Con solo verlo, puedes deducir que no es un nuevo Rolling Lab. Al ser una nueva entrega de Hyundai con destino de mercado, hay lógica en cómo se presenta. En definitiva, no es la primera edición especial que vemos que basa sus argumentos en algunos pocos incentivos superficiales y el agregado necesario de elementos aerodinámicos que alteren algo de la esencia de un coche que, respecto de la versión en que se basa, no cambia demasiado que digamos.
Ese es el caso del Hyundai Elantra N TCR Edition, la más reciente presentación de la automotriz surcoreana. Decía, no es uno de esos experimentales que el fabricante nos ha estado arrojando en las últimas semanas. No es el N Vision 74 –cuya posibilidad de producción de edición limitada no es todavía cosa juzgada–, tampoco es el RN24, el “naked” con propulsión eléctrica heredada del IONIQ 5 N. Eso sí: así como este último, recibe un componente propio de las carreras TCR, como revela su nombre. En este nuevo Elantra N, es eso y un manojo de agregados más que hacen que vea en él dos caras opuestas.
Nada nuevo debajo del capó
Decepción. Inscríbase aquí quien considera que esta edición merecía al menos una mínima mejora en el motor. La noticia es su presentación y su lanzamiento ya confirmado para Corea del Sur a partir de diciembre de este año y a otras regiones desde el 2025, según lo pautado, pero la noticia radica también en que el Elantra N TCR Edition no es más, a excepción de la incorporación de su nuevo alerón trasero adoptado de dicha competición, que una pintoresca propuesta debajo de cuyo capó se esconde el mismo motor que lleva el cuatro puertas de alto rendimiento de serie.
Al igual que el Elantra N, este Hyundai lleva el 2.0T GDi, un cuatro cilindros turbo con par de 392 Nm y dos niveles de potencia máxima: el estándar, que transmite a las ruedas delanteras hasta 280 CV, y temporal, el que eleva la cifra hasta los 290 CV a través de la función overboost. Si pretendías fantasear con llevarlo a la recta de Nürburgring y experimentar una velocidad máxima superior y mucho más extrema que el sedán, no te ilusiones, no es el caso. El TCR Edition no pasa de los 250 km/h.
Mejores ruedas, mejores frenos y un cisne para cambiar la ecuación
Oportunidad. Si bien el Elantra N ya venía con un alerón trasero bajo, imposible compararlo con el que lleva el TCR Edition, que recibe el proveniente del coche de competición. Es un gran alerón en fibra de carbono con cuello de cisne que promete un manejo más osado y estable a altas velocidades y, por qué no, estirar el frenaje en las curvas por la adherencia de su carga aerodinámica.
Es la gran diferencia respecto del Elantra N, pero no la única. Las ruedas del Edition cuentan con llantas que también son heredadas de la versión de carreras, unas N TCR forjadas de 19 pulgadas, dentro de las cuales se aplican frenos N Performance con pinzas de cuatro pistones. Mayor ligereza, mayor reducción del peso no suspendido y un mejor manejo como consecuencia de la baja tensión con los amortiguadores, y mayor potencia de frenado, complementando así la función de agarre del alerón.
A la espera de su precio
Ahora, a esperar qué precio le etiqueta Hyundai a esta nueva edición y si, aprovechando estos dos importantes agregados, lo eleva mucho más allá de los 35.000 dólares a los que la surcoreana vende el Elantra N. Porque, a decir verdad, considero al alerón, a las ruedas y a los frenos los únicos argumentos válidos para que se dispare del valor mencionado, lo que no es menor, ya que, en definitiva, la nueva edición termina recibiendo parte de las capacidades del de carreras. El resto es la estética extra de los emblemas TCR de su interior y algo de calidad como el revestimiento en alcántara para el volante.
Mauro Blanco
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