¿Es el Lamborghini Miura tope de gama, por historia y reputación, el mejor de todos los Super Veloce? Lentamente y con cuidado, me desentiendo de un debate que, por lo menos en esta entrega, no viene al caso? Lo que no se puede negar es que es un coche bien de culto, para los de Sant’Agata Bolognese, por haber sido la máxima expresión de su primer superdeportivo, y para la comunidad automotriz toda.
Una versión a la que, tras la producción, solamente 150 clientes accedieron, para luego esparcir su prestigio a lo largo de las décadas entre ventas, kilómetros acumulados y merecidas restauraciones. En la mayoría de los casos, en la vida del Lamborghini Miura SV es preciso hablar de kilómetros, pero en un puñado de ejemplares lo correcto es medir en millas. De ese centenar y medio, apenas 21 fueron los exportados al mercado americano.
Hay coches que salieron de fábrica para escribir la historia, para hacerse espacio en las páginas de los deportivos europeos que llevaron su mito a los Estados Unidos. ¿Razones? Varias. Un Ferrari 250 GT California Spider modelo 1959 y con batalla estirada puede llegar a Nueva York, desafiar y ganarse el respeto de los locales en las carreras de aceleración, salir en la revista Sport Car Illustrated –la actual Car and Driver– y luego dedicarse a ser el mejor en el Concurso de la Elegancia de Villa d’Este y ser destacado por su trayectoria en Pebble Beach… O bien puede convertirse este Lamborghini en objeto del deseo.
El Primer Lamborghini Miura SV americano: Pasado
Más que convertirse, serlo desde un primer momento. Es el primer Miura SV que llegó a los Estados Unidos, el que le abrió las puertas al país a los 20 SV posteriores. Como tal, la atención en él estuvo desde el primero momento. Y cuando digo desde el primer momento, me refiero a que se lo trató como un ejemplar especial desde antes de su viaje. Todavía en Italia, el fotógrafo Peter Coltrin, conocido por poner su ojo y su lente al servicio de los coches nacidos en la Emilia-Romaña, se permitió dejar registro de este SV, una sesión de la que en 1982 saldría la portada de su libro
Atención inmediata de parte del importador de la marca en Norteamérica. Asignado por Lamborghini, el ingeniero Alberto Pedretti, de la compañía Modena Racing establecida en Nueva York, llevó el coche a Michigan. Fue el paso previo a su venta original, fueron 10 días de puesta a punto y pruebas para que cumpliera con las normativas EPA, la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos.
Pedretti es un apellido clave en la historia del Miura SV americano. Fue quien ayudó al fabricante italiano en Sant’Agata Bolognese a desarrollar la bomba de aire, una de las características exclusivas de las 21 unidades. Además del incremento de potencia de 370 a 385 CV que recibió el doce cilindros para toda la gama Miura SV, las especificaciones estadounidenses incluían este sistema de ventilación de vapor y el aire acondicionado de serie –no opcional por 800 dólares como en el caso del P400 S–, entre otras regulaciones federales como cinturones de tres puntos, pernos octogonales centrales en las ruedas e intermitentes de colores.
Hacia la Biblia del Lamborghini Miura
Desde la factura proforma, todas estas especificaciones fueron documentadas, incluyendo la combinación de acabados, un magnetismo que generaba el Rosso Corsa en fusión con el interior completamente azul. El primer dueño no se quedó con ganas, pues lo probaba a diario en el llano de Kansas y le habrá sacado jugo: de los 21 americanos, en los primeros ocho el velocímetros llegaba a 200 millas por hora y no a 190, como ocurría en los 13 restantes.
El segundo, con una carta a Lamborghini que obtuvo respuesta, confirmó que ese biplaza italiano con más de 12,000 millas que había comprado era efectivamente el primer SV americano. Tras su muerte, pasó en 2006 a un tercer propietario. De nuevo a la portada, ahora de una biblia.
Joe Sackey, palabra autorizada cuando de deportivos italianos se habla, lo adquirió cuando el coche estaba alcanzando las 20.000 millas y tuvo que haber sido el Miura que más lo movilizó. En su libro del 2008, The Lamborghini Miura Bible, este SV 1971 fue la vidriera hacia las 400 fotografías de la saga Miura que sus páginas contiene. Ya desde la portada, pues es este Lamborghini el ejemplar que allí aparece, de frente y con sus puertas abiertas a tope, pero también en el texto, pues Sackey le dedica un apartado a la búsqueda, la compra y la exhaustiva restauración. Sobre esto último, un dato no menor: como parte de aquella actualización según las especificaciones de fábrica, los asientos Bertone se renovaron con el material preciso.
El Primer Lamborghini Miura SV americano: Presente
Presente o pasado más reciente. En 2022, en una subasta en Montecarlo, el mítico Miura SV americano número uno fue vendido en casi dos millones y medio de euros. Una venta concretada en 2.480.000 €, para ser exacto. Y todo lo que ves en las fotos, procedentes de RM Sotheby’s, es el SV luciendo su última restauración antes de aquella catalogación en Mónaco. Se lo desensambló, se lo repintó, se sellaron los bajos, se agregaron puntales de suspensión nuevos, se renovaron las llantas, los pernos octogonales y los neumáticos. El V12 fue sometido a una minuciosa cirugía y se revisaron los carburadores, las bombas de aceite y agua, y el compresor del aire acondicionado. Para la transmisión, un nuevo embrague.
Ejemplares del Miura hay muchos. Claro, dentro de los parámetros de la producción limitada para un vehículo de su tipo. Ejemplares del Miura SV hay muy pocos, y este americano, el primer americano, es para los suyos el tope del tope de gama. Dueño de una seducción intrínseca que está a la vista. Al respecto, las palabras están de más cuando una selección de fotos captura su acabado interior. Definitivamente han estado al tanto del coche al que gatillaron, de su reputación, de aquel origen con presentación en Boston en el ’71, de su santificación en aquel libro rojo de Sackey. Sí, un libro rojo sobre Lamborghini…
Mauro Blanco
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