Todavía falta, pero ya nos vamos preparando. En mayo, la ciudad epicentro del automovilismo norteamericano recibirá a la 38° edición de la subasta de coches clásicos Dana Mecum. El Indiana State Fairgrounds, ocho días, más de 3.000 ejemplares de colección y la pick-up menos pick-up que la historia de los fabricantes de Estados Unidos nos ha dejado.

Un Chevrolet El Camino 1970, con su nombre grabado sobre un azul Fathom junto a las insignias del Super Sport, estará presente en el evento Indy 2025, que viene de dejarnos ventas al mejor postor resonantes en 2024 como la de un Shelby 427 Cobra Roadster 1967 por el que se ha pagado 2.145.000 de dólares. No es una aparición menor: si el El Camino siempre fue per se una especie de cupé irreverente, el de la tercera generación, que desde la segunda se basaba en el Chevelle mediano pero ahora aumentaba longitud y heredaba de éste una batalla más amplia, adoptó el diseño más irreverente y expresivo de todos.

Para ser exacto, la subasta de este ejemplar tiene fecha concreta. El calendario indica que el 16 de mayo encontrará nuevo dueño y que no sorprenda que la oferta ganadora se acerque o supere los 300.000 dólares. Hay algunas características específicas que apalancarían una elevada suma. El secreto está en la combinación entre acabado exterior y motor, en la disponibilidad que podemos encontrar del modelo con ambos atributos. Una novedad de Chevrolet para 1970 fue el LS6 454, el V8 big block aumentado para generar hasta 450 caballos.

Los El Camino poseedores de esta versión del ocho cilindros han sido muy pocos. Esto, para comenzar, hace de esta unidad una pieza coleccionable, como para dudar sobre si vale realmente desprenderse del coche. En el ’70, Chevrolet sacó de la línea de montaje 47.707 ejemplares de este cupé que nunca quiso ser cupé. De ese total, se estima que apenas unos 500 ejemplares recibieron esta versión tope de gama del V8. El asunto se vuelve más interesante cuando damos cuenta de los últimos antecedentes del modelo en el mundo de las subastas.

Según los colegas de Autoevolution, en el último año solamente cinco unidades de las 32 subastadas del El Camino tenían el mencionado acabado azul Fathom. Entonces, lo que veremos en mayo será algo que está lejos de la norma. Y se aleja todavía más de la normalidad desde este punto de vista: de esos cinco en Fathom, sólo uno se transfirió al siguiente dueño con la rara combinación de triple color azul, pero ese El Camino no llevaba un LS6 debajo del capó.

Pasando en limpio, quien alardee la oferta más alta en Indiana se llevará un El Camino de esos definitivos, de los del año que a esta pick-up le ha significado el punto justo en sus cinco generaciones. Pero, además, obtendrá un El Camino con una restauración de tuercas y tornillos profunda y con las especificaciones de motor y pintura que, combinadas, lo hacen una rareza y un coche verdaderamente de colección. Los datos lo confirman.