Si habéis nacido en los 70, estoy seguro que al ver la foto de portada de este artículo, ya sabéis de que vehículo vamos a hablar. Se trata de un Pontiac Firebird Trans AM de 1982, pero creo que en España nunca nadie lo llamó así. Para todos los que vimos esta serie, que nos metió en vena los coches, este vehículo era apodado “El coche fantástico” (“El auto increíble” en México) o K.I.T.T. (Knight Industries Two Thousand). Para los que no la conozcáis, os contamos de qué se trata.
Desde el 26 de Septiembre de 1982 hasta el 4 de abril de 1986 se emitió en España, cuando aún solo había dos canales de TV, una serie que marcaría un antes y un después en la vida de todos los niños/as que ya nos gustaban los coches: “El coche fantástico”. El protagonista, Michael Knight (David Hasselhoff) conducía a K.I.T.T., un coche de lo más avanzado: autónomo, que podía recibir órdenes de Michael a través de su reloj de pulsera, inteligente, con armas, carrocería blindada y autorreparable, diferentes tipos de scanner, comunicaciones, capaz de saltar con el botón Turbo Boost y que sabía hablar, herramientas con las que ayudaba a su conductor y amigo a atrapar a los malos y salvar a los inocentes. Puede sonar una tontería de argumento, pero os aseguro que cada tarde después de comer yo me pegaba a la tele para verlo. Era algo que no me podía perder y estoy seguro de que no era el único. Para los que no sepáis de lo que hablo, podéis mirar Wikipedia o ver la intro de la serie.
En realidad este “coche fantástico” era un Pontiac Firebird Trans AM de tercera generación, equipado con un motor V8 de origen Chevrolet modelo LU5 de 5 litros que rendía 165 CV, acoplado a una caja automática de 3 velocidades modelo TH-200C. Esta caja solamente era equipamiento de la versión Trans AM. En los años posteriores Pontiac iría añadiendo motores, aumentando la potencia, pero en el principio de los 80, lo que se llevaba era ahorrar combustible. De hecho, en esta tercera generación del Firebird, Pontiac rebajó 230 kg de peso y mejoró la aerodinámica notablemente para gastar menos caldo.
Puede que en cuanto a rendimiento mecánico este vehículo no sea gran cosa, pero en la serie ya dejaba entrever el futuro del coche autónomo, aunque fuese de forma exagerada. De hecho Tesla ha hecho un guiño a K.I.T.T., pudiendo manejar en cierta medida su Model S o X con el Apple Watch o Android Wear, aunque solo sea para aparcar. Un coche fantástico, que nos ha robado más de 90 horas de nuestras vidas, pero que nos marcó para siempre. Gracias K.I.T.T..
Pablo Mayo
Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.COMENTARIOS