Una rareza a subasta: El primer Ford GT40 de carretera

Una rareza a subasta: El primer Ford GT40 de carretera

Este ejemplar de 1966 cuenta con una restauración completa basada en las especificaciones originales


Tiempo de lectura: 4 min.

Una cosa es ser un Ford GT40 MK1 fabricado para las carreras y otra muy distinta es ser un Ford GT40 MK1 con historial en carreras. Porque este ejemplar no es uno más y, si uno de sus hermanos fue subastado hace exactamente un año por Mecum Auctions con una oferta final equivalente a los 6,6 millones de dólares, este ejemplar debería venderse a un valor mayor. Solamente 31 unidades del Ford GT40 de primera generación para carretera se fabricaron y este, que actualmente luce restaurado bajo las especificaciones originales, es el primero.

Una rareza si consideramos que el 70 por ciento de los construidos corresponden a los de competición, por lo cual no es muy frecuente encontrarse con uno fabricado para el uso en carretera, con todo lo que eso implica: aspectos mecánicos, estéticos y de equipamiento. Por décadas se ha dedicado a correr y competir en diferentes eventos, y ha pasado por varios dueños, quienes le fueron modificando su esencia. Por ejemplo, uno de los propietarios posteriores al primer dueño cambió su pintura original por una combinación de colores que replicaba el celeste y naranja del legendario GT40 ganador de Le Mans en 1968 y 1969.

Este Ford pasó por tres continentes desde su creación y fue en Australia durante la década del 2000, antes de ser vendido a California, donde recuperó el tono original verde pino. Hace unos cuatro años, el coche pasó de su propietario norteamericano a la casa británica DK Engineering y se supone que allí se sometió a la restauración integral para dejarlo en las condiciones fundacionales.

Su carrocería es la original y está a la vista el perfecto estado en que hoy se encuentra. Como en sus comienzos, el motor que lleva delante del eje trasero es un V8 289 con cuatro carburadores Weber, con la peculiaridad de que, quien lo adquiera en la inminente subasta, se llevará el coche con un motor original correspondiente al año de lanzamiento. En lo mecánico es para destacar que el deportivo aún conserve la caja manual de cinco velocidades con que salió de fábrica.

Ford GT40 MK1 (3)

Por supuesto, estas especificaciones originales incluyen los equipamientos propios de los Ford GT40 de carretera. Al respecto, esto es algo que deben tener en cuenta quienes oferten para quedárselo, porque hablamos de un coche que no ha sido concebido para las carreras, que igualmente corrió en las pistas y que lo hizo con características distintas a las que la mayoría de los pilotos que tomaron el volante del modelo en sus años de gloria estaban acostumbrados.

La diferencia más notoria se evidenció en las ruedas, en este caso con llantas de tipo alambre con radios cromados. Pero también se distanciaba de las características del coche de carreras por contar con un juego completo de alfombras, tapizado de cuero liso –sin perforaciones– para los asientos y comodidades para la ocasión como unas bolsas de cuero en los guarnecidos, silenciadores de coche de calle, espejos retrovisores laterales, luces de marcha atrás y parabrisas calefaccionado.

“Sin líneas en los paneles inferiores”. Eso es lo que indicó la hoja de construcción cuando fue encargado por su dueño original, a quien debemos su actual apariencia. James Fielding, quien fuera presidente de la empresa de ingeniería de la cual salían los dinamómetros usados para probar los Ford GT40 –incluyendo los de carreras–, es un nombre que se inscribe en la historia de Ford por ser el primero cliente privado en recibir un Ford GT40 para la carretera. Además del estricto pedido para que su coche saliera con paneles laterales limpios, ordenó otra característica a la Slough Ford, la fábrica británica encargada de los 31 ejemplares: que no le aplicara las franjas de carrera longitudinales.

Hay fotografías de archivo que documentan el momento de la entrega y que garantizan el nombre de James Fielding en las páginas de la historia del Ford GT40. Una fue publicada por Mecum en su reseña de introducción hacia la subasta. En ella se ve a Fielding, con el GT40 de testigo, estrechando la mano con el entonces embajador de la Ford Motor Company, un tal Jackie Stewart, en marzo de 1966. Sin embargo, el sitio web de Fielding & Plat History aporta dos fotografías más: una del mismo momento, aunque con Stewart mirando a cámara y James con la mirada perdida en su Ford y una sonrisa que expresa satisfacción; la otra es a color, data de agosto de 1969 y muestra al coche fuera del garaje de Fielding.

Ford GT40 MK1 (2)
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Mauro Blanco

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