Si hay algo evidente es que el Aston Martin Valkyrie es uno de los superdeportivos más imponentes del mercado. La firma europea sigue mejorando ese proyecto que ha supuesto un punto de inflexión para la propia marca y para el segmento, el cual ahora se ha convertido en la referencia para todos los fabricantes como inspiración para otros modelos que irían lanzando. Son varios los motivos que hacen que sea el coche a seguir y con los últimos datos que han tenido en una pista, donde se han hecho con el  nuevo récord de la pista de Silverstone, se augura que la trayectoria de este vehículo va para largo. 

Lo que están haciendo en el mundo de competición no tiene nada que ver con lo que han logrado en el mundo de los vehículos destinados a los usuarios. Este deportivo que se ha diseñado específicamente para sacar todo su rendimiento en los circuitos, pero que está en una línea de producción pensado para la venta al público, sigue escribiendo su nombre en los libros de historia y esto se debe a que cada vez que se testea en una pista, su registro es más rápido que el récord que marcaron otros deportivos. Esto fue lo que sucedió en el histórico circuito británico, donde marcaron un tiempo de 1:56.4, que fue 10 segundo más rápido que el Porsche 911 GT2 RS.  

Seguramente te preguntes que es lo que tiene de especial este coche y es que poca gente recuerda que el Valkyrie fue uno de los modelos en los que se trabajó codo con codo con la todopoderosa escudería Red Bull Racing, el cual se desarrolló cuando ambas marcas estuvieron colaborando juntas. Este superdeportivo fue el juguete preferido del genio de la lámpara de la bebida energética, Adrian Newey, que puso todo su conocimiento sobre el papel y se plasmó en la línea de producción.

Con un motor V12, el Aston Martin Valkyrie, conocido internamente como AM-RB 001, está pensado para una sola persona. El propulsor Cosworth de competición, es de 6,5 litros y llega a generar una potencia de 1.160 CV, el cual puede llegar a tener un extra de 160 CV gracias a un motor eléctrico. Sobre el papel, este modelo que se ha diseñado pensando en ofrecer la mejor sensación al volante a todos los clientes. Es por eso que han conseguido que sea uno de los coches más potentes del planeta, por delante del Lamborghini Huracán GT3 EVO o el Ferrari 488 GTE EVO. 

Este modelo, que pasó por la línea de producción y se llegó a fabricar 150 unidades, tiene un precio de venta de 3,2 millones de dólares por unidad, que al cambio serían unos 2,9 millones de euros, se ha convertido en uno de los más rápidos del planeta, donde la aerodinámica y todas las ayudas de conducción hace que sea uno de los más seguros del mundo. Ahora, tocará seguir trabajando para perfeccionar este hiperdeportivo, el cual se ha convertido en ese modelo a seguir por parte del resto de fabricantes.