El presente adopta una figura de Flying Lady. En realidad, la actualidad indica que tienen forma de escudo heráldico. No el de Ferrari, sino el de Cadillac, porque la noticia del momento respecto del fabricante americano coloca a dos pilotos con experiencia comprobada como Valtteri Bottas y Checo Pérez en el centro de la escena de la máxima categoría del automovilismo. En paralelo, actualizando el parte en la agenda que acumula novedades fuera del circuito, un concept car de última hora nos ofrece una mirada a lo que propondría la marca en el futuro.
Así como el minuto a minuto de la Fórmula 1 nos genera flashbacks en la cabeza cuando el recuerdo involucra al mismo protagonista, he tenido un déjà vu en el momento exacto en que vi por primera vez a esta nueva creación de la firma de General Motors. Un déjà vu llamado Cadillac Elevated Velocity, porque no hay manera que el concepto de este concepto no me transporte a un experimental que Audi presentó en los días más jóvenes del 2023: el multifacético Activesphere.
Sí, lo sé, el arquetipo de prototipo todoterreno con silueta cupé se inscribe entre las tendencias de esta era, pero, en esta comparación, las similitudes entre uno y otro van más allá de lo elocuente. Ni siquiera cuenta como común denominador la propulsión cien por ciento eléctrica, que a esta altura funciona como norma universal para todo fabricante que lanza un concepto para el mañana.
Sí merece su mención los pilares que dan paso a su nombre y que aquel Audi también incluye. El Elevated, que podría referirse a su notable distancia al suelo, en realidad alude al “interior refinado que eleva la experiencia de los ocupantes”, en palabras de Cadillac. Técnicamente, al poner en función el Modo Elevate, este concepto da luz verde a su conducción autónoma retirando volante y pedales. El Velocity responde al rendimiento que recoge del legado de la línea V, mediante el cual es capaz de avanzar por los caminos más hostiles.

Cadillac Elevated Velocity y su hermano alemán no reconocido: casi dos gotas de agua
En el Activesphere, el nivel de experiencia que brinda el habitáculo en beneficio de los pasajeros está representado por una realidad mixta que da cuenta de su tecnología de punta, pero, tal como ocurre en el estadounidense, también se rige por la conducción autónoma.
En cuanto al desempeño, lo ejecuta con su adaptabilidad: el alemán puede pasar de su estado original de berlina fastback a un off-road gracias a su configurable para aumentar la distancia al suelo y aplicar la tracción 4×4, estado en el que se empareja definitivamente con este Cadillac. Eso sí: el Elevated Velocity no fue desarrollado para convertirse en pick-up, como sí lo puede hacer el coche de los cuatro aros.
Pero, ¡vamos!, que, más allá de apuntar a la práctica de la expedición fuera de carretera –y aunque internamente este Cadillac haya heredado las proporciones del Celestiq y del LYRIQ, como lo demuestra el estirado capó con el que sí establece una distancia respecto del alemán–, estos dos vehículos experimentales son casi dos gotas de agua.
El hecho de que sea un dos puertas con apertura en modo Alas de Gaviota e imponga un diseño más temerario, y no un cuatro puertas con diseño de puertas suicidas –bisagras invertidas– y líneas exteriores más suaves como el Audi, no modifica la apreciación. Hasta el color de carrocería corona esta cercanía de apariencia entre dos propuestas que han salido a la luz cual hermanos que merecen el encuentro de reconocimiento.
Mauro Blanco
Veo arte en los coches y en sus diseños una potencia que va más allá de las cifras. Ex conductor de Renault 12 rojo modelo 1995 de épicos e imprevisibles episodios, al que recuerdo por la hostilidad de su volante, pero, sobre todo, por nunca haberme dejado en el camino.COMENTARIOS