Coche del día: Daewoo Kalos 1.4 SR

Coche del día: Daewoo Kalos 1.4 SR

Sencillo, barato y resultón


Tiempo de lectura: 3 min.

El Daewoo Kalos 1.4 SR pertenece a una época en la cual, los fabricantes surcoreanos todavía tenían imagen“low cost”, ya se sabe, de fabricantes de vehículos baratos y sencillos. Luego, a General Motors se le ocurrió que sería buena idea aprovechar todos los activos de Daewoo y usarlos para Chevrolet y, bueno, el resto es historia para otra ocasión. Pero antes de que eso ocurriera, el Kalos se permitió el lujo de buscar un lugar en un segmento muy competido en Europa, el de los pequeños utilitarios, y lo hizo como mejor sabía Daewoo en aquel momento: sencillez, versatilidad y precios.

A comienzos del Siglo XXI, los fabricantes surcoreanos se abrieron paso en el mercado europeo con vehículos sencillos y precios de derribo, que convencieron a los usuarios rápidamente hasta dejarse ver por las calles en un elevado número. El Daewoo Kalos fue uno de esos coches que inundaban las calles, que con sus 3,88 metros de largo, se quedaba ligeramente por detrás de uno de los best seller del segmento, el SEAT Ibiza, que se iba hasta los 3,95 metros.

Sin embargo, no era un problema, el Kalos, según pruebas publicadas en aquellos años, destacaba por su interior, especialmente amplio con relación a su tamaño exterior. De hecho, según Iván Mingo, en una prueba de la revista Car and Driver –número 88, enero de 2003–, la habitabilidad era uno de los mayores argumentos para el Daewoo Kalos, sobre todo en las plazas traseras donde ofrecía un generoso espacio para las piernas. Obviamente, la calidad general estaba un paso por detrás del resto de rivales del segmento, y no faltaba la particular tapicería de los coches asiáticos de aquellos años.

Daewoo Kalos 1 4 SR (1)

El Daewoo Kalos 1.4 SR forma parte de la última etapa de vida de Daewoo como marca, poco después, pasó a vender sus coches con la firma de Chevrolet

Podemos usar la mencionada prueba, para conocer más detalles del Daewoo Kalos 1.4 SR, como es el hecho de que su motor ofrecía unas prestaciones bastante aceptables. Siempre se ha tenido una pobre imagen de los vehículos low cost, y aunque en algunas ocasiones los motivos estaban ahí, no siempre pasaba. En este caso, hablamos de un cuatro cilindros de 1.399 centímetros cúbicos sin complicaciones ni florituras técnicas, que rendía 83 CV a 5.600 revoluciones y 12,5 mkg a 3.000 revoluciones, unos 122 Nm de par. Con una caja de cinco relaciones, completaba el 0 a 100 km/h en 13,2 segundos y el kilómetro con salida parada en 35,9 segundos.

El Daewoo Kalos 1.4 SR no era, obviamente, un velocista, de hecho, tenía un tarado de suspensiones tirando a blando y frenos traseros de tambor, sobre suspensiones McPherson delante y un eje torsional detrás. Permitía realizar viajes largos cómodamente, pero su lugar era el centro de las atestadas ciudades, donde la suavidad de las suspensiones y la sencillez general, encontraban el mejor campo de batalla para lucirse.

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Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

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