La electromovilidad ha hecho que muchas marcas se hayan visto obligadas a tomar ciertas decisiones de las que se arrepienten. Una de ellas es Ford, que intentaron sumarse a la fiebre de la sostenibilidad, pero no consiguieron los resultados esperados. Lo hicieron haciéndose sangre y daño, sin ser conscientes de que se estaba pegando un tiro en el pie de los que varios años más tarde sigue sin cicatrizar y con el run run de en qué estaban pensando para cargarse de su catálogo varios coches que eran un éxito de ventas y que no se merecían tener este final abrupto.
Sí, en la firma lo apostaron todo por la movilidad eléctrica, tirándose a una piscina en la que en ese momento había un pequeño charco de agua y la que quizás empezaría a llenarse a largo plazo. Para eso, se tenía que hacer lo de siempre, echarle billetes a todo, y esos billetes venían de la retirada del mercado de esos coches que en ese instante no se reclamaban por parte del público, que no eran otros que los de dimensiones reducidas.
Eso es lo que sucedió en Estados Unidos, donde decidieron ir a lo grande y reinvertir su dinero en la producción de pick-ups y SUV’s, sumándose cueste lo que cueste a esa fiebre que había en la industria. Ahora, algunas voces autorizadas del fabricante americano han dejado caer que es posible que se estén lamentando por la decisión que se tomó hace unos años. Dicho de otra manera, ahora que ven que la gasolina está subiendo de precio, que los coches eléctricos no alcanzan las expectativas y que la inflación es mayor, se arrepienten de dejar de producir coches de tamaño reducido y que consumen poco para cumplir con las necesidades reales de sus usuarios.
La conocida firma vio como sus superventas, el Ford Fiesta o el Ford Focus, tenían algunos problemas en su variante ST en Estados Unidos, los cuales tenían transmisiones de doble embrague PowerShift que no funcionaban como se esperaba. Por ello, se vieron obligados a pasar por los tribunales por las innumerables denuncias y demandas que habían recibido por los temblores constantes, los problemas en el cambio de marcha y algunas reacciones inesperadas por parte del motor, por lo que tuvieron que pagar varios millones de dólares. Ante esta situación, y ante una demanda de coches eléctricos o de grandes dimensiones que estaba creciendo, decidieron cargarse el origen de sus problemas.
Bien es cierto que el volumen de ventas de Ford fue variando en los últimos años, especialmente en esos coches más pequeños, los cuales siguieron la tendencia de otras marcas del mercado, cayendo notoriamente sus ventas en cuatro años. Esto lo que supuso en la industria de la automoción no fue otra cosa que eliminar cualquier tipo de elemento que no fuese rentable y por ello quitaron del catálogo esos coches que no eran rentables para ellos.
Ahora, que la inflación sigue causando efectos en el mercado, se está observando como algunos modelos de la talla del Nissan Versa o el Mitsubishi Mirage –no se venden en España, pero sirven de ejemplo para ilustrar la situación– están incrementando su volumen de ventas. Por ello, Jim Farley, CEO de Ford, ha dicho con la voz entrecortada que hay un equipo trabajando en un EV de 30.000 dólares, pero que llegará en un principio en 2027, aunque seguramente llegue más tarde de lo previsto inicialmente, como ocurre con muchos otros que han prometido coches eléctricos baratos –aunque 30.000 euros no es barato– y que todavía no lo han logrado.
En Ford quieren solucionar ese problema que les acompaña desde el 2018 cuando decidieron que era un buen momento para cargarse esos modelos que les habían catapultado en los últimos años a la gloria. En ese sentido, han comprobado como las quejas de los clientes iban subiendo y es que todo fue cambiando a partir de la pandemia, donde se buscaba más el hecho de cubrir necesidades que el lucir un cochazo. Ante esta situación, algunos expertos de la firma se replantearon la probabilidad de empezar a construir sus próximos modelos de dimensiones reducidas, pero sobre todo asequibles, algo que era lo que necesitaba especialmente esos fieles a la firma y ahora han decidido dar el paso de trabajar de nuevo en estos modelos.
Alejandro Delgado
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