El Ford Mustang Cobra Jet 1800 es un drag car que no gusta a todo el mundo, y no porque la categoría sea aburrida, en Estados Unidos mueve auténticas legiones –no tanto en Europa, donde las pruebas de aceleración no tienen tanto tirón–, sino porque se trata de un coche eléctrico. Uno realmente brutal, no cabe duda, pero eléctrico al fin y al cabo.
Hay una clara línea que separa dos mundos: coches eléctricos frente a coches con motores de combustión. Y son líneas que, con el tiempo, acabarán por difuminarse y emborronarse hasta desaparecer. Ahora, los fanáticos de los motores de combustión se muestran totalmente contrarios, pero lo mismo ha pasado antes con otras tecnologías como la diésel, la llegada de los carburadores, la dirección asistida…
La resistencia al cambio suele ser uno de los motivos más comunes para dar la espalda a una nueva tecnología, pero también está la cuestión del supuesto purismo, de las sensaciones y de que todo aquello que disponga de un motor eléctrico es tildado, inmediatamente, de electrodoméstico.
Super Cobra Jet 1800 breaks the @NHRA record for a full bodied EV-Drag car in Pomona with a blazing pass of 7.759 at 180.14mph! ⚡️ pic.twitter.com/ZndIlXvlT9
— Ford Performance (@FordPerformance) March 23, 2024
Pues bien, ya nos gustaría a muchos tener un electrodoméstico capaz de hacer el cuarto de milla en 7,759 segundos, alcanzando por el camino una velocidad de 290 km/h. Cifras que ha marcado el Ford Mustang Cobra Jet 1800 con las que, además, también ha superado al anterior Mustang Cobra Jet 1400, que hizo el mismo ejercicio en 8,128 segundos con una velocidad de 276 km/h.
El Mustang Cobra Jet 1800 es un proyecto desarrollado entre Ford Performance y MLe Racecars y presume, siempre comparado con su antecesor, de una batería un 40% más liviana, que suma un aumento de potencia del 30%. Cuenta con cuatro inversores PN250DZR y dos motores que generan 1.800 CV –de ahí su denominación–. Un coche con el que también se experimenta con elevadísimas demandas de energía en muy poco tiempo y espectaculares niveles de transferencias de energía.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS