Si no eres un gran aficionado a los coches, es probable que el Holden Torana no te suene de nada. Nacido para ser ofrecido a los clientes australianos, la primera generación comenzó su vida en 1967 como un vehículo compacto y modesto basado en el británico Vauxhall Viva (HB), a su vez con ciertas reminiscencias en el Opel Kadett coetáneo. Sin embargo, hubo que esperar hasta mediados de los 70 para ver versiones realmente atractivas, como este ejemplar de 1977.
Pero esta no es una unidad cualquiera, sino un Holden Torana SS con carrocería hatchback equipado con un paquete A9X orientado a las máximas prestaciones. Y justo por esto último se trata de uno de los modelos de la casa más buscados y mejor cotizados, ya que además de ser rápido, apenas se construyeron 405 ejemplares, y 100 de ellos con carrocería coupé. Para más inri, se cree que apenas han sobrevivido unas 50 o 60 unidades, lo que lo hace aún más extraño dentro de su propia rareza.
Además, sólo fueron cuatro los que contaban con esta combinación cromática: Atlantis Blue en el exterior y vinilo marrón en el habitáculo. Para entender por qué se fabricaron en números tan limitados, hay que destacar que el Holden Torana con el paquete A9X fue construido como una versión especial para poder homologar a su equivalente de carreras, el cual competiría en la Bathurst 1000. Llegó al primer puesto en las ediciones de 1978 y 1979, y en el Campeonato Australiano de Turismos.
Holden agregó la opción A9X en 1977 como una forma de ayudar al equipo oficial a ganar carreras. En esa época, los coches de competición tenían que basarse en modelos de carretera
¿Y qué es lo que incluía el paquete A9X? Para los aficionados a los muscle cars, solo cosas buenas. En los modelos más modestos, el Holden Torana equipaba propulsores de cuatro y seis cilindros, pero el A9X acogía en su vano a un V8 de 5 litros de 243 CV, junto con una transmisión manual de cuatro velocidades. También se agregó una joroba en el capó para aumentar el flujo de aire en el compartimento del motor, frenos de disco en la zaga y un diferencial montado sobre un eje de servicio pesado.
Este Holden Torana A9X, chasis 92/100, está a la venta en el sitio web de Australian Muscle Car Sales con el manual del propietario original, la ficha de construcción, todos los documentos de fábrica y cartas de verificación, libros de registro y, para atestiguar aún más su estatus de celebridad, recortes de la gran selección de revistas que se han presentado a lo largo los años. Desde que abandonó la fábrica en 1977, solo ha cubierto 47.672 kilómetros, lo que explica su condición inmaculada.
El precio inicial es de 495.000 dólares australianos, lo que se puede traducir en unos 280.000 euros. Esa tarifa también incluye la posibilidad de organizar un transporte cerrado y seguro a su nuevo hogar. Aquellos que estén interesados, pueden ver al automóvil en la sala de exposición que el concesionario tiene en Sydney o a través del vídeo que hay encima de estas líneas. En él se le puede ver al detalle, tanto por fuera como por dentro, además de poder gozar del sonido de su ocho cilindros.
De cualquier forma, este Torana destinado a las vías públicas es el más caro jamás vendido, un récord que hasta ahora se había quedado fijado en 365.000 dólares (226.500 euros) en 2018. Sin embargo, una unidad de carreras conducida por Bob Morris se vendió en una subasta en 2017 por 715.000 dólares (445.000 euros).
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS