En este mes de diciembre se celebra el 115 aniversario de la presentación pública de su primer automóvil en la fábrica de Mladá Boleslav, el Laurin & Klement Voiturette A, 10 años después de la fundación de la marca, en 1895. Cabe recordar que el primer vehículo a motor de L&K fue la moto Typ 1 o Motocyclette, que también fue la primera motocicleta producida en serie, allá por 1899.
En diciembre de 1905 Václav Laurin y Václav Klement pasaban página y empezaban un nuevo capítulo después de su éxito en la construcción de bicicletas y motocicletas, sentando las bases tecnológicas para la producción de automóviles en la planta de Mladá Boleslav. Desde este momento el fabricante checo caracterizó hasta hoy día la innovación y las últimas tecnologías en toda su gama de automóviles, con 10 modelos diferentes en la actualidad.
El Laurin & Klement Voiturette A fue el primer coche fabricado en serie por el fabricante austro-húngaro, y germen de la futura Skoda
Habían pasado 10 años de éxitos empresariales cuando salió al mercado el Laurin & Klement Voiturette A. En 1895 comenzó la producción de bicicletas bajo la marca Slavia. El 18 de noviembre de 1899 ambos emprendedores decidieron aumentar su gama de productos incluyendo motocicletas innovadoras tanto en diseño como en mecánica, propulsadas con un motor de gasolina monocilíndrico situado en la parte inferior del cuadro.
Estas motocicletas alcanzaron gran popularidad entre sus clientes, tardando poco tiempo en conseguir triunfos en competición a manos de Narcis Podsedníček. Al poco tiempo L&K se convirtió en uno de los primeros fabricantes del mundo en construir motores V2 y de cuatro cilindros en línea.
El término “Voiturette” es de origen francés y describía de forma resumida un vehículo compacto de ligero peso. Para su desarrollo invirtieron cinco años, paralizando la producción de bicicletas y motocicletas para dedicarse íntegramente al L&K Voiturette A. En 1905 se amplió la superficie de la fábrica de Mladá Boleslav hasta los 9.500 m2, espacio en el que trabajaban 355 personas utilizando hasta 206 diferentes herramientas mecánicas.
Cabe destacar que todos los componentes y piezas fundamentales se diseñaron y produjeron con tecnología propia. La revista austríaca del motor Allgemeine Automobil-Zeitung ofreció en su número 44 -publicado el 29 de octubre de 1905- una primicia del Laurin & Klement Voiturette A.
El automóvil reunía los requisitos necesarios para su éxito: era “práctico, cómodo y barato”, según las palabras publicadas por el editor del semanario bohemio Sport a hry, Vilém Heinz. El sr. Heinz también lo describía así: “La Voiturette de Laurin & Klement no es una construcción superficial (…) En pocas palabras, su apariencia es bonita; las líneas son elegantes (…) Es el coche de dos plazas perfecto (…) La velocidad puede regularse entre 5 y 45 km/h; sus marchas están diseñadas para lidiar con pendientes del 20 %”. Era un vehículo perfecto para su uso diario y con un precio asequible.
La limitación de 45 km/h era por la normativa vigente del Imperio Austro-húngaro
El 18 de enero de 1906 el L&K Voiturette A se homologó para poder circular en carreteras públicas, y se presentó de forma oficial al público en general en el Salón del Automóvil de Praga el 15 de abril de 1906. Todo el mundo coincidía en su buena construcción, calidad de diseño y de acabado, su buena relación calidad-precio y su funcionalidad para el día a día.
El precio de la versión más básica era de 3.600 coronas, el salario de 1.800 días de un trabajador medianamente cualificado de la fábrica donde se producía el coche. La gasolina -que se vendía por kilos- estaba un poco más cara que un litro de cerveza.
Veamos como estaba construido el vehículo. El chasis era de tipo escalera, con dos largueros y varios travesaños al que se le acoplaron dos ejes rígidos con ballestas como elementos de amortiguación. En el eje delantero se montaba el motor, un V2 a 55 grados con un litro de cilindrada (1.005 cm3) refrigerado por agua, y entregaba 7 CV de potencia, suficiente para atravesar los Alpes, como atestigua la imagen.
La caja de cambios era automática de tres velocidades hacia delante y marcha atrás, y transmitía la potencia del motor a las ruedas traseras mediante un árbol de transmisión y un embrague cónico protegido por una funda de cuero. Opcionalmente se ofrecía un sistema de transmisión por cadena, también a las ruedas traseras. Su velocidad máxima oficial era de 40 km/h.
Aunque 7 CV nos pueden parecer una potencia de risa, le dotaban de cierta agilidad gracias a su bajo peso de 500 kg. Su sistema de frenos resultaba curioso e innovador, con dos circuitos independientes: por un lado, se accionaba un tambor situado detrás de la caja de cambios mediante un pedal, y por otro contaba con una palanca conectada a los tambores de freno del eje trasero.
Una de las opciones de equipamiento era la sustitución de las tradicionales ruedas con llantas y radios de madera por otras con radios de alambre. Igualmente se podía elegir la disposición de los dos asientos, bien individuales o bien una banqueta doble. Detrás de los asientos encontrábamos un compartimento para el equipaje.
El techo y las luces también se ofrecían como opción. La paleta de colores mostraba tres variantes: rojo, verde y azul, aunque para los países con lengua francesa se podía solicitar el color gris. Por un módico suplemento de 50 coronas podíamos optar por el color blanco.
En los tres años que duró su producción salieron al mercado un mínimo de 44 unidades del L&K Voiturette A. Solo sobrevivieron cinco de ellas, una de las cuales permanece en la exposición permanente del Museo Skoda en Mladá Boleslav y luce un excelente estado para tener siglo y pico encima.
Este “pequeño carruaje” sentó las bases para el desarrollo de Skoda. La gama de vehículos se expandió con rapidez, ampliando la gama de motores con el tipo FF, un bloque de ocho cilindros en línea que salió al mercado en 1907. Produjo todo tipo de vehículos, como turismos, comerciales e incluso coches de carreras que consiguieron triunfos a nivel deportivo. L&K se convirtió en la marca líder en el entonces Imperio Austro-húngaro, dominando por completo el segmento de voiturettes, alcanzando un 90 % de los vehículos nuevos de este segmento.
Ginés de los Reyes
Desde que tengo conciencia me llamó la atención cualquier cosa con ruedas. Aprendí a montar en bicicleta al mismo tiempo que a andar, y creo que la genética tiene algo que ver: mi padre adoraba los coches, les ponía nombres, mi abuelo conducía y participaba en el diseño de camiones, y le privaban los coches...COMENTARIOS