Algunos fabricantes optan por traer del pasado modelos de antología para reinsertarlos en el mercado con propulsiones eléctricas. Luego aparece Toyota, que está a las puertas de recuperar consagrados deportivos como el Toyota Celica y el Toyota MR2. Para ello, el fabricante decidió que ambos coches cuenten con un cuatro cilindros turboalimentado en posición central, lo tradicional en las tres generaciones del Midship Runabout.
Pero el propósito de esta entrega no es actualizar el parte, sino atenuar las ansias con lo que considero otro tipo de regreso. Un Toyota MR2 de la primera generación, la W10, ha vuelto de la oscuridad, el polvo y el ostracismo en un caso reciente de Barn Find. Por llevar volante a la derecha, este “Hallazgo de Granero” –eso es lo que significa barn find– bien podría corresponder a algún garaje abandonado de Japón, pero en realidad se registró en el Reino Unido y dio una grata sorpresa al volver a ver la luz del día: el ejemplar funciona.
A la hora de la verdad, es frecuente que coches detenidos en el tiempo y sin ningún tipo de mantenimiento por años deban ser llevados al taller para volver a andar. No ha sido el caso de este MR2 modelo 1987, que al encenderlo se comprobó que su cuatro cilindros 1.6 arrancaba. Eso sí: desde Iconic Auctioneers, casa de subastas que lo vende al mejor postor con un precio de referencia de entre 4.000 y 5.000 libras esterlinas –entre 4.700 y 6.000 euros al cambio actual–, advierten sobre la necesidad de someter el motor a un servicio antes de llevarlo a la carretera.

Si no lo advirtiera, pues se caería de maduro al ver las imágenes. Al I4 Twin Cam 16, el famoso doble árbol de levas con cuatro válvulas por cilindro del MR2, le ha ganado el óxido y el desgaste del desuso. Sobre el motor, la siguiente observación. Es cierto que la insignia Super Charger brilla por su ausencia tanto debajo del alerón trasero como en los laterales, pero es fácil deducir que no se trata de la versión SC dado que las fotos muestran al motor sin el intercooler ni el turbocompresor, pero también el diseño de rejillas propio de los MR2 de primera generación de aspiración natural, no aquel cuadrado y aumentado en tamaño que identificaba a los MR2 Super Charger.
Que se haya encontrado tras décadas en el Reino Unido es otro indicio de que no se trata de un MR2 SC. Aunque este ejemplar bien podría haberse importado en algún momento a Europa, la historia marca que la versión sobrealimentada de potencia aumentada a 145 caballos se fabricó exclusivamente para los clientes japoneses y norteamericanos, y nunca se exportó a otros países por Toyota. Como sea, tanto el interior como Iconic Auctioneers acaban con cualquier duda posible, dado el cuadro de instrumentos con odómetro en millas y velocímetro en millas por hora, y ya que la casa británica afirma que se trata de una unidad matriculada originalmente en el Reino Unido.
En conclusión, a no ser que el nuevo dueño determine una modificación clave que le incremente el poder, este Toyota MR2 retomará sus 129.000 kilómetros acumulados con los 130 CV de serie. Acerca del interior, una mención especial final: más allá de que muestra detalles específicos, se nota que en líneas generales no ha sufrido consecuencias propias de un letargo como el que experimentó. Su regreso a las calles, este otro regreso específico del Toyota MR2, comenzará el 22 de marzo, fecha pautada para que sea subastado.
Mauro Blanco
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