“¿El mejor Ferrari Dino?”: Una pregunta exclusiva para los tifosi

“¿El mejor Ferrari Dino?”: Una pregunta exclusiva para los tifosi

Líneas de apreciación a la versión GT4 de dos litros; un ejemplar a subasta la representa con soberbia


Tiempo de lectura: 3 min.

Pocos meses atrás, en una congregación anual de coches clásicos, allí estaba parte de una de las sagas de culto de Maranello. Allí estaba, infaltable, puntual, con su techo de targa rígido desmontable en su lugar y los elementos de diseño propios de la versión norteamericana, el Ferrari Dino 246 GTS. A su lado, también en rojo, el Dino 208 GT4 imantaba con no menos poder de seducción y generando en mí, en ese momento en que se había detenido el tiempo, la misma pregunta que se ha hecho el colega de Classic Driver.

“¿Es el Ferrari 208 GT4 el mejor Dino?”, se ha puesto a pensar Elliot Newton, como en aquel entonces me lo puse a pensar, casi retóricamente, sin intenciones de certeza, motivado por esa pasión que a los amantes de los coches nos extirpa de la zona de confort. En la era de los deportivos con frontales en forma de cuña, los Ferrari Dino 308 y 208 GT4 fueron los distintos entre esta especie dentro del fabricante italiano. Un diseño de Bertone que, precisamente, salía de la zona de confort representada por coches como el 365 GTB4 BB y el 308 GTB. Por qué no, una propuesta más cercana a un concept car que a un modelo de producción.

En comparación con las líneas de los 246 GT y 246 GTS –más familiarizadas con la marca–, podemos considerar que estos Dino GT4 han hecho de la ruptura que significó su diseño una fortaleza. En cuanto al 208, diferenciarlo del de mayor cilindrada  –del que visualmente se distingue por puntuales cambios como el aluminio en lugar de negro en los conductos de aire del capó y la cubierta del motor central, el único tubo de escape en lugar de los dos por lado y las luces antiniebla retiradas– implica reconocer que acumula méritos que dan cuenta de un coche infravalorado a pesar de los cambios técnicos a los que se sometió por razones de fuerza mayor.

Ferrari Dino 208 GT (3)

Las normativas fiscales aplicadas en Italia con la Crisis del Petróleo llevaron a Ferrari a reducir la cilindrada de los tres a los dos litros para evitar los impuestos que recaerían en los 308, pero eso no impidió al 208 GT4 ofrecer un V8 a la altura de lo que venía demostrando en cuanto a conducción. El diámetro de los cilindros fue menor en el V8 para quitarle al coche un litro de desplazamiento, pero la carrera de los pistones no se alteró y, en consecuencia, tampoco su esencia deportiva ni el prestigio de sus prestaciones, sintetizadas en unos 220 km/h máximos. No estaban nada mal, más allá de los 30 km/h perdidos.

Si el Ferrari 208 GT4 fue el mejor Ferrari Dino, insisto, no es algo para responder a la ligera. En todo caso, lo mejor sería acudir a la opinión de los tifosi, quienes lo conocen mejor que nadie dado que fue una versión exclusiva para los italianos. Nada de volante a la derecha ni especificaciones exclusivas para el mercado británico como había sucedido con otros Dino. 

A los tifosi o a los propietarios suizos que conocen todos los detalles del modelo por haber trabajado por años en el ejemplar que ha motivado estas líneas. En un exterior plateado al que poco se le puede objetar en su combinación con el interior de cuero negro, esta unidad modelo 1975 a subasta representa con altura, soberbia y dignidad al Dino 208 GT4.

COMPARTE
Sobre mí

Mauro Blanco

COMENTARIOS

avatar
2000
 
smilegrinwinkmrgreenneutraltwistedarrowshockunamusedcooleviloopsrazzrollcryeeklolmadsadexclamationquestionideahmmbegwhewchucklesillyenvyshutmouth
Foto
 
 
 
  Suscribir  
Notificar de


NUESTRO EQUIPO

Pablo Mayo

Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

Alejandro Delgado

Jesus Alonso

Soy un apasionado de los coches desde que era muy pequeño, colecciono miniaturas, catálogos, revistas y otros artículos relacionados, y ahora, además, disfruto escribiendo sobre lo que más me gusta aquí, en Espíritu RACER.

Javier Gutierrez

Mauro Blanco

Jose Manuel Miana