Como ya os adelantábamos hace tres días, el Volkswagen I.D. R con Romain Dumas a los mandos era el más rápido en la clasificación de la mítica subida a Pikes Peak. Lo que no podíamos imaginar es que un coche eléctrico batiese el récord absoluto de la subida por una diferencia tan amplia.
Sébastian Loeb tenía el récord desde 2013, con un crono de 8′ 13.878”, pero Romain Dumas lo ha pulverizado marcando 7′ 57.148” -150.768 km/h de media-, aproximadamente 16 segundos menos, y con un vehículo completamente eléctrico. Está claro que la era de combustión está tocando a su fin, y esto puede ser una pequeña prueba de ello. De hecho, el segundo clasificado ha sido Simone Faggioli, con su Norma M20 SF PKP, que ha marcado 8′ 37.230”, a casi 40 segundos de Dumas. Como curiosidad, el piloto de Motor Trend, Randy Pobst, ha hecho la subida con un Ford Mustang GT, marcando un crono de 10′ 02.410”
La subida no ha sido del todo sencilla, pues el tiempo no ha acompañado del todo. Aunque en la parte baja estaba despejado al comienzo de la carrera, a medida que subía las nubes aparecían aunque no había humedad en la pista, pero sí dificultaban la visibilidad. La temperatura también ha sido más baja de lo previsto, así que todo apunta a que con una climatología más favorable, el Volkswagen I.D. R podría haber hecho mejor tiempo.
Este vehículo de 680 CV y 650 Nm de par, tiene dos motores eléctricos, uno en cada eje, que lo catapultan de 0 a 100 km/h en 2,25 segundos, alcanzando los 240 km/h de punta, a pesar de que no es muy ligero, pues el peso de las baterías hace que se vaya hasta los 1.100 kg. En los 19,983 metros y 156 curvas de la subida, casi el 20% de la energía ha sido suministrada por la frenada regenerativa, lo que es un porcentaje bastante alto.Con esta participación, Romain Dumas ya tiene cuatro victorias en esta subida a Pikes Peak: 2014, 2016, 2017 y 2018, escribiendo hoy su nombre en lo más alto de la montaña junto al de Volkswagen, con un récord por debajo de los ocho minutos que será difícil de batir.
Pablo Mayo
Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.COMENTARIOS