La revista inglesa Autocar vuelve a traernos noticias sobre la marca del “doble chevrón”: si hace unas semanas recibíamos con sorpresa las declaraciones de que el Citroën C5X no tendría sucesor, ahora nos informa de que el prototipo Oli (all-ë) va a influenciar a un futuro modelo, según declaraciones del jefe de diseño de la marca gala, Pierre Leclercq. Por su parte, el jefe de producto, Laurent Hansen, apunta a que el modelo no se verá hasta 2026 o 2027.
Como la gama Citroën se va a basar en los segmentos B y C, por debajo de los recientemente presentados C3 y C3 Aircross no va a haber nada (dejando a un lado el Ami). Y con el sustituto del C5 Aircross, que debería ser el próximo en llegar, parece claro que el modelo del que hablan es la siguiente generación del Citroën C4.
Los actuales C4 y C4X, fabricados en la factoría Stellantis de Villaverde, en Madrid, recibirán en este año su actualización de mitad de ciclo, donde se espera que cambien los faros delanteros (incluirán la nueva firma lumínica que ya llevan los C3 y Berlingo de pasajeros), los pilotos traseros (que en el cinco puertas perderán su complicada forma) y, por supuesto, la incorporación del nuevo logotipo, por lo que parece bastante probable que la estampación del capot debería cambiar. Este restyling le permitiría afrontar los últimos años de su carrera con cierto vigor.
Sin embargo, el futuro C4 abandonará la actual plataforma CMP de origen PSA para utilizar la variante simplificada sobre la que ya se asientan los actuales C3: la denominada Smart Car. Desde Citroën se afirma que todas y cada una de las soluciones presentadas en el Oli estaban pensadas para llegar a la producción (si bien con la boca chica hay quien reconoce que algún elemento del Oli no era “tan buena idea”).
¿Cuáles serían los elementos que han recibido el visto bueno y cuáles no? Al no tener una versión oficial, sólo podemos especular. Repasando las características del prototipo Oli de 2022, no sería descabellado pensar que se van a descartar el uso de paneles de cartón (¿cómo se les darían los tests de EuroNCAP?) y el parabrisas formando un ángulo de 90 grados (poco aerodinámico). La utilización de piezas idénticas e intercambiables sí parece más viable, al menos para algunas realizadas en plástico y para las ventanas, pero no lo acabo de ver en puertas metálicas (esto ya de por sí recuerda mucho a Dacia en la época del Lodgy, donde los pilotos traseros eran idénticos). Lo que sí es posible que encontremos son los asientos simplificados hechos de materiales ligeros, la sencillez del tablero y la búsqueda del peso mínimo en todos los elementos posibles.
En cuanto al diseño disruptivo (nadie podrá negar que el Oli lo es), tengo mis dudas de hasta qué punto el futuro C4 lo será. Los actuales Citroën están teniendo derivados bastante próximos en Fiat y Opel/Vauxhall, por lo que la originalidad puede verse condicionada por el número de piezas que deban compartirse. La respuesta, en un par de años.
Jesus Alonso
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