Coche del día: Mitsubishi Galant 2000 GLSi

Coche del día: Mitsubishi Galant 2000 GLSi

La opción más sencilla y barata de la gama


Tiempo de lectura: 3 min.

El Mitsubishi Galant 2000 GLSi era el escalón de acceso a la gama en España a mediados de los 90. Un coche que destacaba por el diseño de su frontal, por unos acabados al mejor nivel y por un conjunto de suspensiones muy elaborado, pero que, como solía ocurrir con los sedanes de Mitsubishi, no tuvo mucha popularidad en nuestro país. Era algo más caro que modelos rivales directos, pero tampoco se podía considerar demasiado caro con un precio de 2.993.000 pesetas –17.988 euros de 1994–.

La oferta de carrocerías sedán en Europa a mitad de la década de los 90, era muy amplia. El sedán siempre tuvo una imagen distinguida y hasta cierto punto, señorial, con una especial aceptación en lugares como España, donde representaba la imagen de coche grande, cómodo e incluso lujoso, que por lo general, gustaba mucho. No obstante, aunque era una carrocería deseada, no todos los fabricantes lograban captar la atención del público.

Es el caso de Mitsubishi con el Galant, un coche muy interesante y hasta podríamos considerar exclusivo, que no contó con el favor del público español. Se vieron muy pocos por la calle, aunque la fiabilidad de las marcas japonesas era un plus conocido por muchos y a pesar de que tampoco resultaba un coche especialmente caro. Los modelos nipones, en ocasiones, solían tener precios ligeramente superiores por los costes de traerlos hasta aquí y en el caso del Galant se dejaba notar, aunque no en exceso. Su precio de 2.993.000 pesetas era, por ejemplo, algo más elevado que los 2.899.392 pesetas que costaba un Lancia Dedra 2.0 i.e. ya con un puñado de años en el mercado.

Tenía un motor que podía considerarse una referencia en prestaciones, pero nunca logró una buena aceptación en España

Mitsubishi Galant 2000 GLSi (2)

Sobre el papel, el Mitsubishi Galant 2000 GLSi era la opción a tener en cuenta. Las suspensiones era de paralelogramo en los dos eje, tenía aire acondicionado y cierre centralizado con mando de serie –el ABS se pagaba aparte–, los elevalunas eléctricos también se montaban de fábrica en todas las puertas y contaba con un check-control que no tenía sus rivales.

Bajo el capó, el motor más pequeño de toda la gama contaba con culata multiválvulas, un solo árbol de levas, inyección, 1.997 centímetros cúbicos y era capaz de rendir 137 CV a 6.000 revoluciones y 18 mkg a 4.750 revoluciones. Era uno de los motores “dos litros” más potentes del segmento y se combinaba con un cambio manual de cinco relaciones y desarrollos tirando a cortos –la quinta, por ejemplo, era de 33,79 km/h a 1.000 revoluciones–, que permitía completar el 0 a 400 metros en 17,01 segundos o realizar el 80 a 120 km/h en quinta en 15,25 segundos. Los consumos se podían considerar más que aceptables, con una media de nueve litros y una autonomía de 709 kilómetros –depósito de combustible de 64 litros–.

La revista Autopista, en el número 1.801 –una comparativa con el Lancia Dedra 2.0 i.e. y el Rover 620i–, catalogó al Galant 2000 GLSi como un coche con una estabilidad impresionante y con unas prestaciones que representaban su mejor baza. Sin embargo, tacharon su habitáculo de soso.

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Sobre mí

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

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