Coche del día: Jaguar S-Type (X200)

Coche del día: Jaguar S-Type (X200)

Tradicionalmente moderno


Tiempo de lectura: 5 min.

Después de que Jaguar cayera en manos de Ford en los años 90 y de que el gigante americano ayudara a lanzar los nuevos XJ y XK8, el plan para la firma británica parecía estar más que claro: había que aumentar su volumen de ventas y, para ello hacía falta un modelo más accesible que entrara de lleno en la lucha por ganarse el segmento E, donde el BMW Serie 5 (E39) era el espejo en el que mirarse. De esta forma nacía el Jaguar S-Type.

Fue presentado en el Salón del Automóvil de Birmingham en 1998, detrás de un amplio y moderno despliegue que, además, fue retransmitido vía Internet, algo inusual en aquella época y gracias a lo cual la ceremonia fue vista por más de 10.000 personas en todo el mundo. La acogida fue positiva en cuanto a lo estético, pues una de las preocupaciones de los responsables de su desarrollo había sido la imagen que su nueva berlina pudiera proyectar.

Para ello se realizaron estudios de mercado, en el que el 85 % de entrevistados lo reconoció de inmediato como un modelo de Jaguar. A modo de curiosidad, en ese mismo estudio tan solo un 8 % asoció al Clase E (W210) con Mercedes-Benz. Antes de darle forma, la decisión había pasado por la base sobre la que se construiría el S-Type. Se optó por la plataforma DEW de Ford (la D y E hacían referencia al segmento al que iban dirigidas y la W de “worldwide” enfatizaba su carácter global).

Jaguar S-Type 2

Jaguar S-Type (1999)

Con una configuración de motor delantero y propulsión a las ruedas traseras, su base se sustentaba sobre una distancia entre ejes de nada menos que 2.909 mm, 8 centímetros más larga que la de un Serie 5 o Clase E coetáneo. Su longitud total era ligeramente superior a los alemanes hasta alcanzar 4,86 metros, mientras que en anchura o altura total resultaban similares.

La importancia dada al diseño quedaba patente al descubrir que su habitáculo o maletero no se correspondían con su tamaño exterior. La evocación nostálgica a modelos pasados como el primer S-Type o el Mk. II se apreciaban en un frontal con faros redondeados y parrilla ovoide con láminas verticales, elemento este último que no se utilizó en modelos posteriores, aunque el Jaguar X-Type mantuvo la forma de los grupos ópticos.

En cuanto a la zaga, era menos llamativa, pero inequívocamente Jaguar con la caída de la tapa del maletero, así como en la forma redondeada de la ventana lateral trasera enrasando con el pilar C. La forma prevalecía sobre la función, y de este modo el S-Type debía conformarse con un maletero de solo 370 litros de capacidad o un espacio en las plazas traseras donde no sobraban los centímetros.

Jaguar S Type 1999 3

Jaguar S-Type (1999)

No obstante, lo que no acabó de gustar a todos fue la disposición del salpicadero por su diseño poco original y alejado de los estándares de Jaguar, aunque las líneas de la consola central podrían pasar por una réplica de la parrilla debido a sus formas. De ser así, quedó un tanto forzado y alguno llegó incluso a decir que le faltaba más madera y le sobraban plásticos. De haber hecho el mismo estudio que con el exterior, a buen seguro el resultado hubiese sido totalmente opuesto.

No había reproches en cuanto a la calidad de materiales, pero la disposición interior tenía demasiado regusto americano, algo que Jaguar resolvió poco tiempo después de su lanzamiento

Donde tampoco hubo unanimidad fue al respecto de compartir demasiados elementos con modelos de Ford, pues no solo se empleó la plataforma, sino uno de los motores iniciales. Se trataba de un V6 de 3 litros construido en aluminio retocado por la propia Jaguar para aumentar su rendimiento hasta lograr 238 CV, una cifra nada desdeñable para su cilindrada. Estaba disponible tanto con transmisión manual como automática, ambas de cinco velocidades, y con un nivel de prestaciones más que satisfactorio, aunque no brillante.

Tampoco lo era el 4.0 V8 con el que se completaba la gama, este sí de origen Jaguar, con una potencia de 276 CV. Comparado con un BMW 540i (E39), el alemán le daba un buen repaso en prestaciones, consumos y agrado de uso, si bien a favor del británico su refinamiento resultaba encomiable.

Jaguar S Type R 2004 1

Jaguar S-Type R (2004)

Tampoco alcanzaba la eficacia del BMW en términos de comportamiento. Con muy buen aplomo y elevado confort, las suspensiones pecaban de blandas pese a contar con la amortiguación variable denominada CATS, opcional por 3.000 euros, muelles más duros y el paso a las llantas de 17 pulgadas.

Pudiera parecer algo superfluo en un coche del planteamiento de este Jaguar, pero lo cierto es que la marca siguió apostando por otorgarle cierto espíritu RACER gracias a la llegada del acabado Sport o la especialísima versión R de 396 CV. Y es que la gama del S-Type se fue reforzando con la llegada de nuevos motores y un restyling algo prematuro donde se modificó radicalmente el diseño del salpicadero.

Recibió un 2.5 V6 como escalón de acceso e incluso un Diesel, el conocido 2.7 V6 de Ford-PSA. Aunque no llegara en algunos aspectos al nivel de los alemanes, el S-Type pudo plantarles cara jugando con la imagen y exclusividad como reclamo a un precio ligeramente inferior que aquellos. Por tecnología y nivel de equipamiento tampoco se quedaba atrás, por lo que la nueva berlina de Jaguar no tenía grandes defectos a excepción del maletero.

Aun así, las cifras hablan de una producción total de 120.000 unidades hasta que se cesó su fabricación en 2007. Fue sustituido por el XF, el verdadero punto de inflexión de Jaguar para modernizarse apostando por un diseño totalmente novedoso para la marca y que aún conocemos actualmente.

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Ángel Martínez

Soy uno de esos bichos raros a los que les apasiona hablar de coches y se pasaría horas comentando modelos o repasando la historia de la automoción. Pienso que la mayoría de ellos tienen su encanto, desde el deportivo con el que soñamos hasta el utilitario que te encuentras en cualquier esquina.

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