una marca independiente y con BMW controlando sus actividades. Llegó con objetivos similares, tales como servir de coche familiar u ofrecer un poco más de espacio interior que en cualquier otro MINI, pero lo hizo en un formato que comenzaba a crecer en popularidad: se convirtió en un SUV y automáticamente, en el coche más grande que la marca comercializa.
Al mismo tiempo, también se ha convertido en uno de los SUV más deportivos del momento, tanto por tacto como por comportamiento. Un apartado que la casa matriz no ha dudado en potenciar todo lo posible hasta hacer de MINI, una compañía con coches muy ágiles y de comportamiento casi de carreras en algunas versiones. Y el Countryman no es diferente, ni mucho menos, contando con versiones como los John Cooper Works de 306 CV o el híbrido enchufable de 220 CV.
Cambios estéticos poco acusados, pero se notan
El lanzamiento del MINI Countryman ha sido todo un acierto para la marca, siendo un éxito de ventas casi desde el primer día. El año pasado, en 2019, llegó a copar el 30 % de las ventas totales de la marca y eso suponen muchas ventas. Es, por tanto, el coche más importante de la actual gama MINI y cada cambio a realizar sobre su fisonomía, equipamiento o catálogo de motores debe ser cuidadosamente estudiada y consensuada. Si el coche gusta tal cual es, conviene tocar poco no sea que cambien las tornas y caigan las ventas.
No es el primer caso que veremos sobre un producto víctima de su propio éxito, ahí está el Porsche 911 o el Volkswagen Golf. Tampoco podemos olvidarnos del Jeep Wrangler y veremos que tal leva al Land Rover Defender, el cual ya ha sido criticado por más de un purista por su cambio estético y por suavizar sus rotundas y toscas formas. El Mercedes Clase G es otra víctima de su éxito, sin duda alguna y ahora parece que debemos sumar al MINI Countryman, aunque también es justo aclarar que se trata de un restyling y por tanto, los cambios radicales o las modificaciones de estilo no son lo normal. Habrá que esperar a que se lance la tercera generación de este SUV británico.
Respecto a los cambios estéticos implementados en este restyling, se centran principalmente en el frontal y si te fijas bien, se nota que algo cambia. A simple vista parece el mismo coche que lleva circulando algunos años (desde 2016), pero se nota algo diferente. Y eso es porque el frontal se ha revisado y se han cambiado algunas cosas, como es la calandra, el paragolpes o el interior de los faros, que por cierto pasan a ser LED de serie en todos los acabados. Los pilotos siguen mostrando algunos rasgos de la bandera “Union Jack” (la bandera de Reino Unido), aunque también han sido modificados ligeramente.
Ahora, los motores diésel contarán con AdBlue
La gama de motores es otro apartado importante cuando se trata de un coche con tanto peso en la gama de un fabricante, ya que se deben ofrecer opciones para todos los gustos y condiciones, siempre dentro de la clientela objetivo. Es decir, teniendo en cuenta el enfoque claramente premium de MINI (cada día más acusado), los motores disponibles abarcan todos los gustos y posibilidades de clientela premium, aquella que no tiene reparos en pagar el extra que se ìde por un Countryman frente a otros modelos rivales.
Se podrá elegir, como hasta ahora, entre motores gasolina y diésel (con tres y cuatro cilindros), así como un híbrido enchufable. Todos están adaptados a la normativa Euro6, como cabría esperar, al incorporar filtro de partículas en todos los casos. A este “tapón” para las emisiones, hay que sumar un sistema de inyección de urea para los motores diésel, para reducir las concentraciones de óxidos de nitrógeno (NOx).
La gama gasolina se compone de tres opciones (sin contar con el John Cooper Works). El acceso a la gama sigue siendo el MINI One Countryman de 102 CV, que puede equipar cambio manual de seis relaciones o automático de siete marchas. El siguiente escalón es el MINI Cooper Countryman con 136 CV y mismas opciones para la transmisión, dejando la tercera opción al MINI Cooper S Countryman con 178 CV que también puede optar entre las mismas cajas de cambio. No obstante, este último se puede asociar al sistema de tracción total All4, en cuyo caso, la caja de cambios es siempre automática pero con ocho relaciones.
El diésel la escalada en la gama es la misma: One D, Cooper D y Cooper SD, pero las potencias son 116 CV para la primera opción, 150 CV para la segunda y 190 CV para la última de todas. Al igual que en el Cooper S, el Cooper SD puede optar a la tracción total All4, que va asociada por obligación al cambio automático de ocho relaciones.
La etiqueta CERO de la Dirección General de Tráfico queda reservada para el MINI Cooper SE All4 Countryman, la versión con grupo propulsor híbrido enchufable de 220 CV y con una autonomía eléctrica de 55 kilómetros.
Actualizaciones cada vez que se conecte el teléfono
Cualquier automóvil moderno está equipado de serie con una cantidad tal de sistemas electrónicos, que actualmente suponen cerca del 40 % del gasto total que requiere un coche. Es un porcentaje muy elevado, que deja claro por dónde continuará la senda de la evolución, aunque a muchos no les guste dicha evolución.
La actualización del Countryman equipa una tarjeta SIM de forma permanente, permitiendo el uso del sistema de llamada a emergencias cuando ocurre un accidente. También se ha integrado el asistente de voz Alexa de Amazon, gracias a que se encuentra siempre conectado a la red, algo que también da acceso al servicio de información de tráfico en tiempo real o a la plataforma de internet “MINI online”. La opción MINI Connected puede usarse para enviar destinos de navegación desde el teléfono móvil y cuando conectemos el teléfono al coche, supondrá actualizaciones automáticas de los mapas de navegación.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS