El próximo Audi R8 será eléctrico. No paramos de ver noticias al respecto, ya sean oficiales o declaraciones de los responsables de la marca, pero está claro que el Audi R8 dejará de ser como lo conocemos. Es el futuro, evolución lo llaman, pero el Audi R8 no será el único que acabe pasando por el aro de la electrificación, todos irán detrás más pronto que tarde, aunque viendo los problemas que estamos teniendo con la energía, que nadie se sorprenda si de aquí a unos años, los planes cambian un poco.
Si dejamos todo eso a un lado y nos centramos en el deportivo alemán, nos encontramos con que las cosas se convierten en realidad, el Audi R8 nos dirá adiós y dejaremos de escuchar y de contemplar su motor V10 atmosférico, con muchos genes de Lamborghini (no en balde, es el mismo propulsor que monta el Huracán). La firma alemana ha dado a conocer lo que podemos considerar como el canto del cisne, el adiós del ya mítico deportivo de Audi. Se ha presentado el Audi R8 Coupé V10 GT RWD, un nombre poco emocionante que podríamos resumir como Audi R8 V10 GT, un coche que llegará al mercado en 2023 en una tirada limitada de 333 unidades.
El Audi R8 está viendo como se escribe el último capítulo de su vida comercial, está viendo como llega al final de su historia y como cabría esperar, llega a lo grande, como todo coche deportivo debería hacerlo: con la versión más deportiva y radical. Ya se había rumoreado una versión “final edition” y por lo visto, ahora mismo la tienes delante de sus ojos, solo que no se llamará “final edition” ni tampoco tendrá los 650 CV que se decía podría llegar a alcanzar. Eso no quiere decir que vaya escaso de potencia, obviamente, pues promete 620 CV procedentes del mismo V10 5.2 litros del Audi R8 Performance RWD.
Para la ocasión, la marca ha echado la vista atrás y se ha fijado, como seguro que ya te has dado cuenta, en el Audi R8 GT de la primera generación, una de las versiones más radicales del R8 lanzada al mercado hace ya 12 años. Es la mejor forma que se podía escoger para decir adiós al propulsor V10 y no, esto no es una idea, es una confirmación de la propia marca. Después de esta versión, no habrá más Audi R8 V10 dejando el camino abierto para los motores eléctricos.
Más ligero, más potente, más radical
El Audi R8 GT RWD exprime las características deportivas del modelo hasta el máximo de sus posibilidades, pero no solo con más potencia, sino también con una puesta a punto especial que afecta a muchos apartados y a una rebaja de peso que, sin llegar a ser espectacular, sí que se dejará notar cuando se ruede a fondo en circuito, el lugar más adecuado para esta versión del R8, aunque por desgracia acabará en un garaje climatizado, siendo parte de la colección personal de algún adinerado. Estos coches deberían estar en un garaje solo a la espera de ir a rodar…
Con el Audi R8 V10 Performance RWD como punto de partida, se han logrado rebajar un total de 20 kilos. Por un lado. las llantas son nuevas, de 20 pulgadas y 10 radios, que según la marca juegan un papel importante en la reducción de peso al ser forjadas y tomar tecnología derivada de competición. Los frenos son cerámicos y de serie. La barra estabilizadora delantera está fabricada con plástico reforzado con fibra de carbono, mientras que las dos conexiones de barra de acoplamiento se fabrican con aluminio (anodizado en rojo, que reduce la corrosión). De forma opcional, se puede montar una suspensión más deportiva y firme, que, además, también permite regulación en compresión y rebote. El interior recibe asientos tipo bucket más ligeros, pero no dan más información al respecto de los mismos, seguramente sean fabricados con fibra de carbono.
Caja de cambio más rápida y un nuevo modo de conducción
Para que el Audi R8 V10 GT RWD sea más incisivo, más vivo, la caja de cambios S Tronic de siete relaciones ha recibido una nueva programación para que la transición entre marchas sea mucho más rápida. También se ha modificado la relación de transmisión.
Por primera vez, Audi Sport ofrece en el R8 el sistema llamado Toque Rear, un sistema que permite un deslizamiento controlado del trasero mediante el sistema de control de tracción. Este, a su vez, ofrece siete curvas de funcionamiento. El nivel 1 permite poco deslizamiento, pero el nivel 7 es el más permisivo. El nivel de deslizamiento se puede controlar mediante un mando giratorio en el volante y el sistema basa su funcionamiento en la información que recibe de la velocidad de las ruedas, el ángulo de dirección, la posición del pedal del acelerador y la marcha seleccionada.
Todo esto se remata con un exterior específico, para que sea plenamente reconocible frente al resto de versiones de la gama. Monta diferentes piezas distintivas, como la inscripción “R8 GT” de color negro en la parte trasera, mismo color que adoptan todos los emblemas de la carrocería. También destaca el “carbon aerokit”, un conjunto de elementos desarrollados en el túnel de viento, que mejora la estabilidad y la velocidad de paso por curva. Este kit de carrocería consta de splitter delantero, faldones laterales, flics, elementos cW a los lados del paragolpes trasero, difusor y alerón con soportes “cuello de cisne”.
En el interior también hay más detalles específicos, algunos haciendo un guiño al Audi R8 GT de 2010. Se combinan los colores negro y rojo, incluyendo cinturones (rojos, que solo estuvieron disponibles en el R8 GT de 2010).
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS