Coche del día: Ford GT40

Coche del día: Ford GT40

El domador del “cavallino rampante”


Tiempo de lectura: 6 min.

Es considerado un deportivo histórico, de los que tienen verdadero pedigrí. Tal es su reputación que hoy día, sigue siendo el buque insignia de la marca del óvalo, tras varias décadas después del primer modelo que destronó a Ferrari en Le Mans, el Ford GT40.

En la década de los años 50 y principios de los 60 Ferrari gozaba de una reputación más que labrada y su marca era conocida mundialmente. Los modelos deportivos por excelencia, los más prestacionales y que ansiaban todos los amantes de los coches, pertenecían a Ferrari. Un hecho que catapultó aún más a la marca italiana era su incontestable dominio en los circuitos, concretamente en Las 24 horas de Le Mans, ya que ganó de forma consecutiva seis veces, entre los años 1960 y 1965.

En 1962 la compañía italiana dirigida por Enzo Ferrari no pasaba por su mejor momento económico, tanto es así, que quería venderla. Henry Ford II, propietario de la marca de Detroit, tenía la idea de competir en Le Mans y se hizo eco de la noticia. Ante este suceso, decidió entablar una serie de conversaciones con Enzo. Henry Ford estaba dispuesto a comprar prácticamente la totalidad de la empresa -por 10 millones de dólares- y el dueño de la marca italiana lo veía de forma positiva, pero no del todo. El hecho es que la negociación se basaba en una especie de asociación de ambas marcas para producir coches de competición y motores, pero “la voz cantante” sería llevada por la parte americana, cosa que a Enzo no le agradaba del todo.

Tanto es así que, con todas las negociaciones llevadas a buen puerto, faltando sólo la rúbrica final, el dueño de la marca italiana no aceptó y cambió su decisión. Esto provocó que la relación se rompiese por completo y llevó a Ford a buscar su “vendetta” en las carreras, en concreto, creando un coche capaz de destronar a Ferrari de las 24 h de Le Mans. Ferrari acabó en manos de Fiat, pero con la independencia que quería Il Commendatore.

Ford GT Concept

Ford GT Concept (1964)

El objetivo a batir era el Ferrari 330 TRI/LM y los de la serie P, el 250 y 275

Así, Ford se asoció con Lotus para fabricar su chasis. Ya tenían una estrecha relación gracias a la colaboración realizada para la prueba americana de la Indy 500, y la márca británica era famosa por sus coches rápidos en el paso por curva, gracias a su ligereza. Aun así, el proyecto tenía ciertas dudas, puesto que en cuanto a organización y trabajo en el mundo de la competición Ford no contaba con mucha experiencia. Por ello, además de asociarse para el proyecto con Lotus, también lo hizo con la empresa Aston Martin, y cuyo personal tuvo una más que notable implicación en lo que se refiere al diseño del Ford GT40. En 1964 apareció el primer prototipo.

Las siglas GT se corresponden con la denominación Gran Turismo, la cual se le otorgó. Por otro lado, el número 40 hacía referencia a la altura en pulgadas, pasadas a 1.016 mm, que era normativa de la carrera de Le Mans. Bajo el capó escondía un motor V8 longitudinalmente colocado que podría llegar hasta 7 litros, en comparación con su rival italiano, el Ferrari 330, que poseía un V12 que podría llegar hasta los 4 litros.

El Ford GT40 también se quiso utilizar como modelo de producción para la calle, pero a un volumen bajo de unidades, buscando así la exclusividad, con la idea de ocupar los focos que en su mayoría apuntaban a otro gigante americano del motor, la compañía Chevrolet con su modelo Corvette. Así, entró en acción el piloto británico Bruce McLaren, quien se encargó de probar el primer modelo del GT40. Su elevado peso debido a su construcción en acero hacía ver que no iba a ser todo lo rápido que se pretendía.

Ford GT40 Race Car P 1010 1965

Ford GT40 Race Car P/1010 (1965)

Tras algunos problemas a la hora de desarrollar el coche en cuanto a prestaciones, y al poco tiempo disponible para poder formar parte de la carrera de Le Mans cuanto antes, entró en escena otro nombre ilustre, Carroll Shelby, que provocó el nacimiento de ilustres modelos como el Shelby Cobra 500. Se produjo un cambio en cuanto a motor, ya que pasó de tener el bloque 4.2 V8 a poseer otro V8, pero en este caso de 7 litros, el mismo que montaba el Cobra.

El coche tenía aplomo y se veía ancho en la pista, y es que sus medidas no eran para nada despreciables. Pasando los 4 metros de largo, casi 1,8 de ancho y una batalla de 2,4 m, el aspecto del Ford era de coche poderoso. Además, con el cambio de motor llevado a cabo por Shelby con su aumento de cubicaje, pasaba de 306 CV con el motor 4.2 a declarar 425 CV con el 7.0 V8.

La entrada de Carroll Shelby en la construcción del GT40, otorgó la chispa y la potencia que faltaban para terminar de conformar el proyecto americano

Ford GT40 24h Le Mans 1966

24 horas de Le Mans (1966)

Tras unos años de fracaso en el proyecto al ponerlo en marcha en Le Mans, fue en el año 1966 cuando, por fin, el Ford GT40 ganó la prueba, consiguiendo además el segundo y tercer puesto, lo que se tradujo en una “humillación” para Ferrari. Esto se produjo debido a que en la carrera de ese año los Ferrari quedaron apeados de la misma por las condiciones climatológicas tan adversas que se dieron. Llovió durante gran parte de la carrera, lo que provocó que se saliesen de la pista.

Así, con la carrera en el bolsillo para Ford, permitió gestionar el tiempo restante de la prueba para que los tres coches mejor posicionados entrasen en meta lo más juntos posible, rebajando el tiempo por vuelta en más de un minuto para poder lograrlo. Este fue el principio de una época gloriosa para la marca americana, ya que también ganó la carrera en los siguientes tres años de manera consecutiva. Sin duda alguna, el Ford GT40 es uno vehículo que merece su hueco en la historia del automóvil.

Este hecho no solo simbolizó única y exclusivamente el fin de la hegemonía de Ferrari en la prueba francesa. También llevó consigo la “lucha” entre Estados Unidos y Europa por dominar el mundo de las carreras. La irrupción en el continente europeo por parte de una marca estadounidense, y del país en general, otorgó que se tuviese en cuenta a los Estados Unidos de forma más que notable, ya que con mucho trabajo y sobre todo, en un corto periodo de tiempo, fue capaz de arrebatar el dominio europeo que se ejercía en la prueba de Le Mans.

Ford GT40 1969 y Ford GT

Ford GT40 (1969) y Ford GT (2005)

En el Siglo XXI Ford revivió las siglas GT con un superdeportivo, el GT, que perdió el “40” por tener más de 40 pulgadas de altura, pero esa es otra historia…

COMPARTE
Sobre mí

Ignacio Barrantes

Apasionado del mundo del automóvil y al que le encanta conducir. Máster en Trastornos de la Comunicación

2
COMENTARIOS

avatar
2000
 
smilegrinwinkmrgreenneutraltwistedarrowshockunamusedcooleviloopsrazzrollcryeeklolmadsadexclamationquestionideahmmbegwhewchucklesillyenvyshutmouth
Foto
 
 
 
  Suscribir  
el más nuevo el más antiguo
Notificar de
Yoyi San Martín
Invitado
Yoyi San Martín

Magnífico artículo, la historia del Ford GT40 es una de las más apasionantes del automovilismo. Pronto podremos verla en los cines a través de los ojos de Hollywood, la película “Ford vs Ferrari” o “Le Mans ’66” como se ha titulado en España se estrenará pronto, el trailer promete, y mucho:


NUESTRO EQUIPO

Pablo Mayo

Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

Ángel Arias

La historia del automóvil está llena de grandes emprendedores, de ideas arriesgadas, curiosas casualidades, irreconciliables enemistades y muchos fracasos. Es un mundo intenso y fascinante del que muchos hemos quedado cautivados. Cualquier vehículo con un motor me parece interesante, ya sean motocicletas, automóviles, camiones, aviones o barcos; es estupendo sentir la brisa del viento en la cara sobre uno de ellos. Si estáis aquí es porque compartimos afición.

Alejandro Delgado

Jesus Alonso

Javier Gutierrez