El 14 de junio de 2009 fue un día grande para el automovilismo español. Uno de sus grandes protagonistas, Marc Gené, vencía en las 24 horas de Le Mans a bordo de su Peugeot 908 HDi FAP. Era el primer español en realizar algo así. Hoy 16 de junio de 2019, diez años después, otro español vence en las 24 horas de Le Mans y se hace con el campeonato del mundo de resistencia, gesta aún mayor. Se trata ni más ni menos que del genial piloto asturiano, Fernando Alonso.
La carrera de Fernando Alonso ha estado plagada de momentos de mala suerte, sin contar con sus desafortunados cambios de equipo en Fórmula 1, en total asincronía con los coches vencedores del momento. Pero este fin de semana en Le Mans toda esa mala suerte ha vuelto en forma de buena suerte, poniéndole en bandeja a él y a sus compañeros de equipo de Toyota, la victoria en bandeja.
Comenzaba la carrera el sábado a las 15:00 hora peninsular, y desde ese momento el Toyota número 7 de Conway, Kobayashi y López se colocaba en cabeza. Tenía más ritmo que el Toyota número 8 de Alonso, Buemi y Nakajima. Pasaban las horas y la noche caía en el circuito de La Sarthe, y el Toyota nº 8 tomaba el relevo, tras un periodo de Safety Car. Pero esto era momentáneo, ya que tras la parada en boxes del nº 8, el Toyota nº 7 volvía a estar en cabeza, aumentando su ventaja a algo más de un minuto.
Había algunas voces que apuntaban a que el fondo plano del Toyota nº 8 estaba dañado y por eso su ritmo era más lento. En cualquier caso, fuera o no fuera así, los japoneses no cambiaron el suelo a al coche de Alonso, Buemi y Nakajima.
Se acercaba la última hora de carrera, donde tradicionalmente los equipos “congelan” las posiciones para evitar luchas que puedan acabar en desastre, cuando el equipo Toyota detecta un pinchazo en el Toyota nº 7. Según ellos, era en la rueda delantera derecha, así que meten el coche a boxes y le cambian solamente esta rueda por un neumático usado: ya no quedaban neumáticos nuevos. El coche vuelve a la pista e inmediatamente se dan cuenta del error cometido: el sensor de presión de neumáticos había ofrecido lecturas erróneas, y en realidad el pinchazo estaba en la rueda trasera derecha, por lo que tiene que volver a entrar. Esto hizo que el Toyota nº 7 perdiera el liderato en favor del Toyota nº 8, que finalmente se proclamaría campeón.
De este modo, Fernando Alonso, Sebastian Buemi y Kazuki Nakajima vencían en las 24 horas de Le Mans tras 385 vueltas y 24h 00′ 10,574”, aunque reconocieron que la victoria debería haber sido para Mike Conway, Kamui Kobayashi y José María López del Toyota nº 7, que fue más rápido durante toda la carrera. Muestra de ello es la vuelta rápida, donde el nº 7 marcó 3′ 17,297”, mientras el nº 8 hacía un segundo más, 3 ‘18,397”.
El tercer coche en cruzar la meta fue el del debutante en Le Mans, Stoffel Vandoorne -ex-compañero en McLaren F1 de Alonso-, que corría junto a Vitaly Petrov y Mikhail Aleshin en el coche del equipo SMP Racing nº 11, el BR Engineering BR1-AER. Su gemelo, el nº 17 de SMP Racing, se retiró después de 18 horas tras un incidente en las curvas Porsche.
En LMP2, el Signatech Alpine Mamut de Lapierre, Negrão y Thiriet resultaron vencedores de la categoría, mientras en LM GTE PRO, nuestro compatriota Antonio García, junto a sus compañeros Magnussen y Rockenfeller, terminaría en la novena plaza de su categoría. Tras un comienzo muy prometedor donde rodaba cuarto, el Chevrolet Corvette del equipo Corvette Racing fue perdiendo posiciones paulatinamente a lo largo de las horas. El vencedor de esta categoría sería el equipo AF Corse con Pier Guidi, Calado y Serra a los mandos del Ferrari 488 GTE Evo. Finalmente en la categoría LM GTE AM resultó vencedor el equipo Keating Motorsports, con Keating, Bleekemolen y Fraga a los mandos del Ford GT.
Hoy el español Fernando Alonso ha hecho historia del automovilismo de nuestro país, aumentando las victorias y campeonatos del mundo de su palmarés, y haciendo más grande aún su leyenda. Cuando se retire de la competición, tardaremos bastante tiempo en encontrar un piloto de su categoría, y sus logros, con el tiempo, se verán con más grandeza aún si cabe. ¡Enhorabuena Fernando!
Pablo Mayo
Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.COMENTARIOS