Parece que en Australia se toman muy en serio la defensa de los derechos de los consumidores, y por eso, la ACCC (Australian Competition and Consumer Commission) ha demandado a Mazda Australia hace unos días por siete vehículos que se vendieron nuevos que, según sus datos, son defectuosos y no han sido reparados adecuadamente.
En la demanda, que se puede leer aquí, la ACCC describe en detalle lo ocurrido. Entre 2013 y 2017, tres parejas y cuatro personas compraron siete vehículos de la marca Mazda. Eran los modelos Mazda2, Mazda6, Mazda CX-5, CX-5B, CX-3 y BT-50, una pickup que se vende en Australia. En los dos primeros años comenzaron a experimentar fallos, como una pérdida de potencia repentina del motor, entre otros.
La marca intentó reparar las averías, pero sin éxito, cambiando incluso algunos motores. De hecho, uno de los vehículos se pasó en el taller cuatro meses. Lógicamente, al principio los clientes estaban molestos, pero esperanzados en que Mazda lograra reparar sus vehículos. Al pasar el tiempo y tras multitud de paradas en el taller, algunos de ellos comenzaron a reclamar a la marca la devolución del importe íntegro del vehículo adquirido, o uno completamente nuevo. La marca se negó.
“Alegamos que Mazda se negó repetidamente a proporcionar un reembolso o un reemplazo sin costo alguno a los consumidores y los presionó para que aceptaran ofertas menores hechas por Mazda solo después de múltiples fallos en los vehículos e intentos repetidos de reparación”, dijo el presidente de la ACCC, Rod Sims.
En cambio, ofreció a los clientes la recompra de sus vehículos, con un valor inferior al de adquisición, o la entrega de uno nuevo si aportaban la diferencia de lo que costaba frente a la valoración de su vehículo usado. Incluso en algún caso ofrecieron una extensión de garantía y mantenimiento sin coste. Los clientes se negaron y reclamaron a la ACCC.
“Mazda Australia reconoce que la compra y propiedad de un coche nuevo es una inversión importante para los consumidores australianos. Como tal, el objetivo de Mazda Australia es proporcionar siempre la mejor experiencia para el cliente; una experiencia que ha sido confirmada constantemente como la más alta por la industria y encuestas independientes en la compra y servicio. Al hacerlo, excede constantemente sus obligaciones legales. Por lo tanto, está decepcionado de que la ACCC haya optado por iniciar procedimientos judiciales en su contra por presuntas infracciones de la Ley del Consumidor de Australia. Esos procedimientos serán defendidos enérgicamente”, dijo la compañía en un comunicado.
Según la ACL (Australian Consumer Law), si un vehículo no puede ser reparado o su reparación no se realiza en un tiempo razonable, el consumidor tiene derecho a solicitar el reembolso completo o un producto nuevo equivalente. Esta ley también prevé multas de hasta 1,1 millones de dólares australianos para cada uno de seis de los siete casos, pues en 2018 la ley cambió, aumentando la cuantía de la multa hasta los 10 millones de dólares australianos o el 10 % del volumen de negocio de la compañía en el país, para el séptimo caso de la demanda.
No son extraños los casos en que las disputas entre consumidores y marcas terminan en los tribunales, como el caso del Skoda Karoq que os contamos hace poco. Esperemos que esta disputa se resuelva pronto y los usuarios puedan disfrutar de sus vehículos.
Pablo Mayo
Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.Esto sí es defender a su población, con derechos y argumentos, y no lo del gobierno de turno, del Pp, aquí frente al “diesel-gate”