La incertidumbre planea sobre el SUV eléctrico tope de gama de Audi. Las ventas del modelo van en caída libre (¡y eso que es un SUV!), y esto es un gran problema para la fábrica que lo produce, ya que es el único modelo que tiene adjudicado en la actualidad. Con una capacidad de producción de unas 50.000 unidades, durante el pasado año se fabricaron menos de la mitad.
El Audi Q8 e-tron nació en 2018 como Audi e-tron “a secas”. Un movimiento algo extraño en cuanto a marketing, pues se salía del esquema de nomenclaturas de Audi utilizando una denominación que ya se había usado en otros modelos más pequeños para indicar que eran de propulsión eléctrica. En 2020 recibe la variante Sportback. Para complicar aún más el tema de los nombres, también en 2020 se presenta el e-tron GT, basado en la plataforma J1 del Porsche Taycan en lugar de en la MLB evo. Las versiones más prestacionales del SUV alemán recibieron el nombre e-tron S.
En 2022, intentando poner algo de coherencia al asunto, Audi decidió renombrar los e-tron y e-tron Sportback como Q8 e-tron y Q8 e-tron Sportback, recibiendo las variantes más deportivas el nombre SQ8 e-tron. El Audi Q8 de combustión, también asentado sobre la plataforma MLB evo, mantuvo su nombre, si bien con la nueva política de denominaciones debería cambiar a una cifra impar por no ser eléctrico.
Pero la cruda realidad a la que se enfrenta la marca de los cuatro aros es la caída en picado de las ventas de su SUV eléctrico tope de gama. Hay varios factores: en primer lugar la caída de ventas de los modelos eléctricos en Europa, agravada por el cese de las ayudas en Alemania; por otra parte, que el precio de los Q8 e-tron se acerca peligrosamente a los 90.000 euros, una cifra muy elevada; en tercer lugar, el interior del modelo se ha quedado bastante desfasado; y un cuarto factor, que es la existencia de competencia en la propia casa: el Q6 e-tron, que mide sólo trece centímetros menos (diferencia que se reduce sólo a dos centímetros en el caso de la variante alargada Q6L e-tron) y cuenta con un interior más acorde con las tendencias actuales (léase pantallas gigantes por todas partes), y que además está asentado sobre la plataforma PPE compartida con el nuevo Porsche Macan.
La factoría belga se encuentra así en peligro, ya que si se confirma el cese de producción de estos dos modelos, se quedaría sin carga de trabajo. La fábrica tiene una larga trayectoria: comenzó a producir modelos de Studebaker en 1949, a los que en 1954 se les unieron modelos de Volkswagen, y también algunos Porsche. Además del Escarabajo, otros modelos de Volkswagen fabricados en Forest fueron los Passat, Golf, Lupo y Polo, así como los Audi A3 y A1.
De momento, Audi ha anunciado el despido de 1.410 empleados de la factoría de Forest en octubre de este año, y otros 600 a principios de 2025. La planta actualmente cuenta con 3.000 trabajadores. El ciclo de vida de los Q8 e-tron estaba previsto hasta 2026, y a principios de este año se presentó la interesante versión “edition Dakar”, más preparada para un uso fuera del asfalto. Lamentablemente, la situación no pinta nada bien.
Jesus Alonso
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