El Gran Premio de Mónaco es tan glamuroso e histórico como aburrido, desde el punto de vista del espectador, aunque este fin de semana hemos visto un primer cuarto de carrera donde pasaban algunas cosas interesantes. Hamilton resultó vencedor, a pesar de no tener prácticamente neumáticos delanteros, acosado por Verstappen. Ya sabemos lo que pasa en Mónaco: es casi imposible adelantar aunque seas más rápido.

La gran sorpresa de la clasificación la ofrecía Ferrari, pero en negativo. Charles Leclerc se quedaba el 16º, cayendo en la Q1. ¿Por qué ocurría esto? Parece que los de Ferrari lo atribuyen a un fallo de cálculo de los estrategas con los tiempos de corte. Según ellos, debería haber pasado sin problemas, pero ya vimos que se confundieron. Podría parecer que no tuvieron tiempo de cambiar gomas para hacer otro intento, después de pasarse de largo el pesaje obligatorio de la FIA, pero no fue así. Vettel entró, cambió gomas, y pasó a la Q2, evitando la debacle del equipo, mientras a Leclerc no le sacaban, a pesar de que él mismo lo estaba pidiendo. Otro fallo más de Mattia Binotto.

En cualquier caso, y como siempre esta temporada, Bottas y Hamilton se disputaban la pole mano a mano. Cuando parecía que Bottas se la llevaría con un tiempazo de 1′ 10,252”, llega Hamilton y se la arrebata por 86 milésimas, batiendo el récord de la pista. Por detrás quedaría Verstappen, demostrando que el chasis de Red Bull brilla en esta pista donde el motor queda en segundo plano. Detrás de él estaba Vettel, seguido de los mortales Gasly -comenzaría el 8º por penalización-, Magnussen, Ricciardo, Kvyat, Sainz y Albon.

Amanecía nublado en el principado, con alguna probabilidad de que pudiera llover durante la carrera aunque finalmente solamente fueron cuatro gotas. En el ambiente flotaba el recuerdo a Niki Lauda, recientemente fallecido, y al que toda la familia de la Fórmula 1 ha rendido homenaje. Se apagaban los semáforos en Mónaco, y las cuatro primeras posiciones se mantenían intactas, mientras por detrás Ricciardo adelantaba a Magnussen y Sainz remontaba hasta la octava plaza. Leclerc, que salía el 15º, ya era 13º en apenas tres vueltas. El monegasco corría en casa y tenía ganas de demostrar su valía, subiéndose por las paredes en los inicios del Gran Premio.

La cosa se animaría bastante cuando en la vuelta nueve, Leclerc llegó al alerón trasero de Grosjean y le tiró el coche por el interior de la Rascasse, adelantando limpiamente. Gran adelantamiento del joven de Ferrari, aunque luego lo compensó con un fallo al intentar adelantar a Hulkenberg en el mismo lugar en la siguiente vuelta. Casi hace un trompo golpeando el guardarrail, y perdía otra vez la posición con Grosjean, bajando al puesto 13º.

Este incidente sería decisivo para su carrera, pues pincharía la rueda trasera derecha. En el camino hacia boxes, la rueda fue desintegrándose, desgarrándose la carcasa en varios hilos que destrozaron el fondo plano del monoplaza. Llegó a boxes, cambió gomas y volvió a salir, pero ya había repartido bastantes trozos de fibra de carbono por el circuito.

Ante el riesgo que estos pequeños trozos suponen, por el riesgo de provocar más pinchazos, dirección de carrera saco el safety car. Aquí comenzó el baile en boxes, donde todo el mundo entraba y algunos se quedaban fuera, tal vez esperando que apareciera la lluvia para ahorrarse una parada. Aquí ocurrió otro incidente que marcaría la carrera de Verstappen.

Bottas y él entraron al mismo tiempo. Mientras Bottas ya salía por la calle de boxes, a Verstappen le soltaban cual toro que sale en un encierro, circulando en paralelo a Bottas y arrinconándole contra el muro. No había escapatoria, así que el finlandés impactó con su rueda trasera derecha, provocando un pinchazo que le obligaría a volver a cambiar gomas. “Unsafe release” para Verstappen, con cinco segundos de penalización.

Se marchaba el coche de seguridad en la vuelta 15, y algo había cambiado en cabeza. Hamilton continuaba liderando, ya hasta el final con los neumáticos medios -amarillos-, mientras Verstappen le perseguía muy de cerca con los duros -blancos-. Detrás de ellos, Vettel y Bottas a una distancia prudencial de algo más de un segundo, para evitar el graining provocado por seguir muy de cerca a un monoplaza.

Tras el atasco que provocó un Williams en la Rascasse, Leclerc abandonaría en la vuelta 19, viendo la imposibilidad de alcanzar buenas medias por vuelta, debido a los daños que tenía su monoplaza en el fondo plano, que recordemos, es el principal componente de agarre aerodinámico de un Fórmula 1 actual.

A partir de aquí, aburrimiento, salvo por Sainz. En cabeza, Hamilton sufriendo graining en sus ruedas delanteras, y quejándose a cada rato por la radio, con un ritmo muy lento. Detrás, Verstappen intentando adelantar, pero era imposible. Hasta la penúltima vuelta, que casi se lleva puesto a Hamilton en la chicane a la salida del túnel. Siguiéndoles Vettel y Bottas, a una distancia prudencial. Así 53 vueltas hasta el final.

Al menos Sainz aportó algo de emoción, entrando a cambiar gomas cuando ya todos las habían cambiado, pero pudiendo tirar con aire limpio, para ganar posiciones. Así fue como poco a poco fraguó su remontada. En la vuelta 35 era 8º, en la 41 ya era 7º y en la 51 llegó a la sexta posición, donde terminaría la carrera. Gran fin de semana de Carlos Sainz y McLaren.

Con la penalización de 5 segundos, Verstappen quedó fuera del podio, haciendo cuarto, con Hamilton, Vettel y Bottas tomando el champán junto a la familia real monegasca. Con este resultado, Hamilton afianza su liderato en el campeonato de pilotos, al igual que lo hace Mercedes con el de marcas. Podéis pasaros por la página de Fórmula 1, donde podréis ver estos datos y las fechas de la siguiente carrera. Será en Canadá, el próximo 9 de junio, en el mítico circuito Gilles Villeneuve, donde tuve la fortuna de ver mi primer Gran Premio en directo hace ya algunos años.