Tal y como estaba previsto por parte de los suecos, el crossover Volvo XC40 eléctrico será pronto una alternativa más en la gama. El 16 de octubre se presentará oficialmente, pero hasta entonces contamos con un pequeño adelanto de cómo será a nivel interno, aunque sin datos de prestaciones ni de su conjunto motriz eléctrico.
El Volvo XC40 estrenó la plataforma Compact Modular Architecture (CMA) en 2017, con un planteamiento similar a la MQB de Volkswagen: distancia fija del eje delantero al salpicadero, resto de cotas variables, y compatible con distintos sistemas de motorización: gasolina o diésel, híbrido enchufable y eléctrico. Es la plataforma para vehículos compactos y se compartirá con otras marcas de Geely.
La versión eléctrica del XC40 cuenta con algunas modificaciones estructurales más allá de la obviedad de que cuenta con un piso repleto de baterías, un motor compacto en el eje delantero, electrónica de control y todo lo necesario para la recarga. Dichas modificaciones eran imperativas para mantener el nivel de seguridad del coche dentro de los estándares de Volvo.
“El XC40 totalmente eléctrico será uno de los vehículos más seguros que hayamos construido nunca”. – Malin Ekholm, responsable de seguridad de Volvo Cars
En el subchasis delantero desaparece el motor convencional como elemento estructural para la absorción de impactos. Como el motor eléctrico ocupa mucho menos espacio, la estructura frontal ha sido reforzada. Además de eso, también se ha rediseñado el “hueco” donde van colocadas las baterías de alto voltaje, cuya capacidad es desconocida.
Alrededor de las baterías hay una jaula de seguridad realizada en aluminio extruido que se ha incrustado en la parte central de la estructura. De esta forma se forma un colchón que permite cierta deformación en caso de impacto, preservando así la integridad de las baterías para la mayor seguridad.
En otras palabras, el nivel de seguridad del XC40 con motor eléctrico es, por lo menos, el mismo del XC40 con motorizaciones convencionales. Eso sí, puede haber una leve penalización en términos de peso que el fabricante no ha aclarado. En la parte trasera también hay refuerzos para la carrocería.
Las baterías contribuyen a rebajar el centro de gravedad, lo habitual en este tipo de configuración de batería central y en el piso. Las carrocerías tipo crossover/SUV, hoy por hoy, son adecuadas para vehículos eléctricos porque hay más espacio utilizable bajo el piso, dado que la preferencia del cliente de ese tipo de coches prefiere ir sentado en una posición más elevada.
Otra novedad para el XC40 es la nueva plataforma de sensores para conducción asistida (ADAS). Integra radares, cámaras y sensores de ultrasonidos en la parte de componentes, todo gestionado por un software desarrollado por Zenuity, una empresa participada por Volvo Cars y Veoneer.
Este sistema es escalable, es decir, utilizando los mismos componentes sensoriales se puede ir mejorando el software para contar en el futuro con un mayor grado de autonomía. Tesla hizo algo similar, lanzando unos sensores muy avanzados sin que la parte software estuviese todavía lista, a modo de posible actualización.
Volvo se propuso unos objetivos muy ambiciosos para la próxima década, como reducir a 0 las víctimas en sus vehículos, asumir la responsabilidad como fabricante en el caso de verse involucrados sus vehículos en modo autónomo en accidentes, así como abandonar el desarrollo de motores de combustión y centrarse en híbridos y eléctricos puros.
Javier Costas
Me gustan los coches desde que tengo uso de razón (o antes). Tras haber conducido más de 400 coches aquí sigo, divulgando y aprendiendo a partes iguales sobre las cuatro ruedas. Vosotros habéis hecho que se convierta en mi pasión.COMENTARIOS