Aston Martin está adoptando un curso nuevo para acomodarse en el mercado y ha dejado en claro que no pondrá sus mayores fuerzas en lanzamientos de modelos de aquí a un plazo indefinido. Y en lanzamientos, casi todas las expectativas están puestas en el hypercar entrante, que vaya si no se está haciendo desear.
De modelos nuevos y carrocerías complementarias El Aston Martin Valhalla se apalancará en la cúspide de la flota de los británicos, mientras que el Aston Martin Vanquish Volante se estrena en la tercera generación para sumarse al Vanquish Coupe, como era de esperar, bajo una premisa de privilegio: acompaña a éste en el título de modelo de serie con motor delantero más rápido y potente de la actualidad a nivel global y, aún
más destacable, ser el descapotable de serie más rápido y potente en toda la historia de los de Gaydon.
Nada queda por descubrir, todo está dicho por la marca. Los pedidos comenzaron y las entregas se harán en el tercer trimestre del 2025. Será entonces cuando los primeros clientes tomen posesión del nuevo modelo y, para entonces, deberán estar al tanto de algunas características que considero esenciales.

Par máximo a la mitad del régimen en el nuevo Aston Martin Vanquish Volante
El sustento de los pergaminos mencionados son los números que arroja el V12, que, en cuanto a potencia y prestaciones, se replican de los del modelo cupé actual: una máxima de 835 CV y una velocidad máxima de 344 km/h, mientras que la aceleración de 0 a 100 es apenas más lenta que su hermano cerrado, que la realiza en 3,3 segundos.
El nuevo Volante la establece en 3,4 segundos, una consecuencia del aumento de peso. Hablamos de un coche con 95 kilos extra en relación con el Vanquish cupé, de 1.910 kg. Ahora bien, hay que ser justos y por ello vale la comparativa con su antecesor. Para quienes han volado alguna vez en el Vanquish Volante de la generación anterior y sus 603 caballos máximos, lejanos ya en el tiempo, y tienen en sus planes repetir la experiencia con el nuevo convertible, deben tener en cuenta el aumento de más de 100 CV en la relación peso-potencia por tonelada: con sus 2.005 kg, ahora firma unos 416 CV por tonelada.
Pero lo que más seduce, siguiendo en el paralelismo entre generaciones, es la respuesta evolucionada que trae este doce cilindros. Mientras el anterior Vanquish Volante desarrollaba su par máximo de 630 Nm a 5.500 revoluciones por minuto, este nuevo Aston Martin alcanza su par máximo –de 1.000 Nm– a 2.500 rpm, casi la mitad del régimen.

Techo en acción
Si tuviera que definirlo, diría que este Vanquish es expresivo de punta a punta. Más de 4,8 metros de largo pensados y llevados a cabo con criterio y sentido, y no hablo de elementos y detalles de diseño que podría destacar como los flujos de aire laterales y las molduras del capó inspiradas en la F1, sino de conceptos generales y proporciones. Los 80 milímetros extra de batalla responden a un marcado predominio de la parte delantera donde se monta el V12 y a una cabina algo rezagada.
De la cabina hacia la zaga, hay que hablar del techo y su accionamiento. Adentrarse en un convertible nuevo implica apuntar allí impostergablemente. La metamorfosis es posible desde la llave, siempre y cuando estemos parados dentro de un radio de dos metros alrededor del coche, pero se supone tiene más estilo convertirlo a cielo abierto en movimiento. En la consola central, un interruptor metálico pone a trabajar a la capota de lona, de plegado tipo K hacia el compartimento trasero, apertura en 14 segundos, cierre en 16 segundos y una velocidad límite de 50 km/h para llevarlo a cabo.
Ya me mencioné a la zaga, me permito una apreciación. Creo que el paso del tiempo entre la segunda y la actual generación no le ha beneficiado al Vanquish Volante. El nuevo modelo luce una superficie despejada y demasiada apagada. Frente a este intento de minimalismo, me quedo sin pensarlo dos veces con el conjunto posterior del Vanquish Volante 2018, cuyo difusor, alerón, panel y postura estaban más en sintonía con lo que generaba el V12.
Mauro Blanco
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